Al igual que las personas, los perros también pueden ser diagnosticados con distintos tipos de cáncer y aunque para su dueño recibir la noticia sea devastador, un tratamiento adecuado y a tiempo puede curar la enfermedad.
Si bien muchas veces hay pocos o ningún signo -al menos al principio- que hagan sospechar de la enfermedad, si se nota algún síntoma extraño en la mascota lo mejor será acudir a un veterinario que sabrá determinar sus causas. Los tipos de cáncer caninos son cinco, pero un diagnóstico temprano puede llevar a un tratamiento que ayude a mitigar cualquier dolencia.
Cuales son los tipos de cáncer en los perros y qué síntomas deben alertarnos
Si bien los síntomas del cáncer canino varían, hay que estar muy atento a la aparición de cualquier bulto o protuberancia en su perro, una herida que no cicatriza, inflamación de ganglios linfáticos, inflamación en el hueso o sangrado anormal.
Los cinco tipos de cáncer más comunes en los perros son:
Tumores de mastocitos o mastocitomas: son una forma de cáncer de piel. Los mastocitos son células que residen en los tejidos conectivos, especialmente en los vasos y nervios que están cerca de la superficie externa de su perro (piel, pulmones, nariz y boca). Los perros braquicéfalos son más propensos a sufrirlos.
Melanoma: es un tipo común de cáncer en perros en el que se reproducen los melanocitos, normalmente es maligno, pero hay casos de tumores benignos de este tipo. Suele aparecer en animales de edad avanzada y una zona muy habitual es en la boca.
Linfoma: es un cáncer de un tipo de células sanguíneas (linfocitos) y tejidos linfoides. El tejido linfoide normalmente está presente en muchos lugares del cuerpo, incluidos los ganglios linfáticos, el bazo, el hígado, el tracto gastrointestinal y la médula ósea.
Cáncer de hueso (osteosarcoma): el osteosarcoma se refiere al tumor óseo más frecuente que se encuentra en los perros. El cáncer de hueso puede afectar a cualquier raza de perro, pero es más común en las razas más grandes.
Hemangiosarcoma: es un cáncer maligno de tipo vascular que puede diseminarse rápidamente y causar tumores en casi cualquier parte del cuerpo. Se encuentra con mayor frecuencia en el corazón y el bazo del perro. Muchas veces se encuentra en una etapa avanzada antes de ser diagnosticado porque los síntomas tardan en aparecer.