El debut de Matías "Caco" García: una luz de esperanza para San Martín de Tucumán

El debut de Matías "Caco" García: una luz de esperanza para San Martín de Tucumán

En la posición de extremo izquierdo, el futbolista destacó y mostró algunos atributos de su juego contra Deportivo Maipú.

BUEN DESEMPEÑO. Matías García cumplió en su debut con la camiseta de San Martín de Tucumán. BUEN DESEMPEÑO. Matías García cumplió en su debut con la camiseta de San Martín de Tucumán. Foto CASM.
02 Julio 2024

Auspicioso. El debut de Matías García dejó buenas sensaciones en San Martín de Tucumán. “Caco” fue el segundo polo creativo del ataque del “santo” y, como extremo izquierdo, sacó a relucir parte del repertorio característico de su juego: gambetas, pases filtrados y verticalidad. De ese modo, el volante cubrió un puesto en el que Diego Flores no había encontrado respuestas en la primera rueda.

Ni Lautaro Fedele ni Gonzalo Rodríguez habían podido hacerse fuerte en ese sector del campo por lo que urgía una incorporación para cumplir con ese rol. Pero, ¿cómo fueron los números de García en su debut?

“Caco” fue de más a menos en el partido. Activo y movedizo en la primera mitad; un complemento apagado y con menos participación. Pero, la falta de fútbol le pasó factura: la última vez que había jugado había sido el 17 de abril en el partido entre Belgrano y Racing.

La afirmación se comprueba por medio de la cantidad de pases realizados. El ex Gimnasia de La Plata realizó 23 entregas correctas de 30 intentos -17 fueron en la primera mitad-. Sin embargo, logró imprimir profundidad y progreso en cada uno de sus pases; aspecto que le costó (y le cuesta) superar a San Martín.

Así, aparece como una posible solución para este déficit.

Esta virtud provocó que repartiera responsabilidades con Juan Cuevas. El ex Everton de Chile se colocó en el sector derecho y logró una mayor soltura en el campo de juego. En consecuencia, generó una que otra jugada de peligro y logró asociarse con Junior Arias y Gonzalo Rodríguez.

Tampoco faltaron las asociaciones entre ambos volantes. Tanto García como Cuevas intentaron centralizar el juego y, en más de una ocasión, se encontraron en la medialuna del área generándole problemas a la defensa de Maipú. La más clara de ellas fue a los 12’: “Caco”, de cabeza, habilitó a Cuevas que lanzó un remate por encima del travesaño.

García también fue un destinatario constante de Pablo Hernández. Al sumarse al ataque, “Tucu” intentó ser la piedra basal de cada ofensiva del “santo”. Sin embargo, la imprecisión fue el karma del ex Celta de Vigo durante el primer tiempo, algo que logró cambiar en la segunda mitad.

La velocidad es otro de los atributos de García. De este modo, el volante fue una opción constante para comandar los contragolpes; aunque ninguno terminó con el final esperado.

“Caco”, asimismo, intentó asociarse con Nahuel Banegas aunque no lo logró. Esta situación provocó que el lateral no encuentre comodidad en la ofensiva y quede desconectado del circuito de pases. Sin embargo, la conexión del tándem será un aspecto a pulir por Flores para terminar de explotar la sociedad entre ambos jugadores.

También la férrea marca de Santiago Moyano complicó los planes de Banegas y de García. Tal es así que el volante estuvo obligado a realizar demasiados rodeos y gambetas para encontrar un receptor.

El aporte de García no se acabó allí. Lanzó cinco centros al área (dos fueron aprovechados por los delanteros) y disparó en dos ocasiones al arco de Juan Pablo Noce. No obstante, esos intentos fueron de media distancia y ninguno pudo complicar al arquero del “botellero”.

En relación a la pelota parada, Cuevas se posicionó como el amo y señor de este aspecto de juego. García también ofreció este recurso y lanzó un tiro de esquina desde la izquierda pero no fue cabeceado por ninguno de sus compañeros.

La defensa es el punto en el que más flaqueó el ex Belgrano y Gimnasia La Plata. Dos faltas, tres recuperaciones y dos intercepciones fueron sus números en esa faceta de juego.

De este modo, “Caco” mostró cualidades suficientes para integrar el “11” de San Martín, aunque todavía continúa en búsqueda de su mejor versión.

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