En exactamente dos semanas, quedarán inaugurados los Juegos Olímpicos de París, la 33° edición del evento. Igual que hace 100 años atrás, se realizará en la capital francesa. Y justamente esa edición, de 1924, fue histórica para Argentina: sumó medallas por primera vez.
De hecho, en París 1924, la octava edición de los Juegos Olímpicos, Argentina participó por primera vez con una delegación oficial del Comité Olímpico Argentino, con un total de 93 deportistas. Hasta ese momento, solamente habían participado tres deportistas argentinos, en tres ediciones distintas.
Y la primera medalla de la historia argentina llegó, justamente, un 12 de julio, en una prueba en la que, hoy por hoy, es difícil imaginar a un argentino en el podio: salto triple. El rosarino Luis Brunetto, de 23 años, fue quien consiguió semejante logro, quedándose con la medalla de plata.
Aunque Brunetto no tenía demasiada experiencia internacional, ya había establecido marcas que lo posicionaban como candidato al podio. En 1923, rompió dos veces el récord sudamericano, y en 1924, en abril, logró el título sudamericano, con un buen margen. Fue el primer atleta sudamericano en superar los 14 y los 15 metros, y llegaba a París como el segundo atleta con mejor marca a nivel mundial, detrás del finlandés Vilho Tuulos.
En París 1924, Brunetto logró la mejor marca de su vida: saltó 15,425 metros en su primer intento, marca que se mantendría durante 25 años como récord sudamericano, y 51 años como récord argentino. Por apenas 10 centímetros, el rosarino no llegó al oro, que quedó en menos del australiano Anthony Winter, con 15,525m. Hubo un último salto de Brunetto que parecía superar esa marca, pero fue anulado de manera polémica, y el rosarino debió conformarse con un segundo lugar histórico para el deporte argentino.
La polémica decisión de los Juegos Olímpicos 2024 que afectará la comodidad de los atletas
Los Juegos Olímpicos de París 2024 prometen ser un hito en la historia del evento deportivo más grande del mundo, no solo por la competencia y el espectáculo, sino también por su compromiso con la sostenibilidad y la ecología. En este esfuerzo por hacer de los olímpicos más ecológicos hasta la fecha, los organizadores optaron por una medida polémica: no instalar aire acondicionado en las habitaciones de los atletas.
En cambio, implementaron un sistema de tuberías de agua subterráneas para mantener las habitaciones frescas. Esto hace que se limite la temperatura a no más de 26 grados Celsius, incluso en condiciones de calor extremo.
Esta decisión generó preocupaciones en algunas federaciones, como el Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos (Usopc), que está equipando las habitaciones de sus atletas con unidades portátiles de aire acondicionado. Según ellos esta medida se justifica como una "decisión de alto rendimiento", enfatizando la importancia de mantener condiciones óptimas para los atletas durante su preparación y competición.
El equipo estadounidense eligió adquirir aire acondicionado para los atletas a través del Comité Olímpico Internacional (COI). Estos aparatos serán devueltos una vez concluidos los Juegos.