Durante una nueva audiencia del juicio oral por el atentado contra Cristina Fernández de Kirchner declaró como testigo un estudiante de medicina que registró con su teléfono el momento del ataque y que contó que un custodio de la ex mandataria, esa noche, le pidió que borrara el video.
Cristóbal Elgueta (28) relató que junto a un grupo de amigos se acercó al departamento de la ex vicepresidenta para “apoyarla”. En ese marco grabó un video en el que quedó registrado el intento de asesinato de Fernando Sabag Montiel, material que hoy fue incorporado como prueba por pedido de la fiscalía.
“Me pongo a grabar, Cristina se baja del auto, cruza la calle y se pone a saludar a todo el cordón”, afirmó. Y agregó: “Cuando viene hacia nosotros, a través de la pantalla del celular, veo cómo ocurre toda esta secuencia”.
En su declaración, Elgueta contó que tras el ataque, la custodia de la ex presidenta -"Un hombre canoso de saco negro", detalló- le pidió que borrara de su celular el video del ataque. Relató que un pedido similar le hizo a su amiga, Sofía Manusovich, a quien Elgueta le había compartido su video.
Revelador testimonio
El relato llamó la atención de la presidenta del tribunal, Sabrina Namer, quien le pidió que Elgueta diera mayores precisiones sobre ese punto, consignó el diario La Nación.
“Me pareció raro, claramente. Igual tenía en mente que no se iba a eliminar”, sostuvo el testigo, en alusión a que el material borrado queda de todos modos grabado en la memoria del aparato.
Después, según su relato, la Policía lo mantuvo en el palier del edificio de Cristina con otros testigos. Contó que finalmente le dijeron que no importaba lo que hiciera con el video porque las imágenes del atentado ya estaban en todos lados.
Intrigada por el suceso, Namer habilitó a Elgueta a compartir con el tribunal sus “teorías” sobre ese pedido particular de la custodia de la ex presidenta. En primer lugar, el testigo señaló que la custodia podía querer “salvarse un poco”, considerando que había sucedido un “hecho complejo” y que ellos eran responsables de cuidar a Cristina.
Su segunda hipótesis estaba vinculada con el manejo de los tiempos en la administración de un material tan sensible. “Quizás el custodio pensó que era mejor que ellos tuvieran el acceso a la información”, arriesgó. Con todo, enfatizó que solo se trataba de suposiciones.