Es tucumano, quedó libre de River a los 18 años, juega en Estados Unidos y sueña con tener una chance en el fútbol argentino

Cerca pero lejos. Así vivió la Copa América 2024 Cristian Parano en Estados Unidos. El volante ofensivo Cristian Parano, que nació hace 24 años Aguilares y ahora instalado en el país norteamericano, defiende los colores de Sacramento Republic de la USL Championship.

Se fue del sur tucumano a los 10 años. Hizo inferiores en River, a los 18 quedó libre y luego de un paso fugaz por San Martín de San Juan, le llegó la oportunidad de emigrar a Estados Unidos. Ahora está radicado en California, a pocos kilómetros de algunas sedes de la Copa América 2024 (Las Vegas, Inglewood y Santa Clara). Sin embargo a pesar de la proximidad geográfica, no ha podido asistir a los partidos de la selección argentina. "Es raro para nosotros, pero la mentalidad de aquí es diferente," dice el futbolista que está en plena competencia con su equipo. "La gente sigue yendo a los estadios a alentar a sus equipos, más allá de que hay grandes selecciones”, agrega explicando que mientras Argentina definía contra Canadá el pasaje a la final, él se encontraba en cancha disputando el pase a la semifinales de la US Open Cup ante Seattle Sounders.

La pasión por el fútbol es algo que Parano lleva en la sangre como buen argentino. "Aquí se vive el fútbol de otra manera a lo que estamos acostumbrados en Argentina. Nosotros somos apasionados y eso se nota", comenta.

Al igual que para miles de personas a lo largo y a lo ancho del mundo, para Parano Lionel Messi es palabra sagrada. “Yo no me animaría a ponerle un puntaje a un partido de Messi, con todo lo que hace es una cosa de locos. Tiene 37 años y está jugando en la selección. Es para admirar, se mantiene vigente… no es el mismo jovencito que volaba, los años pasan, pero siempre Messi tiene que estar en el “11”. Siempre hace cosas diferentes. Quizás no aparece durante los 90 minutos, pero con dos jugadas te hace ganar el partido”, reflexiona sobre las críticas que recibió el capitán argentino luego del partido frente a Ecuador por los cuartos de final.

Cristian no es sólo un jugador de fútbol; es un competidor nato. Desde sus inicios en River aprendió a no conformarse nunca y a siempre buscar más. "Ese hambre es innegociable", dice. "No nos conformamos. Desde mi posición digo que disfruto ver a la selección, pero es cierto que nosotros queremos seguir conquistando cosas. Siempre vamos para adelante, nunca es suficiente. Los argentinos somos así", resume.

Esa mentalidad es una de las razones por las que Parano tuvo éxito en su carrera. Después de llegar a Estados Unidos en 2019, tuvo un breve paso por Portugal, en donde jugó en un club de Primera División hasta que una lesión en los meniscos lo dejó fuera de juego durante varios meses. "Recuperarme me llevó entre cinco y seis meses; y cuando volví a entrenarme de nuevo, el equipo dejó de contar conmigo. Me volví a Estados Unidos, jugué en San Antonio, salimos campeones y luego pasé a Sacramento", enumera.

Según el volante la salud mental es un componente crucial de su éxito. Desde joven trabajó con psicólogos deportivos, algo que considera fundamental. "Creo que son muchos factores importantes como, por ejemplo, lo emocional. Yo tengo mi psicólogo deportivo desde siempre. Me parece que la estabilidad emocional es clave," comenta.

El tucumano ha aprendido que el fútbol es sólo una parte de la vida y no define quién es como persona. "A veces pensamos que nuestra identidad depende de lo que hacemos. Muchas veces después de un mal partido o de comentarios en las redes creemos que somos una porquería y esa no es la realidad. Nosotros no somos lo que hacemos dentro de la cancha. Trabajar con psicólogos y con coaching me llevó a descubrir mi identidad", reflexiona.

Esa comprensión profunda de la importancia de la salud mental le permitió superar momentos difíciles en su carrera. Recuerda un momento particularmente oscuro a los 18 años, cuando quedó libre de River y creyó que el mundo se le venía abajo. "Sentía que mi vida no tenía sentido. Me habían dejado libre y no sabía qué hacer", dice. Hablar con un psicólogo y trabajar en su bienestar mental y espiritual lo ayudó a superar esa etapa y a seguir adelante con su carrera.

Además de su trabajo con psicólogos, Parano también destaca la importancia de la fe en su vida y carrera. "Soy muy creyente. Creo en Dios y mi fe me ayudó mucho en mi carrera. Sigo a Jesús y creo en él; eso me da la esperanza para seguir caminando y perseverando", comenta.

Su fe le dio la fuerza para seguir adelante en los momentos difíciles y le brindó una perspectiva positiva sobre los desafíos que ha enfrentado. Cuando quedó libre de River y no podía jugar en ningún lado, fue su fe la que le dio la esperanza de que algo mejor vendría. "Dentro mío tenía esa sensación de que él (Dios) me iba a dar una posibilidad. Y de repente se abrió la puerta en Estados Unidos y ahí es donde comienza mi historia", relata. Para Parano, todo lo que ha pasado en su vida ha tenido un propósito y su fe le ha ayudado a entender y a aceptar eso.

Con esta fortaleza mental, aprendió a vivir el presente y a disfrutar de cada momento. "Uno consigue las cosas disfrutando cada segundo, aprovechando todo. Lo que hacemos ahora es lo que se verá en el futuro", remarcó. Esta mentalidad lo ha ayudado a construir una carrera exitosa y a mantenerse enfocado y positivo. "Cada cosa que sembramos es lo que vamos a ir cosechando. La mejor manera de construir un buen futuro es vivir en el presente, pero no es fácil disfrutar cuando las cosas no van saliendo bien," comenta.

A medida que ha madurado, Parano ha aprendido a conocerse a sí mismo y a disfrutar de los pequeños momentos, siempre con gratitud.

A pesar de estar lejos de su tierra natal, sigue soñando con la posibilidad de jugar en Argentina algún día. "Nunca descarto la posibilidad de volver a jugar ahí, sería algo muy bonito por lo importante que es la liga y la cantidad de jugadores que hay. Sería un desafío hermoso", dice. Pero por ahora sigue disfrutando de su tiempo en Sacramento, agradecido por cada oportunidad que tiene de jugar al fútbol.