Estrenos de cine: el comienzo de una exitosa saga de terror

Son implacables. Se guían por el sonido y su eficacia mortal hace que, cuando ubican a una presa, prácticamente nada los detenga. Los seres alienígenas ya habían ganado la pantalla en las dos películas de “Un lugar en silencio” dirigidas por John Krasinski como director y que él protagonizó junto a Emily Blunt en la primera entrega (luego ella quedó como la cabeza de la familia Abbott, que se adapta a las nuevas condiciones para sobrevivir). Ahora se relanza con el tercer filme del mismo título, seguida por el agregado “Día uno”, que la ubica como precuela de la historia, para saber cómo comenzó todo.

Esta realización es el único estreno de la semana en los cines tucumanos, con sus salas atrapadas por producciones taquilleras familiares, y arriba con un fortísimo respaldo: en su primer fin de semana a nivel mundial (se lanzó el viernes en los mercados de Estados Unidos y Europa), duplicó en recaudación a las dos primeras “Un lugar...”, lo que ya asegura un futuro promisorio, con alguna continuidad. Mientras tanto, trascendió que en paralelo habrá -por lo menos- otra centrada en los Abbott.

La franquicia decidió prescindir de la dupla que instaló el producto en un punto alto de la taquilla, con una propuesta de terror centrada en un atractivo manejo del sonido y en un entorno de aislamiento (no es poco que la segunda parte se haya estrenado en plena pandemia de Covid).

Ahora detrás de las cámaras se instaló Michael Sarnoski, aunque Krasinski no se aleja del todo: estuvo detrás del guión que escribió el nuevo director e incluso ya había anticipado algo de su contenido en escenas de la segunda película. Además firma como productor

Como dúo que impulsa la trama aparecen la ganadora del Oscar Lupita Nyong’o y Joseph Quinn. Ellos serán quienes descubren cómo protegerse de la invasión extraterrestre que avanza por todo el mundo sembrando la muerte a su paso firme. El elenco se completa con Alex Wolff, Denis O’Hare y Djimon Hounsou, quien ya apareció en la historia.

En vez de situarse en un bosque como en los dos filmes anteriores, la acción en esta entrega se instala en Nueva York. Nyong’o está de visita en la Gran Manzana junto a su pequeña hija cuando empieza la tragedia y busca amparo entre desconocidos, lo que implica un cambio de eje ya que hasta ahora todo transcurría centralmente en el seno de una misma familia.

El impacto de la llegada de los atacantes es brutal: hay destrucción y caos por doquier, hasta que se descubren como reaccionar ente el horror inicial. En grupo, se dan cuenta de que deben evitar hacer cualquier clase de ruido, mantenerse totalmente callados y comunicarse en lenguaje de señas para seguir con vida. Y todo pasa en una ciudad bulliciosa y llena de actividad, multiétnica y diversa, lo que potencia el desafío de unir las acciones. “¿Cómo consiguen sobrevivir juntos? Lo que tenemos es una química realmente interesante e incluso sorprendente en los personajes que se encuentran por el camino”, afirmó la actriz a EW.