Las tarjetas de crédito bancarizadas se la juegan. Tres cuotas sin interés en algunos casos para usarlo en las carnicerías. Hay entidades que, además, ofrecen hasta 12 cuotas para compras de mayor volumen, tal vez en los supermercados o en los mayoristas. El financiamiento se afirma, pero el costo del tiempo sigue siendo caro. Llegar a fines de mes es un reto difícil. En muchos casos, el dinero del salario sirve para costear 20 días; el resto se llega a cubrir con el “plástico”.
Un dato inquietante es el valor de la canasta básica. Si una familia tucumana quiere escaparle a la indigencia, tendrá que destinar al menos $ 11.912 diarios, en promedio, sólo para adquirir los alimentos. Si es que quiere esquivar la pobreza, esa suma asciende a $ 24.062 en promedio por día porque se incorporan otros gastos hogareños imprescindibles para sobrevivir. Esto último surge del costo de la Canasta Básica Total (CBT) que, para el caso de una familia tipo radicada en Tucumán, trepó a $ 721.870 con los datos de junio, difundidos por la Dirección de Estadística de la Provincia. A su vez, la Canasta Básica Alimentaria (CBA) fue calculada en $ 357.361 por mes.
Ambas canastas se incrementaron por debajo de la tasa de inflación provincial que el mes pasado fue del 4,6%.
Según un estudio de NielsenIQ (NIQ), líder global en análisis y datos de consumo, se registró una disminución en el poder adquisitivo de los argentinos durante el primer trimestre, debido al fin de los controles de precios, y se estima que esto puede afectar el resto del año. No obstante, en el último bimestre, se observó una desaceleración en la caída del consumo, coincidiendo con una menor tasa de inflación, lo que sugiere una posible recuperación para 2025. A pesar de este freno, aún falta implementar el ajuste tarifario que puede implicar una pérdida adicional de poder adquisitivo de alrededor del 15%, puntualiza el diagnóstico al que accedió LA GACETA. La salida del cepo podría acelerar la inflación e impactar aún más en el ingreso disponible, estima.
De acuerdo con el análisis de NIQ, aunque se proyecta que el consumo masivo continuará disminuyendo en lo que resta de 2024, aproximadamente un 14% en promedio hasta diciembre, se espera que esta caída se desacelere paulatinamente. Si bien la recuperación no será inmediata, se anticipa un cambio de tendencia positivo para el primer trimestre de 2025.
Tácticas domésticas
Durante el primer semestre del 2024, los hogares argentinos, con una larga trayectoria enfrentando crisis económicas, emplearon diversas tácticas para hacer rendir su dinero, incluyendo la búsqueda de marcas más económicas y la espera de promociones.
Entre las principales conclusiones del primer semestre se observa lo siguiente:
• Reducción de gastos. Los consumidores han reducido sus gastos principalmente en ocio e indumentaria. Uno de cada tres ha recortado gastos en electrodomésticos y productos de belleza, mientras que los alimentos son la categoría menos afectada.
• “Downtiering” (baja de nivel) como estrategia de ahorro. En categorías de alto desembolso, las marcas económicas ganan terreno. En productos como el jabón para ropa, los segmentos para diluir y en polvo aumentaron su participación debido a sus ahorros del 20% y 30% respectivamente frente a los líquidos regulares. En aceites comestibles, se observa un crecimiento de marcas propias económicas, con los tamaños grandes (1,5 litros) ganando popularidad.
• Cambios en el consumo de bebidas y alimentos. Las bebidas sin alcohol y los jugos en polvo están viendo un aumento en la demanda de marcas más baratas y formatos retornables. Las bebidas fueron la primera categoría que reaccionó a la crisis y comenzó a caer, y ahora es la primera que empieza a recuperarse desacelerando la caída del consumo. En lácteos, categorías como quesos untables y leche fluida ven un aumento en las marcas económicas, según NIQ. En galletitas, los consumidores priorizan el precio sobre la marca, eligiendo productos con desembolsos menores a $ 2.000.
• Reconfiguración de canales de venta. Supermercados y autoservicios muestran una contracción menor que el promedio, mientras que el canal tradicional es el más afectado. El e-commerce y los mayoristas son los únicos canales que mantienen una tendencia positiva.
En el canal tradicional, las bebidas gaseosas, cervezas, polvos para preparar jugos, aguas saborizadas y galletitas dulces secas son las categorías más vendidas.
“Durante esta primera mitad del año, el 94% de las categorías se contrajo en 2024. Sin embargo, el impacto no es igual para todas”, informó Javier González, Líder Comercial de NIQ Argentina. Según el ejecutivo, la mayor parte de las categorías de alto desembolso cae por encima del promedio de la canasta, mientras que las categorías de menor desembolso se contraen por debajo de la media. Hay una tendencia mucho mayor en Argentina que en el resto de los países de Latinoamérica a comprar marcas más económicas, siendo esta una de las estrategias más fuertes de ahorro”. Y agregó: “Supermercados de proximidad y Mayoristas fueron los que quedaron mejor posicionados ante la crisis, mientras que almacenes fueron los más afectados”.
Salario mínimo: no hubo acuerdo en el Consejo
El Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil y el Gobierno definirá el ajuste mediante laudo como en la última oportunidad, al fracasar las negociaciones. Las tres centrales sindicales unificaron posturas y solicitaron ajustes salariales partiendo en $ 482.000 a julio y $ 505.000 a agosto, lo que significa aumentos de 106% y 116% respectivamente, mientras las cámaras empresarias ofrecieron $ 245.000 a julio, $ 253.000 agosto, $ 259.000 a septiembre y $ 264.000 a octubre. Ante esto se pasó a un cuarto intermedio.
Supermercados: fuerte caída de las ventas
La caída del consumo en supermercados y autoservicios se profundizó en junio, al retroceder un 12,5% interanual a nivel nacional, frente a la merma del 10% registrada en mayo, según reveló un relevamiento de la consultora Scentia. La baja en el sexto mes del año fue del 10,3% interanual en los supermercados, mostrando una leve baja respecto a la caída de 10,5% del mes previo, y de 14,6% interanual en los autoservicios, exhibiendo un notorio salto en relación a la baja del 9,5% en mayo.