La historia está atravesada por ellas. Son “Las Juanas”, pero el nombre podría ser cualquier otro. Lo importante es el mensaje y el legado que aportan a la lucha por los derechos de la mujer y a la marcha misma de la humanidad en su conjunto y en sus distintas expresiones, desde lo científico a lo artístico.
La excusa del título de la obra teatral escrita e interpretada por Agustina Toia, con dirección de Severo Callaci, y que se verá esta tarde a las 19 en La Sodería (Juan Posse 1.141) se centra en las referencias que cita para construir su historia: Juana Manso, la reina Juana La Loca, Juana de Arco, Juana Azurduy, la Papisa Juana, Giovanna Marturano, Juana de Ibarbourou y Sor Juana Inés de la Cruz. “Mujeres que lucharon por sus ideales, vivieron la prisión y el convento, fueron a la guerra, liberaron a sus pueblos y a sus almas, escribieron cosas hermosas, las sepultaron bajo otro nombre, siguieron su instinto, murieron en la pobreza absoluta pero quedaron estampadas en los billetes de sus países, amaron locamente, se hicieron pasar por hombres para escapar a su destino, sufrieron violencia doméstica, adicciones y abuso de poder, fueron procesadas y condenadas”, detalla como anticipo.
Toia comenzó a pensar en su creación e 2011, la escribe desde 2015 “y quizá sin saberlo desde toda la vida, ya desde niña cuando mi abuela del campo me recitaba pedazos de poesías de Juana de Ibarbourou: ‘Si estoy harta de esta vida civilizada! ¡Si tengo ansias sin nombre de ser libre y feliz! ¡Si aunque florezca en rosas, nadie podrá cambiarme la salvaje raíz!; y de Sor Juana Inés de la Cruz: ‘Hombres necios que acusais a la mujer sin razón sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpais’”.
“Hay algunos hechos que siguieron sembrando Juanas en mí como en 2008, cuando vivía en Roma. Era el 25 de abril, día de la liberación italiana, una festividad muy importante para los romanos y sobre todo para los del Pigneto, el barrio de posguerramuy presente en la resistencia. Allí conocí personalmente a Marturano, la Juana italiana, que llegaría mucho más tarde a la colección de mis mujeres pero que ya había pasado por mi retina. Una mujer pequeña, la bimba col pugno chiuso (la niña con el puño cerrado) la llamaban, una partisana que había estado en la primera linea junto a las mujeres del quartiere en la lucha antifascista. La vi desde lejos con más de 90 años, arengando a las masas, exclamando palabras de libertad y justicia. Un par de años mas tarde pensé a la de Arco. Siempre me había llamado la atención su historia, su valentía, su fe errante, sus convicciones tan fuertes desde tan pequeña. Y ahí llegó la Azurduy, que fue a la guerra a defender su patria, pero del otro lado del charco, en Latinoamérica. Y así fueron llegando de a poco. Este nombre como bandera y todas sus maravillosas historias”, recuerda.
- ¿Qué las une a todas?
- “Las Juanas” engloba la experiencia de muchas mujeres que no solo han tenido en común el nombre sino también su destino. El nombre es un punto de partida para hablar de todas nosotras y también de mí, hacia mi mundo más íntimo. La obra es un grito, una plegaria, un rezo, un ritual sagrado, un baile, una herejía cósmica. Al final de la función dejamos un cuaderno de bitácoras donde la gente escribe cosas hermosas, como “Todas somos Juanas”. Y así es...
- Cada una desafío al poder de alguna manera...
- A través de un lenguaje físico y poético, hago hincapié en las situaciones y universos que las vinculan: la política, la justicia, la locura, el aborto, el travestismo, la maternidad, el deseo, la lucha, el feminismo, la patria, las contradicciones de la historia, la poesía, la paz, la fe, la libertad. Les doy la oportunidad para decir aquello que no pudieron. Todas se rebelaron a su tiempo pero sus huellas han quedado impresas en la historia no oficial, envueltas en un aura mítica muy grande. Cada Juana tiene algo de mi, pero la Papisa es una de mis preferidas. Es la que más disfruto de hacer en escena, me divierto mucho con ella y con Juana de Arco, Ambas criadas en el campo, entre hermanos varones, con una fe interior muy profunda, muy clara, muy grande. Cada una luchó por defender sus ideales con su arma: la pluma, la espada, la palabra, la militancia, la fe. Cada Juana escribió su propio destino, vienen trazando este camino de liberación que hoy tomamos y seguimos transitando.
- Es una obra femenina, escrita y actuada por una mujer y sobre mujeres, pero la dirige un hombre, ¿qué te aportó Severo?
- Venimos trabajando juntos en una poética propia muy hermosa y profunda, que tiene que ver con un teatro físico, político y popular. Conjugamos el abordaje escénico con la transformación permanente, la creación de personajes, el trabajo de imágenes, mezclando diferentes lenguajes como cantos y danzas. Elaboramos en cada creación lo que nos está sucediendo a nosotros como personas y al mundo también, y hacemos un tratamiento sobre eso. Creemos que la poesía y el arte tienen esa capacidad de transformar, de trascender los géneros para encontrarnos en un nuevo lugar sin fronteras, donde hombres y mujeres podamos crear en paz, sin rivalidad, con amor y conciencia.
- ¿Por qué hablar de la mujer y sus derechos en este tiempo?
- El gran desafío de esta era es el ser humano. Es un tiempo que acompaña a repensarlo todo, una vez más. No solo el rol de la mujer, sino el del ser humano todo: Hombre y mujeres estamos quedando bastante afuera de este mundo que se propone artificial. Es un momento donde todo está en cuestión: el género, la experiencia laboral, el tiempo, el amor.
- En ese contexto, ¿los cambios impuestos por el gobierno de Javier Milei implican un retroceso en conquistas o una amenaza concreta a colectivos sociales?
- Sí. Actualmente estamos viviendo una crisis humana bastante grande, que repercute por supuesto en la cultura. Son tiempos conservadores, donde se propone un retroceso más que un ir hacia adelante. Por eso, desde nuestro trabajo como creadores, artistas y caminantes, nos proponemos seguir sosteniendo la actividad de manera directa. Como por ejemplo esta gira que estamos realizando por todo el norte argentino, solo con el apoyo de salas independientes que nos reciben, de Secretarías de Cultura locales que nos acompañan. Porque el ser independiente en su esencia es realmente eso: una obra que va, un teatro que recibe abriendo sus puertas y un pueblo que se acerca a este fuego, a este ritual antiguo y sagrado, al cual honramos.
Infantiles
Juegos, cine y clown
En el Teatro del Pueblo de San Pedro de Colalao comenzará la temporada de espectáculos de invierno, con la presencia a las 17 de la obra infantil “La granja de Zenón”, con los famosos personajes de la televisión en divertidas aventuras. En Monteros, el musical “Poco loco” estará a las 18 en el Cine Teatro Marconi (Crisóstomo Alvarez 245). En la capital, con entrada libre y gratuita, a las 18 volverá el “Cine en familia” a la Casa del Bicentenario (avenida Adolfo de la Vega 505) con la proyección de la película animada argentina “La máquina que hace estrellas”, dirigida por Esteban Echeverría. Una hora más tarde llegará a Puerto Cultural Libertad (Las Piedras 1.850) “Tuquito y Yunguita”, con teatro, clown y títeres para toda la familia para abordar temas como la autoestima, el cuidado personal, el respeto a los otros, la importancia del trabajo, la conciencia y cuidado ambiental, la valoración territorial, cultural y la memoria colectiva, a cargo de Ramiro Salvador e Indra Loto (foto).
Musical
Reponen “Tango feroz”
¿Hay espacio para el amor en momentos donde lo que sebusca es cambiar el mundo? La historia de Tanguito y Mariana demuestra que sí durante el desarrollo de “Tango feroz”, la recordada película que esta noche se presenta en formato de musical en el teatro municipal Rosita Ávila (Las Piedras 1.550) a las 22,
con adaptación de Ariel del Mastro y Joaquín Bonet, dirección general de María José Stefani y puesta en escena de Jorge Pérez Lucena, con conducción coreográfica de Martín Gómez Sastre y vocal, de Cecilia Paliza. Las actuaciones están a cargo de Isaías Salvatierra (foto), Ruth Plaate, Santi Guaráz, Liz Álvarez, Emiliano Núñez Campero, Nito Valdez, Paula Sanna, Nahuel Vallejo, José Jiménez y Catto Emmerich. En San Isidro de Lunes se repondrá a las 21.30 “La hechicera” en El Alto de Estela (9 de Julio 268), a cargo del grupo independiente La Red Lules con entrada a la gorra. La dirección y los protagónicos están a cargo de Soledad Benegas y José Luis Alves, en una historia ambientada en los tiempos de la inquisición española en América.