Una seguidilla de temblores de baja intensidad, que comenzó el domingo pasado, ha afectado a la zona norte de Chile, un verdadero “enjambre sísmico”, según el Centro Sismológico Nacional (CSN), que tiene más que preocupados a los científicos nacionales, quienes vaticinan un terremoto importante en un futuro no muy lejano.
El CSN reveló que, entre el domingo, lunes, martes y miércoles, una zona determinada en el extremo norte de Chile, ha sido víctima de una seguidilla de eventos telúricos. Se trata de la Mina Collahuasi, en la Región de Tarapacá, que registró más de siete sismos, todos entre 2,7 y 3,8, en la escala Richter. Los movimientos se sintieron también en la ciudad de Antogafasta y localidades como Socaire, Sierra Gorda, Pica y Ollagüe.
Aunque dichos sismos son muy pequeños como para alarmar a la población local, acostumbrados a que la tierra se mueva de vez en cuando, varios expertos recordaron el gran terremoto que azotó a Vallenar en 1922, el que tuvo una magnitud de 8,5 en la escala Richter.
El geógrafo de la Universidad Católica, Pablo Salucci, explicó al diario chileno “La Tercera” que los temblores que han formado este enjambre ocurren al interior de la placa Sudamericana como consecuencia del empuje de la placa de Nazca a gran profundidad. “Estamos en una zona que no se ‘rompe’ hace más de un siglo, y se espera un gran sismo del tipo interplaca, que generaría además un tsunami de importancia”, aseguró.
El mayor riesgo radica en que aumentó mucho el uso de la costa en la zona, por lo que hay más gente expuesta a los daños.