El "león" sacó las garras, rugió, mordió y se clasificó a la final de la Copa Tucumán

Hambriento, veloz, imponente, peligroso… Los “leones” son animales temibles. Bestias sagaces que aprovechan la potencia del rugido, los reflejos de los felinos y la agilidad para saber cuándo cazar. La somnolencia es el mayor rival, efecto que da la sensación de tranquilidad a los demás animales selváticos. Pero, con solo abrir los ojos, el miedo eriza la piel de sus rivales. Atlético Concepción busca revalidar la identidad de su apodo y cortar con una sequía de 28 años sin títulos oficiales de la Liga Tucumana. Pero, para la obtención de la corona deberá destronar al actual rey: Sportivo Guzmán.

“Es un gigante dormido. Nos estamos levantando”, confesó Alejandro Bernat, DT de Atlético Concepción. No solo se trata de una metáfora simple, sino que los “leones” superaron pálidas para volver a estar cerca de la gloria. Sí; todavía está vivo el recuerdo de aquel período entre 2014 y 2019 en los que disputó la Primera B Liguista; sitio del que logró salir tras vencer 1-0 a Experimental en el estadio de Central Norte. La última gran alegría de los bandeños.

Marcelo Domínguez es de los “leones” más veteranos; el único que queda de aquella conquista. Toda esa experiencia lo posiciona como el líder y guía de la manada. “En aquel partido no jugué por decisiones del técnico, pero hoy me toca ser el capitán de este gran grupo; vivo a media cuadra del club y lo tengo tatuado el escudo. Esta alegría inmensa que me dieron mis compañeros no tiene precio”, dijo, tras la victoria por 2-0 frente a Bella Vista.

El rugido del gol tiene un solo nombre: Axel Epifanio. El delantero galopó, luchó y sacó a relucir las garras. Fue imposible de “domar” para los “gauchos” y rompió el marcador desde los 12 pasos -fue su décimo grito en la Copa Tucumán-. “Jugar en este club es como estar en San Martín o en Atlético, por toda la gente que tiene y el marco que le ponen a cada cancha. No hay dudas de que es el tercer grande de Tucumán”, comentó “Monito”, que cuenta con la particularidad de que, en 2022, se consagró campeón con los “julianos”. “Esta va a ser mi segunda final”, añadió.

Nicolás Verón cambió las alas de los “cuervos” –se consagró campeón con Unión del Norte en 2021- por las garras de los “leones” y espera entonar el rugido glorioso. “Llegué a préstamo desde Atlético y el grupo me dio mucha confianza. Nos merecemos salir campeones”, expresó, mientras señaló que Mauro, su hermano y jugador de San Martín, estaba presente en la cancha de San Antonio de Ranchillos. “Me pone muy contento que mi familia me acompañe. Eso hace que sea mucho más especial esto”, señaló.

Guillermo Acosta fue otro de los asistentes de lujo. “Bebe” presenció con gran atención el partido y, más de una vez, dio indicaciones para dar su granito de arena al plantel de los “leones”. También ingresó al vestuario para felicitar a los jugadores por lograr el pase a la final.

Atlético Concepción tiene una nueva cita con la historia; un hecho por el que esperaron 28 años y esperan no desaprovechar.