En un paso más hacia el fin de las restricciones cambiarias, el Banco Central (BCRA) comunicó que flexibilzará las regulaciones para acceder al mercado de cambios. En esa orientación, el directorio de la entidad monetaria acortó los plazos para que las empresas accedan al Mercado Libre de Cambios (MLC) para pagar importaciones, y a su vez aumentó el monto que los exportadores de servicios no están obligados a liquidar en el MLC.
Pero las flexibilizaciones no sólo se circunscribirán al comercio exterior. A partir de ahora, las personas que recibieron ayudas estatales durante la pandemia, o que se benefician de subsidios a los servicios públicos, puedan realizar operaciones cambiarias a través de títulos valores en moneda extranjera, como el dólar MEP.
Desde diciembre pasado, cuando Javier Milei se hizo cargo de la Presidencia de la Nación, las importaciones se fueron normalizando con un esquema de pagos más previsible y, de esa manera, dejar de lado las trabas para acceder al mercado de cambio y, así, evitar acrecentar el endeudamiento comercial.
En la primera mitad de este 2024, los pagos de importaciones a través del MLC se han mantenido en torno al 100% del monto mensual promedio de importaciones. Actualmente, los bienes relacionados con la energía se pagan al contado, mientras los productos farmacéuticos, bienes para la atención de la salud, fertilizantes, productos fitosanitarios, productos de la canasta básica y las importaciones oficializadas por MiPyME tienen acceso al MLC a los 30 días desde su registro aduanero.
Los bienes suntuarios (segmento de lujo) y los autos terminados se abonan a partir de los 120 días del registro aduanero, aunque a partir del 1 de agosto, este plazo se reducirá a 90 días.
El resto de los productos se paga en cuatro cuotas del 25% a 30, 60, 90 y 120 días corridos desde su ingreso aduanero. Sin embargo, desde el 1 de agosto, estos bienes podrán pagarse en dos cuotas del 50%, a los 30 y 60 días desde su ingreso aduanero.
Esta medida representa un alivio financiero para las empresas importadoras y contribuye a la reactivación económica, mientras reduce la brecha cambiaria, ya que evita la necesidad de recurrir al mercado paralelo para obtener financiamiento.
Frente a la imposibilidad de acceder al dólar oficial, el Banco Central permitirá también dejar atrás las trabas para que los individuos adquieran divisas más allá si recibieron ayudas estatales durante la pandemia o que tienen subsidios a los servicios públicos. Podrán operar con el dólar MEP y con el Contado con Liquidación (CCL).
Hasta ahora, unos pocos podían acceder (o sabían cómo) a este mercado de cambios pero con esta medida eso ya no sería un problema. Cabe destacar que esto habilitaría a suscribir créditos hipotecarios en pesos y acceder al dólar MEP para realizar sus operaciones inmobiliarias, lo que brinda una mayor flexibilidad y oportunidades en el mercado cambiario.