24 Julio 2024
Con el pasar de los años hacer ejercicio puede volverse cada vez más un desafío. En parte se debe a la pérdida y el difícil mantenimiento de la masa muscular que sucede con el tiempo. Además los dolores articulares y las enfermedades cardiovasculares pueden desalentar de exigir el cuerpo, pero ¿qué dice la ciencia sobre los límites causados por la edad?
El ejercicio de pesas puede intimidar a cualquiera. Cargar con peso sin tener la capacidad suficiente de manejarlo puede provocar cierto temor de sufrir alguna lesión, sobre todo si nunca hemos levantado una mancuerna en nuestra vida. Esto se suma a los problemas de salud, los dolores, la fatiga y la falta de energía que hacen que tomar una pesa sea todo un desafío.
Hacer ejercicios de fuerza no es exclusivo de las personas más jóvenes
Además las enfermedades comúnmente asociadas a las poblaciones de edad avanzada como la artritis, las enfermedades cardiovasculares o la demencia podrían interpretarse como contraindicaciones para realizar ejercicio. Esto puede sumarse a la fragilidad de los huesos o las enfermedades crónicas que pueden desanimar las intenciones de hacer ejercicio.
Pero para los especialistas, el ejercicio físico no es una actividad exclusiva de los más jóvenes ni la edad es un factor limitante. Así el ejercicio de fuerza no debe ser temido, por el contrario, es una excelente manera de mejorar todas aquellas condiciones propias del paso del tiempo.
La National Strength and Conditioning Association (NSCA) como el American College of Sports Medicine (ACSM) recomiendan el ejercicio de fuerza para las personas mayores y señalan que los programas pueden adaptarse a las personas con fragilidad o enfermedades crónicas.
Los estudios lo demuestran: las personas de cualquier edad pueden mejorar su condición física con ejercicios de fuerza
"Para muchas de estas afecciones el ejercicio ofrecerá beneficios que no se consiguen solo con medicación", señala Brandon Grubbs, profesor asistente de ciencias del ejercicio y colíder del Positive Aging Consortium de la Middle Tennessee State University. El especialista comenta respecto al temor a los dolores y las lesiones que “el sedentarismo al parecer es un estado mucho más peligroso que la actividad física en los ancianos".
Diversos estudios han demostrado que los ejercicios de fuerza adaptados pueden mejorar los niveles de masa muscular sin importar la edad. Un estudio que abarcó a personas de entre 86 y 96 años de edad dio cuenta que tras ocho semanas de ejercicio de resistencia, mejoraron su fuerza en un 174% y aumentaron un 9% el músculo de la parte media de los muslos. Estos resultados reforzaron la idea de que nunca se es lo suficientemente viejo para realizar actividad y mejorar la condición física.
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