Por Francisco Ardiles (*)
Hace unos meses la editorial de la Fundación Cultura Analítica publicó un libro titulado Polisfonía (2023). El texto no fue escrito por un solo autor. Es un volumen de varios investigadores, basado en una visión coral del discurso, tanto a nivel de la construcción del conocimiento acerca del psicoanálisis como del proceso editorial. La estructura del libro obedece a un criterio polifónico, ya que está constituido por una serie de escritos que responden a distintas voces, visiones, temas, momentos y tipologías discursivas. En el conjunto del libro hay de todo, desde conferencias hasta entrevistas, desde artículos académicos hasta trabajos ensayísticos, desde escritos dedicados a las vanguardias estéticas hasta trabajos científicos sobre el autismo y la sexualidad.
Su organizador, Carlos Ibarra, partió de un criterio de selección que respondiera a la tentativa de poner a dialogar entre sí, a un conjunto de trabajos a partir del concepto que Mijail Bajtín (1988) utilizó en el campo de la narratología para analizar la novelística de Fedor Dostoyeski hace un siglo y, Oswald Ducrot (1988) con respecto a la noción del sujeto hablante en los años 80, para reemplazar un postulado implícito de la lingüística moderna: el de la unicidad del sujeto del enunciado. Es interesante reconocer cómo Ibarra consciente de estos antecedentes, se toma el trabajo de retomar la estratégica lúdica y discursiva a la que frecuentemente apelaba Lacan, y usa el fundamento de la polifonía no solo para modificar sutilmente la articulación del término en su interior, creando de esta manera un neologismo, sino también para organizar la arquitectura de un texto colectivo desde la perspectiva de un dj, mezclando y ordenando 15 trabajos diferentes de acuerdo un criterio de sintonía muy personal.
La coincidencia del nombre y el concepto no es casual porque la polifonía que se reconoce en la tesitura del libro es tanto de naturaleza lingüística como narrativa. Ibarra explica en una entrevista que le hicieran en la revista Cuarto Poder (2023) que la idea de la recopilación surgió de un libro de Germán García titulado Psicoanálisis dicho de otra manera (1983), en el que su autor plantea, palabras más, palabras menos, que el psicoanálisis puede apostar por la idea de ir más allá, más allá de sus cuestiones fundamentales, atreverse a afrontar lo imprevisible, porque el psicoanálisis todavía se resiste a ser delimitado, y porque quizás, es una praxis que tiene que adaptarse a la situación que se le presente. En ese sentido, la perspectiva del psicoanálisis que se reconoce en este libro, es la de una actividad intersticial desde la que se entra al laberinto de las fobias de la ciudad moderna y se sale por la vulnerabilidad de la condición masculina, desde la que se entra por la tentativa de ruptura de las vanguardias poéticas de hace un siglo y se sale por la teoría de la traducción, desde la que se entra por el asunto de la lengua y se sale por la cuestión del microcosmos del autismo.
Con respecto a la polifonía Mijaíl Bajtín (1988) aclaraba que a nivel discursivo-formal podía reconocerse en la presencia de diversos tipos de textos asociados con géneros intercalados o encuadrados en distintas tipologías (la conferencia, el diario, el ensayo, la biografía, la carta, la entrevista, el estudio clínico) a través de los cuales el autor generalmente refleja y refracta sus intenciones. Y Oswald Ducrot (1988) planteaba a partir de su "Teoría de la argumentación en la lengua", que la polifonía está presente en ciertos enunciados que presentan una pluralidad de puntos de vista, de adhesión o distanciamiento, en relación a un mismo asunto. En este libro es posible distinguir la polisfonía tanto a nivel formal como temática. Ibarra explica esta particularidad del libro de la siguiente manera:
“Hay un trípode en el libro que atraviesa los distintos artículos: ciudad, cuerpo y discurso. Considero que existen una serie de temáticas que implican un nudo… Creo que esa es una constante en el libro, la articulación. Así desfilan la temática del tiempo, la poesía, la lengua y la traducción, la cuestión del autismo, o las particularidades de la clínica con niños. Lo que vertebra los escritos es ese modo de leer y de decir, que abre preguntas y arriesga algunas hipótesis” (2023)
Sin embargo, este no es un libro dirigido solo para especialistas, es decir, para gente del campo del psicoanálisis, profesionales de la práctica clínica, también fue pensado para un lector común como yo, o cualquier persona interesada en algunos temas asociados al psicoanálisis, un lector promedio que apenas maneja algunas nociones generales, que ha leído un poco de todo y a fin de cuentas no sabe de nada. Germán García siempre contaba que cuando era adolescente no sabía qué iba a estudiar, entonces pensó que como le gustaban muchas cosas y leía un poco de todo, podía ser psicoanalista. Llegó a esta conclusión porque el psicoanálisis lo iba a obligar a saber un poco de todo, un poco de cine, de literatura, de medicina, un poco de antropología, arqueología, historia del arte y las civilizaciones antiguas, de psicología y algo de matemáticas. Es decir, una serie de cosas de las que tiene que saber un poco el psicoanalista para poder escuchar a esas personas que vienen a consultarle. Toda esa gente que va y le dice cosas, le cuenta cosas y usa el lenguaje como un objeto, “un sustituto de algo que está perdido”. (García, 2023, p.24)
Se sabe que Lacan pensaba algo parecido cuando propuso en 1967, con 66 años de edad, la creación de una escuela donde podían coincidir personas con formaciones diferentes, matemáticos, pintores, escritores, críticos, psicólogos, psiquiatras, que estuvieran vinculadas entre sí, por el interés de leer textos psicoanalíticos fundamentales, e intentar responder a partir de ese estudio, desde la inclusividad, la ignorancia, la disconformidad y la incompletitud, qué se puede hacer con el psicoanálisis. Creo que este libro surge a partir de esta propuesta y se enfoca en un asunto general: cómo funciona el psicoanálisis fuera y dentro de la clínica, cómo funciona cuando se lo vincula con la literatura, el arte, el cine o la política.
Freud consideraba que el psicoanálisis era una práctica y no una ciencia, un método de tratamiento para afecciones nerviosas, y también un método de investigación (aunque no se esté del todo claro qué se entiende por investigación en este contexto) que está fundamentado en ciertos principios y vinculado con los saberes de la antropología, la lógica, la arqueología y la psicología. Por su parte Lacan lo consideraba una praxis del lenguaje habitada por el sujeto. En función a estas dos visiones, que no sé si son acertadas, si a mí, es decir, a un simple lego, a un lector que no es psicoanalista ni pertenece al mundo del psicoanálisis sino al del análisis del discurso y los estudios literarios, me preguntaran de qué se trata este libro, yo respondería, después de pensarlo desde un punto de vista crítico, que es un libro que tiene una serie de textos que se aproximan a la cuestión del lenguaje, sus transformaciones, sus límites y sus diferentes modos de figuración.
Es decir, a las relaciones del lenguaje con otras cosas. La relación del lenguaje verbal con la comunicación, en función a la imposibilidad de la relación que puede establecer una persona con otra y hasta consigo misma; al lenguaje con la ciudad, el lenguaje y el mapa de la fobias (García), el lenguaje y su relación con el tiempo, los recuerdos, las temporalidades del pasado que organiza el sujeto y sus múltiples escrituras (Ibarra), al lenguaje y los imaginarios de la construcción poética músical (Fernández); el lenguaje y el mito de la originalidad presente en la tentativa ruptural de algunas vanguardias estéticas latinoamericanas (Campuzano), el lenguaje cinematográfico documental y la reconstrucción biográfica de un caso y una vida, la de Sabina Spielrein (Gez), el lenguaje y la crítica al falocentrismo y la cuestión de género (Rodríguez), el lenguaje, la escritura, las yuxtaposiciones del deseo y el placer (Castillo), el lenguaje y el diálogo entre lo establecido y lo monstruoso, entre la normalidad y lo innatural (Flores); el lenguaje y su relación con el síntoma y el goce sexual del hombre y la mujer (López), el lenguaje y su relación con la literatura, el lenguaje como depósito de ciertas simbolizaciones, el lenguaje y su relación con el insconciente y otras constituciones subjetivas (Congiu), el lenguaje y los límites de la traducción (Borla). Como se puede inferir se trata entonces de un libro que se cierne sobre el universo múltiple del lenguaje desde los distintos puntos de vista y enfoques en que ha sido abordado por el psicoanálisis. Sin embargo, si a alguien le interesa saber de qué se trata en verdad, olvide todo lo que acabo decir previamente, y simplemente, léalo. Ese sería un buen comienzo.
DATOS DEL LIBRO
Polisfonía
Varios autores
Compilador: Carlos Ibarra
Salta, Fundación Cultura Analítica Editores, 2023.
(*)Poeta, ensayista, profesor universitario e investigador en el campo de la literatura y la artes plásticas latinoamericanas de vanguardia. Licenciado en Letras por la Universidad Central de Venezuela, Magister y Dr en Historia de la literatura por la Universidad Federal de Rio Grande y en Literatura Venezolana y latinoamericana, y Doctor en Ciencias Sociales mención Estudios Culturales. Es profesor e investigador del Departamento de literatura latinoamericana y venezolana de la Escuela de Letras de la Universidad Central de Venezuela desde el año 2010 y la UNLP. Profesor visitante extranjero de la UNIFAL MG Brasil. También ha ejercido la docencia en la Universidad de Carabobo y la UPEL a nivel de pregrado y postgrado. Fue director de investigación del Museo de Bellas Artes de Caracas, director del fondo editorial Biblioteca Ayacucho y coordinador editorial de Monte Ávila Editores Latinoamericana; también fue coordinador de Museología en La Casa Amarilla de Caracas. Actualmente reside en la ciudad de la Plata (Argentina) donde realiza una estancia posdoctoral en el instituto de investigaciones literarias de la Universidad Nacional de la Plata. Ha publicado poemas, ensayos y críticas de cine en distintas revistas y periódicos en medios universitarios, periodísticos y redes sociales. Tiene dos libros de poesía publicados: Poemas para el olvido (2007) y Malos Hábitos (2010).