Ni el frío, ni las altas horas de la noche de ayer (más precisamente de la madrugada de hoy) evitaron que cientos de tucumanos se congregaran en la plaza Independencia para celebrar una nueva conquista de la “Scaloneta”.
La selección Argentina levantó su décima sexta copa América y se convirtió en la máxima ganadora del continente, desempatando con Uruguay que tiene 15. Lionel Scaloni, el hombre que rebautizó al equipo nacional, consiguió la cuarta estrella bajo su mando, dirigiendo a Lionel Messi, que por lesión no pudo terminar la final y a Ángel di María, que ayer se despidió de la selección. Muchas emociones para salir a festejar y desahogarse y así lo entendieron estos tucumanos que llegaron a pie, en autos y hasta en monopatín para celebrar un nueva consagración.
No podía faltar la música, los temas que caracterizaron la etapa del mundial de Catar 2022 se reeditaron. Los vehículos llegaron embanderados con la celeste y blanca y los vendedores ambulantes ofrecían cerveza a lo loco. Algarabía.
“Me vine a festejar en el monopatín; ya llegan los demás”, indicó Lucas Gómez, que no pudo con la ansiedad y se fue en su monopatín directo a la plaza. Sus amigos lo siguieron “a pata”. “Jugó muy bien la selección, lástima lo de Messi. Ojalá no sea nada”, sintetizó mientras degustaba una lata de cerveza.
Matías Barraza trajo su bandera para flamearla. Estaba feliz de vivir esto con la familia. “Fue una locura, poder compartir esto con mi hijo ¡Tres copas ya! Una locura esto amigo”, repitió. Contó que vieron el partido en una casa del centro y no dudaron en ir a la plaza tras el final. “Hoy Tucumán y el país son una fiesta. Lo sufrimos, pero lo importante es que ganamos una copa más”, agregó.
Sobre el duelo ante Colombia, consideró: “la verdad que fue muy trabado. Nos planteó un buen partido Colombia, pero bueno; con la garra del equipo y con los buenos cambios que hizo Scaloni lo pudimos sacar adelante”.
Fiesta de los cadetes
Con sus inconfundibles mochilas rojas, uno de los primeros grupos que llegaron al principal paseo de la provincia fue el de los cadetes de Pedidos Ya. “Fue muy complicado, Colombia fue un buen rival, pero Argentina es Argentina y lo supimos aguantar”, analizó Augusto Godoy, quien contó cómo este partido les modificó anoche la dinámica de trabajo. “Nos mantuvimos laburando; gracias a Dios se alargó un poquito el partido porque todos queríamos verlo. En los locales con los que íbamos trabajando nos parábamos a ver un poquito, retirábamos los pedidos y le entregábamos rápido al cliente para volver y seguir viendo”, detalló.
Godoy contó que se dispersaron en distintos lugares, pero sabiendo que si había festejos se congregarían en la plaza. “Hubo varios puntos de encuentro para los cadetes, algunos estaban acá en el bar de 24 (de Septiembre) y 25 (de Mayo). Yo lo vi en un drugstore de 9 de Julio y Bolívar”, ejemplificó. Y añadió: “somos un grupo que nos conocemos de hace años, todos los días nos cruzamos por el laburo”.
Final gourmet
Como es costumbre, muchos aprovecharon la ocasión para cocinar algo rico y degustar durante el partido. No faltaron los hinchas gourmet como Martín Domínguez, de El Colmenar, que señaló: “¡la pasamos de 10! Comimos asadito con la familia y vimos la final. Otra final más, otra alegría más que nos da la selección. La sufrimos pero la ganamos”
El joven traía puesto el camperón de River y reconoció que padeció a dos jugadores muy representativos de su club: “¡Cómo los sufrí a (los colombianos) Juanfer Quintero (ex River) y a (Miguel) Borja, jaja! Pero no me importa, la Selección es la Selección”.
Por otro lado, Nahuel Pereyra reunió a la familia en al casa de su madre, en Lastenia. Allí se juntaron a comer empanadas fritas de mondongo y a acompañarlas con el mejor vino. Luego fue a la plaza con su hija y con Cielo Pereyra, Florencia Sánchez y David Rivero. “Ella ya vivió la final del 2022, ya está acostumbrada un poco, pero todavía sigue asustada con los festejos de hoy ja ja”, indicó sobre su hija que, en realidad, se la veía contenta festejando junto a su madre.
Recursos contra el frío
Mónica Ramos, y sus hijas Luz y Antonella Lazarte combatían el frío abrigadas las tres con una misma bandera Argentina. Nunca fue tan simbólico el sol que adorna nuestra insignia nacional.
“Tuve 20 paros cardíacos, todos juntos. Lloré un montón también cuando salió Messi, cuando salió Di María que ya se retira. Muchas emociones juntas”, contó Luz Lazarte que a pesar de tantas emociones, para ese momento ya sólo podía expresar alegría. Felicidad total. “Lo vivimos en familia como siempre, en la casa de los abuelos y otra vez festejamos”, explicó su mamá.
“Colombia fue un equipo muy duro, hay que felicitarlos por la copa que hicieron y por la final que hicieron”, agregó Ramos.
Víctor Luna utilizó el mismo recurso, asistió a la plaza abrigado con la bandera. Había visto la final en barrio El Parque y luego se fue a los festejos con siete amigos.
“Esto es hermoso, es lo mejor que nos puede pasar como argentinos, estar aquí ahora todos juntos festejando. Messi va a seguir, él se levantar y sigue ¡vamos Argentina!”, sintetizó.
En otro sector, Marcos estaba totalmente “emponchado”, hasta con una kufiya en la cabeza, el tradicional pañuelo que se utiliza en medio oriente. “No viene de Catar, es bien tucumana como yo ja ja”, aclaró. Junto con Sol vieron el partido desde el celular, en una esquina de barrio Norte.
“Qué partido apretado, aunque la verdad yo le decía a él que estaba tranquila porque la veía bien a Argentina, pero después empecé a dudar de que los colombianos la tenían re comprada a la copa con ese show de Shakira, después lo enfocaban a Maluma y se me hizo raro, pero bueno, después pusieron al “Toro” Lautaro Martínez para que haga lo que tiene que hacer: fue directo al gol”, contó la joven.
Sol vivió esta final muy intensamente. “Creo que cada jugador tuvo su momento, Messi, el “Fideo”, Lautaro, Julián (Álvarez), “El Dibu” (Emiliano Martínez). Los colombianos jugaron sucio y lo hicieron llorar a mi rey Messi, no se los perdonó más”, consideró.
Más cábalas
Facundo Quiroga y Florencia Herrera son pareja, pero vieron la final en casas distintas por cábala. “Sufrimos hasta el final, pero como siempre Lautaro nos dejó lo mejor para el final. Estos chicos lo hicieron por Lionel (Messi); Lionel siempre dio todo por la selección y la selección dio todo por él ahora”, expresó Quiroga.
Vieron el partido en casas cercanas, en Banda del Río Salí.
Pablo López Gómez y Celeste Ordóñez asistieron a un cumpleaños con un grupo de 10 amigos.
“Se sufrió hasta el final, pero teníamos fe. Qué manera de festejar un cumpleaños. Lo sufrimos, pero se festejó al final”, explicó Celeste emocionada.
Pablo indicó: “fue tremendo, muchos nervios. La verdad que no estaba para ver penales, ya venía nervioso por la salida de Messi, pero me preocupé más por su salud que por el partido”.
Ordóñez remarcó que la final tuvo momentos de tristeza, o al menos de nostalgia. “Se nos va un gran jugador como di María, en ese sentido es un poco agridulce esta final, sobre todo porque es parte del grupo que hizo todo este camino hasta acá, con todo lo que han vivido, los mundiales anteriores y lo que contó en la tele”.