Cuando los atletas reconocen la fuerza de su voz

Cuando los atletas reconocen la fuerza de su voz

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Cada cierta cantidad de tiempo reaparece el debate sobre si las figuras del mundo del deporte deben expresar sus posiciones políticas o no. Claro, la influencia que estos atletas tienen en la sociedad es indiscutible, lo que plantea preguntas sobre su responsabilidad y el impacto de sus declaraciones.

Cuando se inició la Eurocopa, varios jugadores de la Selección Francesa expresaron su opinión por la situación política en Francia, desviando la atención del torneo hacia el activismo. Ferland Mendy, Ousmane Dembélé y Marcus Thuram discutieron sobre la importancia del voto en el vestuario, lo que llevó a un comunicado de la Federación Francesa de Fútbol pidiendo evitar la politización del equipo durante la Eurocopa.

Kylian Mbappé, capitán del equipo, respondió con un llamado aún más contundente a votar. “Hay cosas más importantes que un partido de fútbol. Somos ciudadanos franceses y no podemos estar desconectados”, dijo.

¿Al ser figuras públicas tienen la responsabilidad de utilizar su voz para influir en temas importantes? Taylor Swift cree que sí; desde el 2018 se manifestó políticamente a favor de los candidatos demócratas de su estado; y hoy hasta se rumorea que puede ayudar a vencer a Donald Trump.

Previo a la Copa América, se dio un caso ilustrativo cuando un periodista le preguntó a Lionel Scaloni sobre las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) y mencionó al entonces candidato presidencial Javier Milei. Scaloni prefirió no opinar; esta postura de neutralidad puede interpretarse como una manera de evitar la controversia y mantener el foco en el deporte, aunque algunos la ven como una oportunidad perdida para influir en cuestiones relevantes.

Ejemplos históricos también alimentan este debate. Durante los Juegos Olímpicos de 1968, los atletas estadounidenses Tommie Smith y John Carlos levantaron sus puños en señal de protesta contra el racismo, un gesto que tuvo repercusiones globales. Más recientemente, en el 2017 Colin Kaepernick, jugador de la NFL, se arrodilló durante el himno nacional de Estados Unidos para protestar contra la brutalidad policial, lo que desencadenó un movimiento de protesta que trascendió el ámbito deportivo.

Ilkay Gündogan, actual capitán de la selección alemana, escribió una carta al periódico Bild destacando la importancia de la diversidad en el equipo. “Lidero un equipo influenciado por culturas y países diferentes. Estoy orgulloso de ser el primer capitán de Alemania con antecedentes migratorios. La diversidad e influencia cultural son nuestras fortalezas. El fútbol tiene el poder de unir a la gente en un momento de división social. Como equipo, queremos contribuir a la cohesión”, afirmó.

Estos casos muestran cómo los atletas han utilizado su plataforma para abordar injusticias sociales y políticas, generando tanto apoyo como oposición. La capacidad de influir de estas figuras no se limita a sus actuaciones deportivas; su voz tiene peso en la sociedad. Sin embargo, esta influencia también conlleva responsabilidades y riesgos, ya que sus declaraciones pueden tener consecuencias significativas tanto para ellos como para sus seguidores.

El silencio

No hay respuesta sencilla para nuestra pregunta. Depende de las circunstancias, del contexto y de las propias convicciones de cada atleta. Algunos optan por hablar y asumir las consecuencias de sus declaraciones, mientras que otros prefieren mantenerse al margen para evitar la controversia y concentrarse en el deporte.

En el contexto actual, donde la polarización política es intensa en muchos países, las declaraciones de los deportistas pueden contribuir a un debate público más amplio. Sin embargo, también pueden provocar divisiones y controversias que trascienden el ámbito deportivo. En cualquier caso, este debate seguirá reflejando las tensiones y desafíos de una sociedad en constante cambio.

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