Mientras otros rubros bajan, comunicarse es cada vez más caro

Mientras otros rubros bajan, comunicarse es cada vez más caro

Mientras otros rubros bajan, comunicarse es cada vez más caro ARCHIVO

Por sexto mes consecutivo, la única categoría del Indec que siempre estuvo por arriba de la inflación fue Comunicación. Este ítem, que forma parte de los informes mensuales del instituto encargado de relevar los precios en todo el país, incluye a los servicios de telefonía e internet, una categoría central en los consumos de los habitantes. Desde enero de este año, Comunicación mostró una tendencia alcista en los primeros meses, y si bien en los últimos registros dan cuenta de una desaceleración de los precios, ha impactado en los bolsillos de los consumidores.

Como en casi todos los rubros, enero fue el mes que registró el mayor aumento, un 25%, cuando la inflación general fue del 20,6%. En febrero, cuando el gobierno nacional celebró la fuerte caída al 13,2%, los servicios de internet y telefonía aumentaron un 24,7%. En marzo comenzó la caída con el 15,9%, abril con el 14%, mayo con el 8,2% y finalmente junio con 5,3%. Lo curioso es que ni ropa, ni alimentos, ni transporte estuvieron entre los rubros que siempre estuvieron por arriba de la inflación general como sí estuvo Comunicación.

A pesar de la desaceleración de los precios, este mes asoma con un panorama incierto ante la liberación de las tarifas de este tipo de servicios. A fines de junio, el Gobierno nacional, a través del Ente Nacional de Telecomunicaciones (Enacom), eliminó las regulaciones que le ponían tope a las tarifas de internet, celulares y cable. Las empresas proveedoras tenían un límite para los aumentos que iba del 5% y al 10% mensual. Esta medida entró en vigencia en julio, por lo que habrá que estar atentos a posibles incrementos en las facturas de los servicios de comunicación.

La decisión de desregular el sector, encuentra a los usuarios en un momento delicado por la crisis. Según la Cámara Argentina de Internet (CABASE), siete de cada 10 familias recortaron sus servicios de Internet y TV paga en los últimos meses. Es decir, el ajuste impactó de manera significativa en el acceso a servicios de comunicación y entre los más afectados están aquellos relacionados al cable y las plataformas de streaming. El último informe de dicha entidad señala que el 67,5% de los hogares argentinos hizo ajustes en servicios de internet fijo; mientras que el 65,3% en el cable y en plataformas.

Conocedores de las estrategias de retención de las empresas, el estudio detalló que un gran número de usuarios buscaron evitar cancelar sus servicios de conectividad, optando por negociar con sus proveedores actuales o cambiándose a proveedores con tarifas más económicas. Este mecanismo revela la necesidad de las personas contar con servicios que son fundamentales no solo para las comunicaciones interpersonales o el entretenimiento, sino fundamentalmente para sus trabajos y la educación de sus hijos. Todavía está latente el recuerdo de la pandemia de 2020 cuando el acceso a internet se convirtió en una necesidad básica para que millones de usuarios continuaran con sus actividades a pesar de las restricciones sanitarias.

A la crisis económica siempre se puede sumar un condimento para agudizar el análisis y aquí la distribución geográfica -tan compleja y diversa en Argentina- es central. En Tucumán, por ejemplo, el 45% de los hogares no cuenta con conectividad fija a internet, según otro informe reciente de CABASE. Es decir, el aumento de precios que se registró este año directamente no impactó en casi la mitad de los hogares simplemente porque allí no cuentan con servicios fijos de conectividad. A nivel nacional, esta carencia alcanza al 32% de los hogares, con mejores performances registradas en Capital Federal, La Pampa, San Luis y Córdoba.

Estatus social

La conectividad, además de ser una necesidad, también es símbolo de estatus social. No es lo mismo tener un plan prepago de datos en un celular que contar con un buen servicio integral en el hogar. La desigualdad también se digitaliza y por lo tanto habrá que seguir de cerca cómo se comportan los nuevos precios de los mencionados servicios, para que en los próximos meses los usuarios puedan hacer algo más que artimañas para no perder conexión.

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