El fútbol reina en todos lados: ¿y después de él qué hay?

El fútbol reina en todos lados: ¿y después de él qué hay?

Un repaso a la popularidad y a la cantidad de practicantes de los distintos deportes en el mundo brinda datos sorprendentes.

El fútbol reina en todos lados: ¿y después de él qué hay?

Visto por ojos “argentinos”, no hay con qué darle al fútbol en popularidad y en cantidad de practicantes. Pero atención, porque a nivel mundial sólo se queda con la primera de esas charreteras, porque es la natación la que lo supera en cantidad. Sí, leyeron bien, la natación, uno de los deportes más completos que existen.

Sin dudas, las particularidades están al orden del día y lo cíclico siempre cobra protagonismo. Miren sino esto: antes de que el fútbol en la Argentina cope la parada y se instale como el indiscutido N°1 de la popularidad fueron, por momentos el boxeo y por momentos el automovilismo, los que ocupaban ese lugar. Con el paso de los años, el dueño de la cima no cambió, pero sí cuál lo secundaba, dependiendo de sus ocasionales éxitos. Y en eso también hay sorpresas.

¿Y cuál es el N°2 nacional?

Si hablamos del deporte N°2 en popularidad en la Argentina, hay controversias. El dato está muy ligado a las gestas que cada uno genera, según pasan los años.

Una encuesta realizada por la Secretaría de Medios de Comunicación de la Nación en noviembre de 2006 reveló que el tenis era el deporte más seguido después del fútbol. Se le asignaba una aceptación del 13,2 %. Ya no estaban ni Guillermo Vilas ni Gabriela Sabatini, pero habían surgido grandes jugadores que lograron triunfos en torneos importantes. Y estaban las redes sociales y la televisión como disparadores de difusión. Ya para 2011, la Asociación Argentina sostuvo que 1,6 millones de personas lo jugaban en el país, cifra equivalente al 4% de la población. Y que la cantidad de aficionados que seguían a la actividad en los medios se duplicaba. Hoy, según el Informe Global de Tenis de la Federación Internacional de Tenis, son 4,5 millones las personas que lo juegan en nuestro país.

En el presente el rugby parece estar discutiéndole ese segundo lugar (al menos en popularidad) al tenis, con Los Pumas como nave insignia. El hito del tercer puesto en Francia 2007 dio pie a un apoyo creciente. Vale decir que los números del rating suben cuando hay mundiales o se disputan partidos del Rugby Championship. En cuanto a cantidad de practicantes, en el presente son más de 500 los clubes (con sus numerosas divisiones) repartidos en 25 asociaciones en todo el país. Sin embargo, esto no quita que el deporte tenga hoy dificultades para captar jugadores jóvenes debido a que muchos eligen al cada día más masivo fútbol amateur para iniciarse en lo deportivo.

El fútbol reina en todos lados: ¿y después de él qué hay?

El automovilismo no le va en zaga al rugby en popularidad, tanto por presencia en los autódromos como por seguimiento de las transmisiones de TV, sobre todo del Turismo Carretera y del Turismo Nacional. Hace muchos años, los éxitos de Juan Manuel Fangio, Froilán González y Carlos Reutemann le dieron a los motores un fantástico seguimiento popular. En este deporte, como en el fútbol, se manifiesta un sentimiento de pertenencia, en este caso a las marcas con las que corren los pilotos. Eso es algo muy fuerte. Por contrapartida, son bajos los números en cantidad de corredores, motivado esto en que se trata de una actividad preferentemente individual y con altos costos.

En su momento, en tiempos sin internet ni grandes cadenas televisivas, el lugar N°2 en popularidad lo tuvo el boxeo, con estrellas como Nicolino Locche, Carlos Monzón y Oscar Bonavena, entre otras. Y en ese contexto, el estadio Luna Park se convirtió en el templo de grandes espectáculos. Pero más allá de mantenerse como una tradicional atracción para la afición nacional, hoy el deporte de los puños no despierta la pasión de otrora. Tampoco cuenta con suficiente apoyo como para desarrollarse.

También el básquet (con las hazañas de la “Generación Dorada” con un oro y un bronce olímpico y la llegada de jugadores a la NBA) se puso desde comienzos de siglo en la lucha por la parte alta del ranking del seguimiento popular. Aunque en los últimos años hubo vaivenes. En cuanto a la cantidad de jugadores, se estima que son unos 150.000 los federados y más del doble los que lo juegan de manera informal, en canchas de barrio, clubes vecinales o paseos públicos.

Por el mundo

Cuando se habla de cifras en casos como el que planteamos, hay que decir que son orientativas, representativas. No es sencillo saber con exactitud cuánta gente practica un deporte en particular. Y cuando se cita a la cantidad de practicantes, no se hace una separación de profesionales y amateurs, como tampoco de deportistas federados y particulares.

Se estima que en fútbol son más de 1.002 millones de hombres y mujeres que lo practican a nivel mundial, en todas sus variantes (unos 265 millones están federados). Y en cuanto a seguimiento, tiene más de 4.000 millones de aficionados. En países como Argentina, sorprende saber que de cada 10 habitantes, nueve tienen alguna relación con el fútbol, ya sea como jugador, auxiliar técnico, dirigente, hincha o seguidor. Y los hay de todas las edades.

La natación le birla al fútbol el N°1 en cantidad de practicantes a nivel mundial, porque son unas 1.500 millones las personas (unas dos de cada 10 habitantes en todo el planeta) las que nadan, de manera competitiva, recreativa o por salud, en piletas o aguas abiertas. Es en popularidad en lo que su situación se desploma, sólo logrando buena atención del público en ocasión de los Juegos Olímpicos.

En niveles altos de popularidad está el cricket (de hecho es el N°2), ampliamente seguido en India, Reino Unido, Sudáfrica y Australia. Pero no tiene tantos jugadores: son unos 20 millones. Se estima en más de 2.500 millones los espectadores que siguen las retransmisiones de los partidos. Incluso, hay estadios para albergar unos 100.000 fanáticos. En Argentina se juega, pero está lejísimo de estos números. Fue ciertamente muy practicado hasta 1867 por inmigrantes británicos y sus hijos, pero desde entonces no pudo recuperarse.

La cobertura mediática del tenis y su enorme popularidad lo coloca entre los más seguidos en el planeta: unos 1.000 millones de personas le dan su atención día a día. En cuanto a cantidad de jugadores, se estima en 300 millones, en todos los niveles y superficies.

El vóley se hizo muy popular en Europa, América y Asia. Sobre todo lo juegan niños y adolescentes en edad escolar. Esto lleva a que, aproximadamente, cuente con más de 998 millones de jugadores, tanto en canchas de superficies sintéticas como de arena.

El básquet tiene uno de los índices de seguimiento/práctica más altos: es seguido a nivel mundial por más de 820 millones de personas, y se estima que unos 400 millones lo practican. Lo hacen tanto en su formato original de cinco jugadores como en la más reciente del 3x3.

El running sumó popularidad en los últimos años y llegó para quedarse. Crece en cantidades de practicantes (unos 621 millones) como en seguidores.

El ajedrez tiene más de 605 millones de personas que lo juegan con frecuencia.

El ciclismo reúne más de 518 millones de personas que lo practican en el mundo, en todas sus variantes. De todos modos, sus niveles mediáticos no son elevados.

El tenis de mesa cuenta con unos 300 millones de jugadores, de los cuales 40 millones son profesionales.

El bádminton suma alrededor de 200 millones de practicantes, teniendo sobre todo a los países del sudeste asiático como sus grandes adeptos.

El esquí y el snowboard suman unos 130 millones de deportistas, una cifra importante tomando en cuenta el carácter especial que tienen por ser deportes de invierno.

El fútbol reina en todos lados: ¿y después de él qué hay?

El béisbol y el golf cuentan con unos 60 millones de practicantes. En el primero de los casos están concentrados en EE.UU., países del Caribe, Centroamérica y el norte de Sudamérica, además de Japón; lo siguen unos 500 millones. Al segundo lo juegan en todo el mundo y es seguido por más de 450 millones de personas.

En la lista asoma el surf, practicado por 26 millones de personas. Lo particular es que sus competencias están muy limitadas a regiones costeras y con condiciones climáticas especiales.

El handball suma alrededor de 18 millones de practicantes. Está muy desarrollado en Europa, sobre todo en países escandinavos y viene en crecimiento en el resto del mundo.

El hockey es un caso especial: sumando las variantes en césped, hielo y pista, serían unos tres millones sus practicantes. Y es seguido en todo el mundo por más de 2.000 millones de personas.

Es singular el dato, pero el boxeo y el pádel se relacionan por la cantidad de practicantes que tienen: unos 7,5 millones.

¿Qué pasa en Tucumán?

Sacando al fútbol, que en la provincia es también el deporte más practicado (con un alto crecimiento de la actividad amateur), queda claro que el rugby ocupa el siguiente peldaño en popularidad y cantidad de practicantes, que supera los 2.500 que juegan prácticamente todos los fines de semana. En el caso del deporte de la ovalada tiene al hockey muy cerca en ambos ítems.

Hay dos deportes con vigente popularidad: el mountain bike y el senderismo, siendo la parte amateur la que experimentó el mayor crecimiento. Las artes marciales cuentan también con grupos importantes de practicantes en toda la provincia. El pádel está intentando resurgir y suma jugadores y clubes. El básquet mantiene su interés y su cantidad de practicantes, aunque está lejos de sus años dorados.

Diversidad y subjetividad

Dependiendo de la zona del mundo, los deportes que se practican pueden ser más o menos populares. En Argentina, por ejemplo, está el caso del hockey sobre patines, “patrimonio” de la zona cuyana. Por contrapartida, están los que no entienden de localizaciones y gozan de muy buena salud en todo el planeta. La oferta es de más de 250 disciplinas reconocidas. Como se ve, la diversidad es inmensa.

Lo relacionado a la popularidad y a la cantidad de practicantes de un deporte puede tornarse subjetiva en ciertos casos. Hasta puede caer en el terreno de las polémicas. Con varios aspectos que deben ser considerados (cuestiones culturales, profesionalismo, fomento de la sociabilidad y el compañerismo, y el nivel de entretenimiento), sin embargo lo positivo está en que el deporte moviliza y estimula. Y siempre será buena parte de lo que esté bien en el mundo.

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