“La clave fue engancharnos los dos con el mismo deporte”. La frase pertenece a Guillermo Manzur (43 años), que junto a su esposa Agustina Lobo (44 años), se “enamoraron” del mountain bike a fines de 2020. Está claro que practicar deportes en pareja otorga numerosos beneficios, además de los que aporta la actividad física en sí misma.
“Que los dos practiquemos mountain bike hace todo más fácil. Es la primera vez que estamos tan comprometidos con un deporte. Tener a tu pareja en la misma es buenísimo porque nos acompañamos en todo el proceso. Hay muchos viajes, muchas horas de entrenamientos y una alimentación especial”, cuenta Agustina. “Nuestro amor por este deporte arrancó en la pandemia. En septiembre de 2020 nos compramos dos bicicletas y decidimos comenzar a pedalear en forma recreativa. Como vivimos en Yerba Buena, empezamos a subir al cerro San Javier. Y sin darnos cuenta, nos fue atrapando”, señaló “Guille”, que es oftalmólogo.
Guillermo y Agustina están bien organizados para repartir el tiempo entre lo laboral, lo familiar y lo deportivo. “Es necesario estar muy organizado en lo laboral y en lo familiar porque te ocupa mucho tiempo. Fue clave engancharnos los dos, porque sino es muy difícil organizarse. En nuestra provincia el mountain bike es amateur, pero en planificación, entrenamiento y alimentación es como si fuese profesional. Hay mucha dedicación. Sólo le falta la rentabilidad para ser profesional porque la dedicación que le ponen todos es tremenda. Para pelear arriba, tenés que entrenar entre 10 y 12 horas semanales. En casa consumimos todo el tiempo temas relacionado al ciclismo. En youtube, ponemos carreras de bicicleta, entrenamientos y alimentación, entre otras cosas. Somos una familia obsesiva por el ciclismo. Es un deporte muy atrapante”, contó Manzur, que junto a su esposa compiten en las especialidades cross country y cross rural de los campeonatos Tucumanos.
“Es un placer hablar de mountain bike. Se volvió un estilo de vida para nosotros. Nos gusta comer sano, salir a entrenar con grupos de amigos. Es muy apasionante el contacto con la naturaleza, genera una muy buena calidad de vida. Nos gusta esta versión deportista que apareció después de la pandemia. Trato de mantener un equilibrio entre la maternidad, el control de la casa y el consultorio. Durante tres años practiqué equitación, pero este es un deporte totalmente distinto”, reveló Agustina, que es mamá de Pía (15 años) y Julieta (14).
Sol Corrado (44 años) y Carlos Medina (40) se iniciaron juntos hace ocho años. “Somos de Jujuy pero hace más de 15 años que vivimos en Tucumán. Tenemos un local de indumentaria deportiva. Un día fueron unos clientes y nos contagiaron la pasión por el deporte. Primero arrancamos haciendo running y luego con la 'bici' tuvimos amor a primera vista. Nos ‘copó’ a los dos”, señaló Sol. “El mountain bike limita mucho la vida social nocturna. Lo veo con mis compañeros cuando sus parejas no son deportistas; no entienden cómo le podés dedicarle tanto tiempo y tanta energía a un deporte. Hay bikers que lo sufren mucho porque sus parejas no entienden esta pasión. Se necesita descansar bien para entrenar y trabajar. Con Carlos nos completamos muy bien. De la parte mecánica de la bici se encarga él y yo de la ropa, de los geles y de otras logísticas para las carreras. Tenemos las tares bien repartidas”, agregó.
“Está muy bueno compartir la pasión por la bicicleta con ella. Todo se hace mucho más fácil. Disfrutamos mucho juntos y cuando nos toca correr en parejas es hermoso. Nos llevamos bárbaro”, dijo Carlos.
Luciana Martínez Iotti (38) y Diego Toledo (48) se sumaron al ciclismo de montaña gracias a sus hijos. “El primero que arrancó fue Thiago, durante la pandemia. Todos practicábamos distintos deportes, pero en esa época lo único que podíamos hacer era ir a pedalear en las senda. Empezamos a acompañarlo a nuestro hijo y al final, sin imaginarnos, todos nos enamoramos de la bicicleta. Este es un deporte muy familiar. Los domingos de carrera estamos todos ahí”, expresó “Lu”, que también es mamá de Ámbar y de Mateo. “La verdad es que es lindo que todos hagamos mountain bike. Mis amigas me dicen que tengo mucha suerte de poder compartir con mi pareja esta pasión. Solamente la persona que lo practica sabe lo importante que es dedicarle el tiempo necesario al entrenamiento. La mayoría de las veces estoy entre tres y cuatro horas en el circuito. Y un día de carrera salimos a la 7 de la mañana y estamos volviendo a las 5 de la tarde. Es decir que estamos 10 horas afuera de la casa, entonces es muy complicado. Eso, si tu pareja no lo entiende, puede generar un conflicto familiar”, agregó la ex bailarina de La Botona.
“Es una ingeniería cuando tenemos que ir a competir a otra provincia porque somos cinco. Es muy sacrificado, pero a la vez genera una gran satisfacción. Todos nos apoyamos mucho”, contó Diego, que antes practicaba taekwondo y jugaba al fútbol.
Nerina Mirabal (37 años) y Huaco Brian (35). El biker fue el que hizo que su actual pareja se sume al deporte de la bici. “Antes jugaba al fútbol, pero sufrí una lesión en la rodilla y nunca volví a sentirme bien. Hace cuatro años comencé a andar en bicicleta y me atrapó el contacto con la naturaleza. Desde hace dos años que compito en diferentes carreras. Al principio Nerina, que estaba embarazada, me acompañaba a las competencias. Luego de que nació Olivia (tiene 1 años y siete meses) se sumó al mountain bike”, dijo Huaco.
“Mirándolo a él en las carreras, dije que me quería sentir protagonista. Al mes de haber nacido Olivia me compré todo y ya llevo un año y seis meses compitiendo. Ambos somos docentes y trabajos en la escuela de Comercio Dr. Miguel Lillo, de Yerba Buena. Ahí nos conocimos. Estamos todo el tiempo hablando de la bicicleta y de la escuela. El mountain bike nos unió mucho más como pareja. Lo disfrutamos al máximo. Es hermoso compartir esta misma pasión”, comentó la biker. “Los dos entrenamos en la Escuela de Soledad Auad. Gracias a este deporte conocimos lugares maravilloso, donde sólo podés llegar caminando o en bicicleta. A nuestra hija la llevamos a todas las carreras y las personas que van a hacer la asistencia se encargan de cuidarla. Ya se hizo famosa en el mountain bike”, concluyó Nerina.
Son deportistas, parejas y comparten la misma pasión por el mountain bike. Así todo se les hace más fácil.