¿Cuál es la clave para que el Pacto de Mayo en Tucumán realmente funcione?
Convocados por LA GACETA, especialistas analizan cada uno de los puntos. Destacan el potencial del país para cumplir esos objetivos, pero a la vez advierten sobre los riesgos que podrían llevar a una frustración. Hay condiciones de posibilidad que deben crearse para llegar al éxito.
LOS 10 PUNTOS DEL ACTA DE MAYO
1- La inviolabilidad de la propiedad privada
Francisco García Posse, abogado
La idea de la inviolabilidad de la propiedad privada ya viene con esa misma terminología en el artículo 17 de la Constitución Nacional. Presiento que con una clara concepción maniqueísta de la política y del gobierno, el llamado a funcionarios públicos (que ya juraron cumplir con los mandatos constitucionales) para que firmen un pacto que declare inviolable la propiedad privada parece redundante. Solo puede perseguir la ulterior descalificación política de quienes no lo suscriban, achacándoles estar en contra de la propiedad privada. En todo caso, y para cuando se promueva un verdadero pacto fundacional, estaría bien que incluya el compromiso con el respeto de la forma de gobierno representativa republicana y federal que está declarada en el artículo 1º de la Constitución Nacional, sobre lo cual este pacto y este gobierno guardan silencio. Al menos por ahora.
2- El equilibrio fiscal innegociable
Gustavo Wallberg, economista
Lo que aquí se busca es que los ingresos tributarios sean iguales a los gastos para evitar la emisión inflacionaria y el aumento de la deuda pública. Si tiene déficit, el Estado debe pedir prestado. El problema es que comienza pidiéndole prestado a los propios argentinos, y cuando el crédito interno se acaba debe acudir a la deuda externa, y luego a organismos internacionales. Es una bola de nieve de deuda. El Estado toma deuda y desplaza al sector privado del mercado, con lo que la deuda se encarece. Se puede pedir prestado al Banco Central pero tendríamos emisión inflacionaria y lo que se busca es evitar desplazar al sector privado del mercado de crédito. Los impuestos ahogan la actividad privada. Puedo pretender tener equilibrio fiscal cobrando pocos impuestos, pero necesito reducción del gasto público, no es cualquier a precio. Por eso hay que negociar con los actores políticos. Suena lindo pero solo funciona si recortás gastos y se necesita privatizar empresas, negociaciones. Algo ya se consiguió, pero no se puede hacer todo lo que te gusta.
3- La reducción del gasto público a niveles históricos, en torno al 25% del Producto Bruto Interno
Florencia Correa Dezza, economista
Más allá de evaluar si está bien o mal, la propuesta es qué significa y cuáles serían los caminos para lograrlo y qué consecuencias podrían tener esos caminos. Con el gasto público, más allá del tamaño lo que importa es cómo se usa. Si nos detenemos en el número uno podría decir que es algo para pensar. Los países desarrollados tienen un gasto mayor al 25%. Si hablamos de calidad, hacia dónde va ese gasto, para el caso de Argentina el año pasado fue del 37% de gasto sobre PBI. Para cumplir con el objetivo del 25% en términos reales el ajuste, más allá de lo que se hizo hasta el momento, debería ser del 35%. Lo que uno podría pensar es cómo bajo: gastos y recaudación. Si lo hiciera por gasto, qué toco, cuáles son los rubros sensibles que me permitirían lo suficiente para llegar a ese 25%. Casi el 40% del gasto público se lo llevan las jubilaciones y pensiones. ¿Estamos dispuestos a bajar en base a eso? Quizá mirar el déficit de las empresas del Estado, qué pasa y ver si es que hay espacio para reducir el gasto público, y si es discutible. Otra centralidad importante es la recaudación impositiva. El porcentaje es del 29% de presión fiscal de impuestos nacionales. No estamos lejos de lo que uno esperaría. Hay que avanzar a un sistema más progresivo, El Impuesto a las Ganancias debe estar bien diseñado. Si no se si puede recortar jubilaciones u obras públicas, debo mirar las empresas del Estado. Hay que sincerarse. Debo asegurar que los que más tienen más pagan.
4- Una educación inicial, primaria y secundaria útil y moderna, con alfabetización plena y sin abandono escolar
Adrián Barón, pedagogo
Tenemos problemas de analfabetismo. Puede haber escolaridad con exclusión escolar. Y ese fenómeno lo estamos viendo, por ejemplo, en los chicos y chicas que terminan la primaria y no alcanzan a desarrollar del todo la lectoescritura. Hay una ingenuidad en pensar que los problemas educativos se resuelven solo con políticas educativas. Porque que un niño aprenda a escribir no solo tiene que ver con la propuesta escolar o con la metodología que se utiliza para la alfabetización. El fenómeno no es didáctico, es social y cultural. Que un niño pueda aprender o no tiene que ver exactamente con sus condiciones de existencia y si no las mejoramos, no podemos garantizar aprendizajes. Los aprendizajes no se desarrollan solo en la escuela. La escuela da continuidad a un proceso que es mucho más extenso. Entonces, si implementamos políticas que suponen que los niños coman menos, coman mal, que los padres se queden sin trabajo, que no puedan acceder al consumo cultural vinculado a una cultura escolar, es más difícil que los niños aprendan a leer y escribir. Esto tiene que ver con cuestiones que van mucho más allá de la propuesta educativa en sí misma. Entonces, no vamos a resolver esos problemas emergentes si no resolvemos las condiciones de existencia de esos niños.
5- Una reforma tributaria que reduzca la presión impositiva, simplifique la vida de los argentinos y promueva el comercio
Luis Pereyra, abogado-contador
Los argentinos esperamos hace tiempo una discusión seria sobre la presión fiscal y el rediseño de la estructura del sistema impositivo para tener mayor certeza y generar mejores expectativas de competitividad a las empresas. La presión tributaria se calcula como el porcentaje de la recaudación impositiva en relación con el PBI de un año determinado, por lo cual es importante saber cuánto ha crecido económicamente nuestro país para poder comprender la magnitud de la presión. Nuestro sistema federal impone la necesidad de que Nación, provincias y municipios discutan un esquema de recaudación que permita a la industria local ser más competitiva y además que los consumidores (último eslabón en la cadena), podamos soportar una menor carga cuando adquirimos un producto o servicio. Si se tiene en cuenta el ranking de los primero cuatro impuestos, en nuestro país (para 2023) fueron IVA; seguridad social; Impuesto a las Ganancias e Ingresos Brutos, que representan el 81% de la recaudación total (un equivalente al 23% sobre el PBI). Esto nos abre el interrogante sobre cómo equilibrar las cuentas sin que ello afecte el financiamiento del gasto público que el país debe afrontar, entre los que se destacan salud, educación, desarrollo social y seguridad. Hay que rediseñar un sistema tributario armónico que desarticule los parches que se han ido imponiendo en los últimos años; el federalismo y el respeto por la autonomía de las provincias; la inflación con sus efectos distorsivos; un sistema tributario regresivo; la redistribución de la riqueza concentrada y cómo obtener recursos para cubrir las necesidades públicas buscando el equilibrio fiscal. De todas maneras, es imperativo repensar una reforma tributaria que promueva la inversión privada, que genere una industria más competitiva y facilite un comercio interno más eficiente y equitativo; en definitiva, un sistema que simplifique la vida de los argentinos.
6- La rediscusión de la coparticipación federal de impuestos para poner fin al modelo extorsivo actual que padecen las provincias
Gustavo Wallberg, economista
En este punto está mal lo del modelo extorsivo. No es una extorsión, es redistributivo, y ese esquema lo que genera es que los gobernadores ganen con el gasto ineficiente. Les permite seguir siendo pobres y cobrar coparticipación, es decir, te dan proporcionalmente más coparticipación cuando más pobre sea. No hay incentivo para dejar de ser pobres. La Constitución dice que los ricos deben aportar más para ayudar más a los que son más pobres: la extorsión viene con los impuestos, los ATN y los gastos discrecionales. El gobernador necesita que el gobierno gaste en Tucuman. Carlos Gervasoni hablaba de las provincias rentísticas: hay gobernadores que no están interesados en que llegue la inversión privada a sus provincias porque prefieren ser solventados por el Estado.
7- El compromiso de las provincias argentinas de avanzar en la explotación de los recursos naturales del país
Guillermo Aceñolaza, geólogo
Los recursos naturales hay que explotarlos, así nos desarrollamos. Otra cosa es que el marco reglamentario tenga problemas. Necesitamos desde el agua hasta el cemento para hacer rutas, las arcillas para ladrillos, estamos sustentados sobre base de geología, y deben ser explotados. Hoy tienen valor y se pueden sacar provecho de ellos. Si pierden valor es en detrimento de la sociedad. Nos desarrollamos sobre esa explotación y la geología es el pilar de base. Es importante avanzar responsablemente y debe haber un marco reglamentario, pero ninguna sociedad puede avanzar sin explotarlo. Hay leyes nacionales, provinciales, estamos suscriptos a tratados internacionales que regulan. El litio tiene valor hoy, hay que sacarlo hoy. Hidrocarburos, carbón y energía nuclear son fundamentales. Hay que hacerlo bien, más allá conflictos que son naturales. Hay recursos que pueden ser explotados por el ámbito público, pero la gran minería pesada no lo puede hacer porque el Estado no puede disponer de 300 millones de dólares para algo que a lo mejor no funciona. Debe haber participación privada. Una dupla es la forma en la que esto funciona. El estado solo no funciona, el privado funciona, pero hay que controlarlo.
8- Una reforma laboral moderna que promueva el trabajo formal
Antonio Tejerizo, abogado
No creo que promover trabajo formal dependa exclusiva y ni siquiera principalmente de los cambios que puedan introducirse en la legislación laboral. Se acaba de aprobar en la Ley Bases la figura del colaborador, que convierte al empleado en un trabajador sin dependencia. ¿Cuáles son los “costos laborales” que se pretenden reducir? ¿Y los aportes previsionales que van al sistema jubilatorio? ¿Los de las obras sociales y PAMI que atienden su salud? Tuvimos épocas con normas “más flexibles” (presidencia de Carlos Menem), con índices de desempleo muy altos. Es el funcionamiento de la economía lo que decide a un empresario contratar o no a un empleado. Una reforma posible y necesaria, a mi juicio, es distinguir beneficios impositivos y quizás también en las indemnizaciones de las pequeñas, medianas y grandes empresas. Pero no puede haber un sistema que dé lo mismo cumplir con la ley que no cumplir. Además, cualquier reforma legislativa no puede contradecir las garantías constitucionales del artículo 14 bis y de los tratados internacionales, pues más temprano que tarde serán declaradas inconstitucionales e inaplicables.
9- Una reforma previsional que le de sostenibilidad al sistema y respete a quienes aportaron
Mario Salvo, abogado
El sistema previsional en Argentina está sostenido no tan solo por el aporte del autónomo, la persona en relación de dependencia, sino por el sistema impositivo. Pero para sostenerlo se usaron fondos de la Anses o se los usa para pagar deuda, lo que denota que es una carga importante. Hubo muchas reformas. A esta proclamación de puntos que no dejan de ser una base de deseo profundo, le faltan un montón de cosas, Deberíamos ir a una reorganización de este sistema. Debe venir de la mano de una profunda reforma previsional e impositiva que permita aligerar las cargas de las empresas, para que sea sustentable. Hay perjuicios de las clases pasivas. Si uno tiene una masa salarial activa, que está en negro, ¿quién va a aportar? En la reforma tanto previsional como tributaria se debe ampliar la base. No se dice a qué sistema vamos. Esto debe ir de la mano de la reforma tributaria que permita la incorporación con personas que están fuera del sistema. La caja debería atender en lo que es importante, en muchos casos la clase pasiva. Sea cual sea el camino, el sistema debe ir acompañado por cambios en el sistema tributario, para que sea sostenible. La incertidumbre es por la falta de previsibilidad del país, no hay previsión, no hay seguridad jurídica, Hoy creemos que nos vamos a morir trabajando. Las reglas se deben mantener y respetar, sean las que sean.
10- La apertura del comercio internacional, de manera que la Argentina vuelva a ser protagonista del mercado global
María José Granado, doctora en Economía
La participación de Argentina en el comercio mundial ronda el 0,32%. Para ser protagonistas de ese mercado nuestras exportaciones e importaciones deben incrementarse significativamente. Una política de apertura favorecerá ese objetivo. El comercio internacional conlleva una mejor asignación de los recursos, acceso a un mayor número (y a un menor precio) de variedades de bienes y servicios finales, insumos y tecnología, generando mayores ingresos para el país y un incremento en el bienestar general. A corto plazo, algunos sectores pueden verse afectados por la competencia, pero el comercio dinamiza la economía y es motor de crecimiento a largo plazo. Políticas que acompañen en la transición serán más fáciles en un entorno económico respaldado por reformas laborales, educativas y promotoras de mayor inversión. La apertura requiere eliminar impuestos distorsivos que recaen sobre el comercio exterior (impuesto PAIS y retenciones a las exportaciones, hoy son importantes recursos para el Estado). La inserción requiere producciones sustentables de bienes y servicios, es lo que demanda el mundo. Es relevante afianzar relaciones diplomáticas con socios actuales y potenciales, y políticas de facilitación del comercio. Argentina tiene el capital humano para potenciarse en el mercado mundial, no solo a través de la exportación de bienes primarios, sino de la exportación de bienes con alto valor agregado y servicios diferenciados. La prosperidad se da en países abiertos al mundo.