10 Julio 2024
SEQUÍA. Junior Arias es el goleador de San Martín de Tucumán con seis tantos, pero no marca desde hace más de un mes.
La derrota en Caballito fue un baldazo de agua fría a las aspiraciones de San Martín de Tucumán y Diego Flores sabe que deberá encarar el partido del domingo como una especie de final. El técnico del “santo” tendrá la difícil tarea de levantar anímicamente a un equipo que quedó golpeado por el resultado y, sobre todo, encontrar la solución a un problema que viene arrastrando en las últimas fechas: la poca generación de juego y la falta de efectividad en ataque.
La eliminación en Copa Argentina significó un antes y un después en este equipo. A partir de allí sumó tres victorias al hilo, pero no evitó entrar en un declive futbolístico que no le permitió aprovechar la oportunidad de ser nuevamente líder de la zona A.
A pesar de haber sumado de a tres contra Patronato, Racing de Córdoba y Alvarado; San Martín quedó en deuda con la generación de juego y eso quedó evidenciado en los partidos posteriores a esa racha de victorias. Empató uno, perdió dos y sólo le ganó a Deportivo Maipú de manera agónica con el tanto de Gonzalo Klusener.
En el ataque, a Flores le salían los nombres de memoria: Gonzalo Rodríguez y Lautaro Fedele como extremos y Junior Arias como referente de área.
No obstante, el atacante uruguayo se mostraba con la pólvora mojada. Contra el “patrón” tuvo dos claras que desperdició. Se reivindicó en Córdoba (marcó el gol de la victoria) y contra el Alvarado (anotó desde el punto penal). Desde allí, volvió a decaer en su rendimiento. Claro, en su defensa, al “charrúa” no le llega ninguna pelota “limpia” en los metros finales.
A los extremos Fedele y Rodríguez les cuesta demasiado desequilibrar por las bandas y ganar en el mano a mano. Tal es así que siempre son los primeros cambios de Flores en el complemento. Para mejorar en ese sector, Flores apostó por el ingreso de Matías “Caco” García y a pesar de que rindió contra el “botellero”, mermó su rendimiento en la derrota contra Ferro.
Esta poca efectividad en el ataque también puede ir de la mano con lo que sucede en el medio campo. Salvo una inspiración de Juan Cuevas -marcó dos goles en dos partidos consecutivos- o una destreza de Pablo Hernández, la falta de fútbol es alarmante.
Gustavo Abregú busca ser la salida limpia del equipo y si bien a veces lo consigue, todavía continúa en la búsqueda de una asociación con Hernández y con Cuevas. El ex Independiente demostró que puede ser clave jugando más suelto, tal es así que por la banda izquierda generó la jugada del tanto de Klusener en el juego contra Deportivo Maipú.
Esa falta de fútbol tampoco tiene solución con los relevos. Iván Molinas no encuentra su lugar en la cancha, Matías Ignacio García jamás tuvo regularidad y Leonardo Monje perdió terreno por completo.
En lo que respecta al ataque, la falta de gol parece haber encontrado algunas variantes en el banco.
Nicolás Moreno demostró que puede ser determinante. Actualmente lleva tres tantos en el torneo y viene de descontar en la caída contra el “verdolaga” en Caballito. Mientras que Klusener lleva dos tantos, pero opacó su última presentación con una expulsión infantil.
Desde la primera fecha a la actualidad, el hincha “santo” siempre le reprochó a Flores la falta de una idea clara de juego. ¿Logrará el DT revertir esta situación futbolística, convencer a los fanáticos y salir del mal momento? Contra San Miguel tendrá un desafío grande, en el que no puede fallar.
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