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EN LOS TALLERES. Pablo Macchiarola, intendente de Yerba Buena, en el inicio de la reforma del Código de Ordenamiento Urbano.
La Municipalidad de Yerba Buena dio inicio a los trabajos para llevar adelante la reforma del Código de Ordenamiento Urbano (COU), con la participación de autoridades, profesionales y vecinos de la “Ciudad Jardín”.
El primer encuentro se llevó adelante en la Casa de la Cultura, y estuvo encabezado por el intendente Pablo Macchiarola.
Los convocados -funcionarios, ediles, desarrolladores, ONG, arquitectos, ingenieros y otros invitados- se organizaron en mesas aleatorias para intercambiar y debatir ideas sobre la actualidad del municipio, teniendo así una visión integral de las necesidades de cambio.
Según se explicó, la propuesta incluye tres talleres, que están pensados como un espacio de reflexión y de trabajo para definir, mediante un proceso consensuado, los lineamientos estratégicos que serán la base de la reforma del Código de Ordenamiento Urbano de Yerba Buena.
“Es fundamental la participación de todos los actores para poder tener un renovado COU municipal, que debe reforzar las características que hacen a Yerba Buena una ciudad única en el norte argentino”, expresó el intendente en la apertura del taller.
Macchiarola afirmó que el nuevo código también apuntará a satisfacer las necesidades que surgieron en el municipio, “como un transporte de mayor calidad que nos incluya a todos, por dar un ejemplo”. “Necesitamos un código para mejorar la calidad de vida de todos los vecinos”, enfatizó el radical.
Entre las temáticas analizadas en el primer encuentro estuvieron los ingresos y egresos a la ciudad y los servicios de agua y de cloacas. También se debatió respecto al crecimiento demográfico registrado en los últimos años en Yerba Buena; el reordenamiento de ejes comerciales; y espacios deportivos y naturales, entre otros.
“El desafío que hoy nos ocupa es muy grande”, expresó Esteban Auad, secretario de Obras Públicas de Yerba Buena. Y añadió que es clave tener en cuenta temas estratégicos, como los servicios primordiales, entre ellos, las redes de agua y de cloacas.
La arquitecta Isabel Salas López, encargada del equipo que encara el proyecto, señaló la necesidad de actualizar un código que lleva 30 años sin una revisión integral.
“Queremos actualizarlo en su diagnóstico y revisar cuáles van a ser los lineamientos estratégicos de un nuevo plan también ambiental’’, afirmó.
El enfoque del nuevo COU no solo será técnico y administrativo, sino que buscará integrar a todos los actores claves de la comunidad, indicaron en el municipio. Por ello, Salas López puso énfasis en la importancia de la participación ciudadana. “Queremos escuchar a la gente, escuchar a los vecinos, a las empresas, inmobiliarios, Cámaras de Comercio, al turismo, deportivos. También las ONG, que atienden a los más vulnerables, a las universidades, y a los prestadores de servicios, por supuesto”, enumeró.
Claves del espacio
En esta primera etapa del proyecto, se convocó un taller para presentar el prediagnóstico realizado en la ciudad.
El espacio estuvo centrado en tres dimensiones fundamentales: ambiental, socio-urbana y económica.
El objetivo es identificar los problemas más urgentes, las necesidades cruciales y las amenazas, así como también detectar las fortalezas y oportunidades del territorio visto desde la perspectiva de todos los actores involucrados. A partir de estas pautas, se marcarán las líneas de actuación y, a través de un proceso participativo, se definirán los proyectos a implementar.
“Vamos a ir formulando los distintos capítulos del código urbano; este plan piensa en 2050 y en cómo puede crecer Yerba Buena”, cerró la arquitecta.
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