Las sopas son alimentos que a menudo se incluyen en las dietas para adelgazar. Su bajo contenido calórico y su alta concentración en líquidos hacen que sea un alimento propicio para generar saciedad en reemplazo de otras comidas. Aunque suelen estar hechos de verduras, se les pueden agregar otros ingredientes con proteínas para lograr que sean platos nutricionalmente más completos.
Sopa depurativa y antiinflamatoria
El aspecto antiinflamatorio de una sopa está dado por su ligereza. Las verduras hervidas son súper livianas y mejoran la digestión, ayudan a reducir el colesterol y los triglicéridos altos. Por eso los caldos son buenas opciones para bajar de peso sin saltearse ninguna comida.
A su vez, estas propiedades son depurativas, no solo por los minerales y vitaminas de las verduras. El líquido estimula el funcionamiento de los riñones, lo que permite eliminar mediante la orina los componentes innecesarios que conserva el cuerpo.
Sopa rica en proteínas
La sopa de pollo es la opción llena de proteínas que ayuda a perder peso. Se puede preparar en grandes cantidades y guardar en el freezer para tener para la semana. Está lleno de colágeno, la proteína que protege y fortalece los huesos, las uñas, el pelo y la piel.
Este plato tiene un alto contenido de calcio, ayuda a mejorar la digestión, fortalecer el sistema inmunológico y promover la salud articular. También es incluído en la dieta del llamado ayuno intermitente porque, según los especialistas, no rompen el ayuno.