En Villa Maipú, Quilmes volvió a vivir. Metió miedo el “cervecero” que, el pasado sábado, en el debut de Sergio Rondina como nuevo DT, vapuleó a Chacarita. Fue 4 a 0 a domicilio, dejando en claro que quiere estar en la definición de la Primera Nacional.
Quilmes fue de más a menos en la categoría. De la mano de Darío Franco, había iniciado el torneo a gran paso y parecía que su andar en la zona A iba a ser tranquilo y sin sobresaltos. En las primeras 12 fechas había cosechado siete victorias y cinco empates; era el único invicto de la categoría y uno de los que menos goles había recibido hasta ese momento (solamente cinco). Sin embargo, la caída en Córdoba contra Racing le hizo perder la cima a manos de San Martín.
Ese golpe le hizo temblar demasiado la estantería al “cervecero”. Fue un cachetazo del que no se pudo recuperar, porque a partir de la derrota sufrida en Nueva Italia, la irregularidad se apoderó del equipo.
En las siguientes nueve fechas, solamente consiguió dos victorias, dos empates y sufrió cinco caídas (lo peor fue cuando encadenó cuatro al hilo entre las jornadas 18 y 21); algo que terminó eyectando a Franco de la conducción técnica.
“Franco tenía un solo plan de juego. Eso hizo que Quilmes fuera muy predecible para sus rivales. Además, en los últimos partidos el plantel ya no le respondía”, asegura el periodista Gonzalo Sosa de “Indios Quilmes”. “Lo mejor que tiene este equipo es que cuando tiene la pelota da la sensación de que puede lastimar a su rival. Es un equipo directo, que va al frente. Lo demostró en las primeras 12 fechas del campeonato en las que estaba puntero e invicto. Pero después, vaya a saber por qué, se terminó cayendo”, agrega Matías Candal de “Pasión Cervecera”.
Rondina, un entrenador con mucha experiencia (es uno de los pocos que dirigen actualmente que pasaron por todas las categorías del fútbol argentino), agarró un equipo alicaído, pero en un par de días le cambió la cara por completo.
El pasado fin de semana Quilmes fue a la cancha del “funebrero”, y paseó su fútbol y su contundencia. Con un hat-trick de Lautaro Parisi y un tanto de Tomás González, cerró un 4-0 que le devolvió la esperanza de llegar a la definición por uno de los ascensos a la Liga Profesional.
“El equipo ganó bien, pero incluso podría haberlo hecho por un resultado mucho más abultado. Le faltó más contundencia a la hora de llegar al área rival”, asegura Candal, aun con un 4-0 a favor.
Es que Quilmes fue muy superior a Chacarita. Con movilidad, con presencia en el medio y con mucha verticalidad se llevó por delante a su oponente. “Rondina es un técnico muy meticuloso y le pide al equipo mantener un orden durante todo el partido. Además, Quilmes tiene buenos jugadores; el arquero Esteban Glellel y los delanteros González y Parisi, que tienen siete y seis en el campeonato, respectivamente”, dice Sosa. “El equipo juega colectivamente. Cuando se activa ‘Rayo’ González, eleva su nivel. Iván Ramírez es uno de los referentes y además maneja el medio campo. También está Fabián Bordagaray, que tiene mucha experiencia y es una alternativa buena en el ataque”, resalta Candal.
Para Flores será todo un desafío enfrentar a un equipo que cambió de entrenador y que, más allá de lo que se vio contra Chacarita, no tiene “cartas claras”. El Quilmes de Franco usaba un 4-3-3 que prácticamente no se movía; sin embargo, Rondina es un DT que no se adhiere a un sólo esquema táctico.
“En una entrevista, Rondina dijo que su esquema puede variar dependiendo de las características que tienen los volantes internos o los externos”, advierte Candal. “Por ahí necesita ser un equipo más unido en el medio porque llega un momento en el que termina dejando muchos espacios y queda partido en ese sector. Defensivamente sufrió mucho en algunos pasajes del torneo. Eso sí, tiene un gran arquero”, agrega.
En Villa Maipú, Rondina fue claro. Armó un 4-2-3-1 con Roberto Postigo y Marcos Enrique en el eje para ganar el medio. Ramiro Luna jugó un poco más adelantado; Parisi y Borgadaray por las bandas y González como referencia de área.
Rondina, un DT que es bien “bicho”, sabe que los partidos comienzan a definirse en el medio; justo uno de los puntos más endebles que viene mostrando este San Martín, en el se lo nota demasiado solo en la contención a Gustavo Abregú.
En el sudeste del AMBA, el “santo” tendrá una prueba de fuego ante un rival que intentará aprovechar el envión anímico que siempre otorga una actuación convincente que incluye goleada.
Para el lunes, Quilmes tendrá una baja sensible a raíz del esguince de tobillo que sufrió “Rayo” González. Pero igualmente, Flores y compañía no podrán confiarse. Para volver de Buenos Aires con un buen resultado, el “santo” deberá hacer bien los deberes y dejar atrás sus últimas y erráticas actuaciones.