Evo Morales, ex presidente de Bolivia, acusó al actual mandatario, Luis Arce, de orquestar un autogolpe de Estado, engañando al pueblo boliviano y a la comunidad internacional. Esta declaración se da en medio de una profunda división dentro del Movimiento al Socialismo (MAS) de cara a las elecciones presidenciales del próximo año. Morales pidió disculpas a la comunidad internacional por la alarma generada y exigió una investigación completa e independiente sobre el incidente.
En su programa de televisión, Morales criticó duramente a Arce, a quien calificó de "experto en faltar el respeto a la verdad". Afirmó que la llamada de Arce para alertarlo sobre el intento de golpe no fue un acto de solidaridad. Según Morales, el presidente mintió al pueblo boliviano y al mundo con este "golpe o autogolpe".
Luis Arce, en su primera conferencia de prensa tras el intento de golpe liderado por el General Juan José Zúñiga, defendió sus acciones, explicando que llamó a Morales para alertarlo sobre el peligro, ya que creía que después de él, irían por Morales. Arce argumentó que, a pesar de sus diferencias, ambos siguen siendo compañeros en el MAS y debía prevenir a Morales.
Desde Cochabamba, Morales convocó a un congreso del MAS para septiembre, mientras continúa enfrentando obstáculos legales para presentarse como candidato. Además, criticó a Arce por sus contradicciones y acusó al presidente de intentar controlar el partido mediante sentencias judiciales. La tensión entre Morales y Arce sigue escalando, reflejando la frágil unidad dentro del MAS.