Hay cambios, pero son casi imperceptibles y muy pocos. A los carteles nomencladores les faltan las flechas; y claro, no hacen falta. Todos saben que Crisóstomo Álvarez circula de oeste a este y que San Lorenzo lo hace de este a oeste. Hasta ahora. Es que la ausencia de la cartelería no es una falla, sino una falta necesaria para: muy pronto se añadirán los nuevos letreros, que anunciarán el cambio de sentido de ambas arterias.
Si bien la Municipalidad anunció que es inminente la puesta en práctica de la nueva etapa del Plan Integral de Movilidad Urbana (PIMU), los cambios que se requieren y que todavía no se están haciendo demandarán bastante tiempo.
Tal vez por eso los funcionarios municipales no se atreven a dar una fecha exacta para que San Lorenzo comience a tener sentido oeste a este y Crisóstomo Alvarez, a la inversa. Con esto, ambas vías recuperarán su sentido original: en 1988 y con el objetivo de descomprimir el tránsito -como ahora-, se había tomado la decisión de cambiarles el sentido, medida que ahora será revertida.
De repente, hay que pensar en que hasta el sol dejará de estar en la acera más circulada. Es que, claro, los cambios sorprenden y preocupan, sobre todo cuando están encima. Sí, desde hace algunos meses se habla sobre el cambio en las arterias, pero ya es casi un hecho. Para un correcto reordenamiento vehicular, el PIMU tuvo una primera etapa que se inició en abril. Lo primero fue pintar sendas peatonales y delimitar los carriles exclusivos para colectivos. Se demarcaron 150 calles y, a partir de ello, el transporte público comenzó a circular por mano derecha. El paso siguiente -explicó a este medio Benjamín Nieva, secretario de Movilidad Urbana- es el que se está por dar.
Opiniones
En la edición de ayer de LA GACETA se advirtió que la cuenta regresiva para el cambio de sentido ya está en marcha. En este contexto, recorrimos esas calles en búsqueda de opiniones. “Yo hace 25 años que estoy acá. ¡Imagínese que me cambien el sentido de la calle! Eso es matar a un comerciante. Somos muchos los que vamos a ser perjudicados... habiendo tantas cosas más necesarias, como mejorar el estado de las calles, ordenar el tránsito que es un caos... esto no tiene sentido”, dijo Marita Marcoux, propietaria de un quiosco en Crisóstomo Álvarez al 600.
“Calculo que la clientela va a seguir viniendo, pero sí nos va a afectar un poquito si dejan de pasar los colectivos por acá. Son muchas las líneas que pasan, pero también las calles son angostas... aunque cambie el sentido la gente puede cruzarse. Queremos confiar en que esto va a ser para mejor”, reflexionó Dora Ibañez, que está a cargo de una cafetería en Crisóstomo Álvarez al 400.
Los conductores, en tanto, ven con buenos ojos la novedad. “Y... está bien. Qué se yo. No nos beneficia ni nos perjudica; en realidad, es volver a lo que era antes. Pero supongo que igualmente tendrán que hacer otros cambios para solucionar el tema del tránsito. Deberían sacar los autos particulares del microcentro”, aseguró el taxista Luis Fernández.
También están los que no saben mucho sobre los cambios. Verónica y Selena atienden quioscos sobre San Lorenzo. Ambas admitieron no tener mucha idea sobre la novedad, ni si realmente las va a afectar. “Ahora van a pasar más colectivos por esta cuadra, quizá eso sea bueno”, explicó Verónica.
La voz oficial
Nieva, en diálogo con LA GACETA, indicó que lo único que resta es que el área de Obras Públicas complete la tarea de modificar la orientación de los semáforos en ambas arterias. “Es algo que depende 100% de ellos, pero debería ser pronto. También falta reponer los carteles nomencladores, y haremos mucha concientización para lograr el cambio. Esto es parte de un proyecto muy ambicioso, y tenemos las voces a favor también de organismos públicos, como el Poder Judicial, que nos pedían que la primera vía de escape después de la 24 de Septiembre sea Crisóstomo Álvarez”, indicó.
Consultado por este medio, el secretario de Obras Públicas municipal, Luis Lobo Chaklian, detalló que se está realizando una evaluación final de los cambios que todavía resta realizar para establecer el tiempo de ajuste faltante para el cambio de sentido. “Tiene que ver, por un lado, con el semáforo, pero también con toda la modificación de los nomencladores, con la señalética vertical, con la notificación a los vecinos y con hacer una comunicación masiva, para que todo el mundo conozca esta situación y no se vea sorprendido”, agregó.
Cuando comience a funcionar el cambio de sentido, el transporte público que ahora circula por Crisóstomo Álvarez lo hará por San Lorenzo, y los que andaban por San Lorenzo lo harán por Las Piedras. “También esta medida tiene como finalidad que los conductores salgan del microcentro, en los horarios pico, directamente por calle Crisóstomo Álvarez, y darle prioridad al servicio público para desalentar el uso de autos particulares en el microcentro”, aclaró también Nieva.