España se lo remontó a Francia, y es el primer finalista de la Eurocopa
El partido tuvo 45 minutos iniciales de altísimo voltaje. De hecho, la apertura del marcador llegó a los 8': tras recibir por el sector derecho del ataque, Kylian Mbappé, sin impulso y sin siquiera dar un indicio, lanzó un centro tremendamente preciso para encontrar la cabeza de Randal Kolo Muani, que se filtró entre Marc Cucurella y Aymeric Laporte, y con un cabezazo preciso contra el palo, venció la resistencia de Unai Simón, para poner en ventaja a los de Didier Deschamps.
En esos primeros minutos, España se mostraba algo confundido, e incluso Francia tuvo alguna contra que no supo aprovechar para dar un golpe de nocaut. Sin embargo, en una ráfaga, los dirigidos por Luis de la Fuente dieron vuelta la historia.
El empate llegó a los 21', de la mano de Lamine Yamal. El joven delantero de Barcelona, que cumplirá 17 años el próximo sábado, se deshizo de la marca de Adrien Rabiot con un zurdazo al ángulo, que se metió tras rebotar en el palo, ante la infructífera volada de Mike Maignan. Un tanto que, además, marcó historia, ya que Yamal se transformó en el jugador más joven en anotar un tanto en la Eurocopa.
Y apenas cuatro minutos después, llegaría el 2-1 que, a la larga, sería definitivo. Tras un centro de Jesús Navas y un despeje incompleto, Dani Olmo paró la pelota, de aire, con su pie derecho, y también de aire, tocó la pelota para acomodarla hacia su perfil derecho, en el sector derecho del área, dejando en el camino a Aurelien Tchouameni, y sacó un zapatazo cruzado que se metió tras rebotar en el pie de Jules Koundé. Pese al desvío, el tanto fue adjudicado al delantero de Leipzig, porque la pelota, de todas maneras, tenía destino de gol.
El resto de la primera mitad quedó en manos de España, que dominó, aunque sin necesidad de acelerar demasiado en los metros finales, tranquilo con el resultado. Algo similar se mantuvo en el segundo tiempo, donde la “furia roja” manejó la pelota, sin apuro, ante una Francia que no encontró los caminos. Con mucho menos ritmo que en la primera mitad, Mbappé estuvo apagado (apenas tuvo un remate, que se fue muy desviado), y el que más intentó en Francia fue Bradley Barcola, sin éxito. Así, España dejó pasar los minutos, apoyándose en el gran nivel de sus mediocampistas centrales, Fabián Ruiz y Rodri, y selló un nuevo triunfo, su sexto en seis partidos en el certamen, para meterse en la final.
Con andar ideal, el equipo de Luis de la Fuente quedó a un triunfo de volver a coronarse campeón de Europa, algo que ya logró en tres oportunidades. De conseguirlo este domingo, se transformará en el máximo ganador (en soledad) del certamen. Para eso, deberá superar un último escollo, que saldrá del duelo entre Inglaterra y Países Bajos.