La miopía y el astigmatismo son dos de las afecciones visuales más comunes en la población. Es probable que estas -y la presbicia- aparezcan a partir de los 45 años, pero no son exclusivas de este grupo etario, sino que dependen de muchísimos factores como la genética o los hábitos cotidianos.
Muchos niños suelen necesitar anteojos desde pequeños, ya sea por alguna afección o para corregir desviaciones. Además, la invasión de pantallas en la era de la hiperconectividad incide directamente en nuestra capacidad visual. La luz azul afecta a los ojos, pero podemos utilizar lentes especiales para protegernos del paso de la luz hasta la retina.
Seis indicadores de que necesitás anteojos
En general, el indicador que parece más obvio es la dificultad para ver. Sin embargo, a veces se presentan otros síntomas que no permiten detectar estar afecciones de forma temprana por nosotrs mismos.
Ojos irritados o enrojecidos. Este indicador es uno de los más confusos porque también puede darse por otras causas como alergias o algún agente externo que ingresó a la bola ocular. Es un malestar frecuentes entre personas que hacen teletrabajo y puede solucionarse con gotas y anteojos de descanso.
Tensión ocular persitente. Se trata de una presión persistente detrás de los ojos o alrededor de ellos. Puede estar acompañada de un lagrimeo que, si es persistente, indica una presión ocular elevada que puede ser peligrosa.
Sensación de cansancio. La sensación de cansancio puede ser normal cuando exigimos los ojos durante mucho tiempo. También se producen lagrimeos o dificultad para mantener la vista enfocada en un mismo punto durante mucho tiempo.
Ardor ocular. Es uno de los síntomas que puede acompañar a la irritación. Su aparición constante es un indicador de que debés acudir con un médico para consultar sobre el origen de la molestia.
Dolor de cabeza. Los ojos son parte de un sistema mayor que permite la visión. Por eso al esforzarlos durante un tiempo sostenido es normal que aparezcan dolores como migraña.
Sensibilidad a las luces. Si durante la noche las luces empiezan a molestarte particularmente o las ves un poco borrosas, puede que estés padeciendo alguna afección visual o incluso que estés atravesando un período en que los ojos no se lubrican lo suficiente
De todos modos, lo importante ante cualquiera de estas molestias es consultar con un ofalmólogo. También son recomendables los chequeos periódicos cada un año, aproximadamente, sobre todo para quienes conducen y trabajan con pantallas de computadoras, celulares o televisores.