En el Museo de la UNT el paisaje parecía sacado de alguno de los libros que reposaban en las mesas expositoras de las editoriales que allí se encontraban. Un sábado por la tarde de cielo gris, con brisa fresca que levantaba las hojas secas que aún quedan del otoño que pasó. Una llovizna tímida que enfrío el ambiente pero no logró apagar las ganas de las decenas de tucumanos que disfrutaron de la segunda jornada del Festival Internacional de Literatura de Tucumán (FILT).
Y entre todos los rostros los asistentes, estuvo el de la Selva Almada, una de las escritoras contemporáneas más destacadas de Argentina. Dueña de una pluma implacable que ha llevado a que su obra se traduzca en nueve idiomas diferentes al español, llegó como expositora pero también para disfrutar como público de este espacio que honró las letras desde el viernes, hasta esta tarde.
“Este tipo de festivales así como las ferias del libro, permiten visibilizar a una gran cantidad de autoras y autores, además de editoriales pequeñas que de otra manera no podrían hacerse notar. Por eso es tan importante asistir y participar”, remarcó en una conversación con LA GACETA.
Dónde nacen sus ideas
La autora de “El viento que arrasa”, “Ladrilleros” y “No es un río” dejó Comunicación Social para sumergirse en la carrera de Literatura, y cosechar un prolífera carrera que ella misma aún considera en desarrollo.
“Mis años en Comunicación a mí me ayudaron mucho para escribir ‘Chicas Muertas’, que es un libro de no ficción”, comentó sobre uno de sus libros más reconocidos.
“Todo eso que yo había empezado a aprender en la facultad, como por ejemplo a entrevistar personas o revisar archivos, me vinieron muy bien a la hora de redactar esa obra que era distinta a todo lo que yo había escrito hasta ese momento, que siempre había sido ficción”, contó.
“En la actualidad a mí me gusta mucho pensar en la escritura más híbrida y es en lo que me gustaría incursionar”, afirmó Selva.
“Por ejemplo, alguna vez publiqué un libro de poesía pero no soy poeta porque no tengo el talento para serlo. Sin embargo sí deseo que la poesía puede ingresar en mi narrativa de alguna manera”, aseveró luego para agregar: “lo mismo me sucede con la no ficción, ya que muchos de mis relatos salen de cosas que me llamaron la atención en la vida real y que después se transformaron en una ficción”.
La virtualidad, una aliada
A los amantes del papel, su aroma y la sensación de tener un libro en las manos, las nuevas tecnologías no terminan de llenarlos. No obstante para escritores y artistas, las redes sociales y el mundo virtual han abierto puertas que Almada sí valora.
“Creo que sobre todo las redes sociales son una buena manera de difundir a muchos pequeños emprendimientos editoriales autores jóvenes que pueden darse a conocer, a leer y a ser escuchados”, consideró.
Además, también ha puesto sobre la mesa temas como la escritura feminista, de la que Selva hoy es una referente.
“Los feminismos han colaborado muchísimo en la difusión de autoras que de repente han vuelto a leerse o han vuelto a editarse porque sus autoras estaban descatalogadas o no se conocían”, reflexionó.
“En este mismo festival se presentaron dos novelas de Elvira Orphée (“Aire tan dulce” y “La última conquista de El Ángel”), por lo que creo que el feminismo ha contribuido muchísimo estos últimos años a la difusión de literatura escrita por mujeres, por disidencias y por mujeres trans”, sentenció.
Escritura federal
“Los comienzos siempre son difíciles en cualquier parte. Es muy complicado empezar a publicar, a tener lectores, por es importante que este tipo de eventos como el FILT sucedan en todo el país para que no solamente estemos siempre mirando lo que se hace en Buenos Aires, porque necesitamos interesarnos por lo que hace nuestra propia comunidad”, destacó Almada.
“Cuando me invitaron a mí me alegró mucho que se continúe con esta iniciativa porque estuve en la segunda edición del festival y saber que sigue vigente después de varios años está buenísimo”, indicó.
“Más allá de que venimos autores que somos de otras partes del país, también se le da mucha participación a los autores locales y eso es clave”, sumó Selva.
“Muchas veces pasa que la gente no sabe que en su ciudad hay autores, y que esos autores publican en editoriales que también están en su pueblo y no se conocen”, observó.
Ese pensamiento, fue el que dio el pie perfecto para que la escritora deje un mensaje a quienes sienten dentro suyo la llamita de la pasión por la escritura pero aún tienen dudas de lanzarse a las letras.
“Si nos gusta mucho y nos apasiona mucho esta disciplina, hay que animarse y escribir porque la única manera de aprender a escribir es escribiendo”, aconsejó.
“Eso además siempre tiene que estar acompañado de la lectura, porque mucha gente que quiere escribir pero no le gusta leer y eso es contradictorio”, refirió.
A su vez que reiteró que para seguir inspirando nuevos creadores y contadores de historias espera que siga re-editándose el FILT.
“Espero que tenga muchisimas ediciones más porque sé que se hace con mucho esfuerzo, entonces hay que decirle a los tucumanos y tucumanas que lo apoyen, que vengan, que compren libros, que escuchen las charlas y que conozcan a los autores”, invitó.