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¿Por qué lloramos cuando cortamos cebolla?
Muchas personas pueden confirmar la no tan agradable experiencia de querer cocinar y de repente terminar desahogándose de todas las penas. Cortar cebolla puede implicar todo un esfuerzo para no descargar todas las lágrimas que se llevan dentro, pero ¿por qué este alimento nos hace llorar?
Aunque puede pasarnos por la cabeza, no, la cebolla no nos pone sentimentales, aunque quizás para algunos pueda servir de terapia para aliviar las tristezas. Sin embargo, este vegetal contiene un elemento químico que nos provoca liberar lágrimas de manera poco deliberada.
¿Por qué lloramos cuando cortamos cebolla?
La respuesta ante nuestras dudas sobre por qué la cebolla nos hace lagrimear es puramente química y no tanto de la psicología. Este vegetal contiene compuestos derivados del sulfóxido de cisteína, una molécula que es inodora. Cuando cortamos la cebolla se producen roturas celulares que dan lugar a una enzima que entra en contacto con el sulfóxido de cisteína, produciendo un gas que contiene azufre que es el responsable de la irritación ocular y del lagrimeo.
La cebolla libera un gas que es lacrimógeno.
No se conoce muy bien las razones de por qué este último gas es lacrimógeno, pero se piensa que cuando esta molécula tiene contacto con el agua, es decir, la humedad de los ojos, se descompone en ácido sulfúrico que es similar al gas lacrimógeno. Así que en respuesta el cerebro indica a los conductos lacrimales que produzcan más agua para proteger los ojos y de esta manera termianmos llorando.
¿Cómo podemos evitar llorar cuando cortamos cebolla?
Ese llanto puede resultar un tanto incómodo para algunas personas, a la vez que el ardor en los ojos puede ser incluso insoportable. Por ello es que se han desarrollado diversas estrategias alrededor del mundo para impedir este llanto. Por ejemplo, en Japón tomaron medidas drásticas y decidieron crear su propia cebolla a prueba de lágrimas, pero los resultados no fueron tan óptimos, ya que el sabor era muy distinto.
Cortar la cebolla con precisión puede ayudar a mitigar los efectos lacrimógenos.
Sin embargo, existen otras maneras de evitar lagrimerar cuandos se corta cebolla, sin necesidad de ponerse en la búsqueda intesa de la variante japonesa de este vegetal. La destreza es la forma más sencilla de evitarlo. Un aspecto clave es usar un cuchillo filoso, ya que si el corte es más preciso se desgarran menos las capas; asimismo, trata de no machacarla al cortar. También enfríar la cebolla antes de cocinarla puede ralentizar la reacción química y a la vez hacerla más sencilla de pelar y cortar.
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