Luego de la derrota ante Inglaterra en el debut, Los Pumitas sabían que estaban obligados a ganarle a Sudáfrica, el equipo anfitrión, para seguir con chances de avanzar a semifinales del Mundial M20. Y el seleccionado argentino, dirigido por el tucumano Álvaro Galindo, y con otro tucumano, Tomás Medina, como titular, lo hizo, y a lo grande: se impuso por 31-12, exhibiendo un nivel impresionante.
El partido tenía, también, un cierto sabor a revancha para Argentina, o al menos la intención de que lo fuera. Claro, Sudáfrica fue verdugo en el Mundial de la categoría del año pasado, revirtiendo un partido que favoreció a Los Pumitas hasta los 68 minutos, y también en el Rugby Championship M20 de este año, cuando los “Junior Springboks” se impusieron 30-28. La tercera fue la vencida.
Ya desde los primeros minutos, se vio a un combinado albiceleste muy metido en partido, afrontando con mucho carácter un partido decisivo ante una de las potencias de la disciplina, que encima tuvo el apoyo de su gente. Así fue que, en los primeros ocho minutos, marcó dos tries, imponiéndose en una faceta donde los sudafricanos suelen sacar ventaja: la potencia física. A los cuatro minutos, el hooker Juan Greising Revol apoyó tras un maul, que se formó luego de un line muy cerca del ingoal sudafricano; y tres minutos y medio después, un nuevo maul le permitió a Argentina ganar muchos metros, y tras un pase clarificador del medio scrum, Tomás Di Biase, Juan Pedro Bernasconi apareció sólo por la derecha para terminar ingresando al ingoal rival. Santino Di Lucca acertó una de las dos conversiones, por lo que el marcador estaba 12-0 a favor de Los Pumitas.
Por supuesto, pese al gran arranque, quedaban todavía más de 70 minutos por delante. El desafío era sostener esas primeras señales, algo que no fue posible ante Inglaterra, donde el seleccionado también arrancó dos tries arriba. Esta vez, la historia fue diferente. En defensa, durante el primer tiempo sobre todo, el trabajo en el ruck fue impecable, y dos peligrosos ataques sudafricanos terminaron en penal por pescas argentinas. Tal fue la disciplina del seleccionado nacional, que apenas concedió un penal en todo el primer tiempo.
Y para colmo, a los 2 minutos, llegó el tercer try argentino: otra vez Greising Revol, y otra vez de maul. Aunque la conversión de Di Lucca se fue desviada, la diferencia a favor de Argentina seguía estirándose: ahora, 17-0. Sudáfrica no pudo perforar la implacable defensa argentina, e incluso, el marcador pudo haber sido más amplio al cabo de los primeros 40 minutos, ya que hubo un par de ataques “albicelestes” que no prosperaron, pero estuvieron a punto.
El trámite no cambió en el segundo tiempo. Aunque Sudáfrica intentó salir más impetuosamente, obligado por el marcador adverso, Los Pumitas mantuvieron la compostura, y siguieron cumpliendo el libreto a la perfección, sobre todo en defensa, pese a las complicadas condiciones climáticas, que generaron que las imprecisiones, de ambos lados, fueran en aumento.
A los 8', llegó el cuarto try argentino: en un line sudafricano a metros de su propio ingoal, Efraín Elías interceptó la pelota, y se arrojó hacia adelante para apoyar. Esta vez, Di Lucca acertó la conversión, y el marcador ya mostraba una goleada: 24-0.
Los minutos que siguieron fueron los más complicados para Argentina. A los 11', Sudáfrica descontó a través de un try penal, que encima derivó en una amarilla para Felipe Bruno, segunda línea argentino. Aunque parecía que la balanza podía empezar a volcarse a favor de los “Springboks”, Los Pumitas demostraron un carácter y una fortaleza física envidiables, para seguir con el trabajo impecable en defensa, e incluso estar muy cerca de anotar un nuevo try. Algo que terminaría llegando a los 30 minutos, por intermedio de Juan Penoucos, luego de que Agustín Sarelli bloqueara un intento de kick sudafricano. Di Lucca acertó la conversión, para el 31-7, un resultado que ya parecía irremontable.
Los últimos minutos fueron a pura defensa para Argentina, ante un equipo sudafricano que atacó con más orgullo que ideas. Después de resistir varios minutos, la “muralla” argentina se rompió a los 41', cuando Bathobele Hlekani, tercera línea sudafricano, pudo apoyar, sólo para decorar el resultado. La conversión se fue desviada, por lo que el marcador final terminó siendo 31-12 para los de Galindo.
Gran triunfo del seleccionado argentino, superior durante prácticamente todo el partido, para superar el mal trago del debut, y mantener las esperanzas de avanzar a semifinales del Mundial. La tarea no es sencilla; sólo avanzan los líderes de cada grupo, y el mejor segundo de las tres zonas. Por lo pronto, Argentina buscará imponerse en su último partido, ante Fiji, el próximo martes a las 9 de la mañana, y esperará resultados. Logre o no la clasificación a semifinales, el torneo, hasta ahora, deja muchas conclusiones positivas para el combinado albiceleste, que está a la altura de los mejores.