Todo el mundo vio, con sorpresa e indignación, el final del partido entre Argentina y Marruecos, que terminó con triunfo 2-1 para los africanos, en el arranque del torneo de fútbol de los Juegos Olímpicos de París. Incluso Lionel Messi estuvo pendiente.
Faltando 30 segundos para el final del partido, el seleccionado de Javier Mascherano empató un partido que lo tenía 1-2 abajo, gracias a un gol de Cristian Medina. Inmediatamente después, los jugadores debieron abandonar el campo de juego por invasión de hinchas marroquíes, que incluso tiraron petardos contra el banco argentino.
Sin embargo, tras más de una hora de parate, y luego de que se vaciara el estadio, el partido se reanudó, y como primera medida, el árbitro, VAR mediante, anuló el gol de Medina. Se jugaron tres minutos más, pero Argentina no pudo conseguir el empate, y cayó 2-1.
Messi estuvo atento a lo que sucedía en París, en un plantel que tuvo a varios de sus compañeros habituales en la Selección, como Julián Álvarez y Nicolás Otamendi, y expresó su asombro. “Insólito”, subió “Leo” a su historia, con un emoji de asombro.
Invitan a Messi a cumplir una promesa que hizo antes del Mundial: “Te esperamos, Leo”
Mientras disfruta de unas vacaciones con su familia, y se recupera de la lesión en el tobillo, Lionel Messi recibió una invitación particular. En concreto, es una invitación a cumplir una promesa que realizó en 2017, ante la posibilidad de ser campeón mundial.
En ese año, previo al Mundial de Rusia 2018, “Leo” aseguró en una entrevista que, en caso de lograr la Copa del Mundo, visitaría San Nicolás. Y si bien no lo logró en 2018, sí pudo hacerlo en Qatar 2022. Por eso, la ciudad bonaerense difundió un video donde invitan al astro argentino a llegarse por allí.
“Hola Leo, estoy acá, a 60 kilómetros de tu casa. Nunca me animé a hablarte, hasta que un día vos hablaste de mí”, comienza el spot, con una voz en off. “Cuando te escuché prometer ante el mundo que si salíamos campeones venías hasta acá, no me pude contener: mi vida cambió. En ese momento empecé a prepararme: construí un estadio para que te sientas como en casa, acomodé el jardín para mostrar mis mejores vistas y, por las dudas, todos los días me visto con lo mejor que tengo”, continúa la narración.
“Tengo que confesarte que cada domingo salgo a buscarte entre la multitud porque la fe no la pierdo y me sigo preparando para que cuando llegues sientas que realmente te estaba esperando como nunca esperé a nadie en mi vida”, agrega el relato, que cierra con esta frase: “Te esperamos Leo. Cuando puedas y como vos quieras”.