En el pueblo de Chovet, una localidad de poco más de 4.000 habitantes en Santa Fe, el féretro de un hombre desapareció del cementerio local.
Desde entonces, los hermanos del fallecido se culpan por la pérdida física de los restos de su padre. Ahora, y tras destrabar el conflicto familiar, uno de los hijos junto a su madre ofrecen una importante recompensa para quien aporte datos que puedan dar con la recuperación del ataúd: cinco millones de pesos.
El extraño hecho tuvo lugar en el cementerio ubicado en la localidad situada a unos 57 kilómetros de Venado Tuerto. Fue denunciado el 18 de enero cuando Silvio Marinovich y su madre Olga se acercaron para llevarle flores a la tumba de Mateo, padre y esposo fallecido tiempo atrás. Pero al llegar al lugar el espacio estaba vacío. Había sido profanado.
"Las placas recordatorias no estaban y sentí que algo raro estaba pasando", dijo Silvio en charla con el diario La Capital. Además, admitió que al ver la situación sufrió una especie de "crisis nerviosa". "Terminé derribando la lápida de una patada y ahí nos dimos cuenta con mi madre que el cuerpo y el sarcófago no estaban ahí", confió el hombre con tono de sorpresa y decepción.
Desde entonces el caso está judicializado. Silvio culpó directamente a su hermano, Sergio, por la desaparición de los restos de su padre. Según trascendió en los medios locales, la disputa entre hermanos no era solo afectiva: había cuestiones económicas derivadas de una herencia que se suscitó tras la muerte del padre.
Lo cierto es que ambos se culpaban por el robo del féretro.
"Tras la denuncia del faltante, tuve que convocar al presidente comunal, Sergio Busquet, y al encargado y al sepulturero del cementerio porque es algo que no había pasado nunca", informó Melina Di Marco, titular de la subcomisaría Tercera de Chovet.
En charla con el diario El Litoral, la jefa policial hablaba por entonces de la "conmoción" que se había suscitado en el pueblo por "semejante hecho". "En lo que respecta al trabajo policial, se hizo un acta de procedimiento y se le tomó una declaración a él, a la madre y al hombre que atiende el cementerio, quien actuó como testigo”, confirmó.
Desde entonces se tejieron todo tipo de rumores y especulaciones alrededor de la desaparición del ataúd de Marinovich.
Se llegó a decir que el ataúd había sido robado porque estaba repleto de joyas y oro. Otros aseguraban que había dinero y documentación de varias propiedades. Hasta se llegó a especular que se había robado para realizarle un ADN a Mateo. Está claro que nada de esto fue hasta el momento corroborado por la Policía local. El cajón nunca apareció.
Ahora, con el paso de los meses y la falta de pistas concretas, Silvio y su madre decidieron acelerar la búsqueda del cuerpo y ofrecer una recompensa de cinco millones para quien aporte datos para su recuperación.