18 Julio 2024
Una práctica capaz de transmitir paz.
El ritmo de la vida en la actualidad está ligado casi inevitablemente al estrés. Para ello, hay terapias y rituales "sanadores" que permiten curar diferentes aspectos del cuerpo y la mente. La arboterapia, por ejemplo, es una práctica que se realiza desde hace siglos y que sigue vigente.
Si pensamos en paz, relajación y tranquilidad, será habitual imaginarnos en espacios al aire libre o rodeados de naturaleza. Es que, como asegura, la naturaleza es sabia. Por eso es capaz de aliviar un sinfín de males que nos aquejan. Los árboles, además de funcionar como antiestresantes y ansiolíticos, tienen propiedades medicinales que se conocen y utilizan hace años.
Las propiedades curadoras de los árboles
Claudio Galeno Nicon de Pérgamo fue un investigador y médico romano de la Edad Antigua. Popularmente conocido como Galeno, recomendaba a sus pacientes con afecciones respiratorias abrazar o darse un baño de bósque con laurel.
Otros árboles o derivados de ellos, como el bálsamo del Perú, se utilizan para tratar la tos. Este se puede producir a partir de la resina de corteza del Quinoquino, un árbol que se encuentra en bosques tropicales de Sudamérica. También se usa para desprender y ayudar a expulsar la mucosidad de las vías respiratorias.
La arboterapia, un ritual sanador
Según la arboterapia, cada árbol tiene un poder sanador que combate una dolencia o afección particular. Esta terapia supone que el sauce reduce la presión arterial y fortalece las vías urinarias; el cedro reduce el calor; el abeto cura fracturas y combate hinchazón; el espino blanco ayuda a la digestión y fortalece el instestino.
En particular, el hecho de abrazar un árbol permite conectar con la calma de la naturaleza. Esta práctica es beneficiosa para personas con nerviosismo, insomnio, enfermedades de salud mental, depresión y ansiedad. Unos minutos diarios de caminata por espacios verdes o bosques y otros minutos de conectar con un árbol serán suficientes para cambiar tu día, según este ritual ancestral.
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