La Asociación de Médicos de la República Argentina (AMRA) presentó ayer un recurso de amparo para judicializar la restitución de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias. El gremio advierte que peligra la cobertura de las guardias, ya que los profesionales de la salud deberán volver a incluirlas a la hora de calcular el tributo y que pueden dejar de prestar servicio para no sufrir descuentos.
“Con la vuelta de Ganancias hay médicos que van a dejar trabajos para que no los alcance el impuesto“, afirmó el titular de AMRA, Jorge Corral, en declaraciones radiales, en referencia a la eventual falta de cobertura en las guardias por la restitución de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias, lo que pondrá en tensión el sistema de salud.
Cabe recordar que, como una forma de paliar la falta de cobertura en las guardias, en mayo de 2023, el Congreso sancionó la ley 27.718 que eximía del pago del impuesto a las ganancias a las remuneraciones percibidas por los profesionales, técnicos, auxiliares y personal operativo de los sistemas de salud en concepto de guardias obligatorias, ya sean activas o pasivas, y horas extras.
Sin embargo, tras reglamentarse la restitución del Impuesto a las Ganancias, la administración de Javier Milei dejó sin efecto las excepciones impositivas a médicos y enfermeros, en concepto de guardias obligatorias así como de horas extras. Lo que puso en alerta al personal de salud.
También el secretario adjunto del gremio, Carlos Wechsler, había sido consultado al respecto en una entrevista donde comentó: “El médico queda gravado por Ganancias, no por un salario alto sino por el pluriempleo que debe afrontar, trabaja entre dos y cuatro lugares para llegar a fin de mes”.
Así fue como expresó: “Un trabajador médico casado que gana $1.800.000 percibe ese valor por diversos trabajos y en cuanto comienza a tributar tal vez le conviene dejar alguno de esos empleos porque el impuesto le saca lo que gana en una guardia”. Y agregó: “Trabajamos en un hospital a la mañana, en un consultorio a la tarde, en una obra social o prepaga donde no hay siquiera contrato en la informalidad, no es la misma realidad que hace cincuenta años que había pleno empleo y el médico estaba en otra posición social”.