Un revolucionario fallo judicial le dio una importante noticia a todos aquellos argentinos que quieren emigrar a Italia y que no cuentan con todos los documentos requeridos para solicitar la ciudadanía.
Con la sentencia 14194 emitida el pasado 22 de mayo, el Tribunal de Casación italiano amplió las vías para demostrar la ciudadanía italiana por derecho de sangre o descendencia, sin necesidad de presentar acta de nacimiento.
El caso se originó tras la presentación de un descendiente de un inmigrante italiano del siglo 19, a quien se le negó la ciudadanía y que llevó el caso ante el Tribunal Supremo del país europeo.
Ciudadanía italiana: de qué se trata el fallo judicial que favorece a los descendientes argentinos
Al iniciar el trámite, el hombre, heredero de un largo linaje italiano que se remonta a la época de la gran migración, no contaba el acta de nacimiento de registro civil que probara la filiación entre su antepasado italiano y su hijo nacido en Brasil en 1895.
Pese a que existían otros documentos que confirmaban la relación entre padre e hijo (como el certificado de bautismo brasileño, el acta de matrimonio de los padres y el certificado de defunción del hijo), el Registro Civil italiano declaró que el acta de nacimiento era el único documento válido para probar la filiación.
En desacuerdo con el fallo, el solicitante apeló en dos oportunidades: primerio ante al Tribunal en Venecia, y posteriormente, ante el Tribunal de Apelación de Venecia.
En ambos casos se mantuvo la negativa dispuesta por el registro civil: ambos tribunales se apoyaron en la Circular K 28 de 1991 del Ministerio del Interior para señalar que el acta de nacimiento era un documento indispensable para probar la filiación y obtener el reconocimiento de la ciudadanía italiana por ius sanguinis.
Lejos de rendirse, y pese a ser condenado a pagar todas las costas procesales, el solicitante decidió llevar el caso hasta el máximo tribunal de Italia.
En el caso del solicitante en cuestión, que tenía otros documentos para probar el parentesco, la máxima autoridad argumentó que la situación era "objetivamente apodíctica" es decir, que el caso que es claramente evidente y cierto por sí mismo, y que no había necesidad de presentar pruebas adicionales.
De esta manera, la Corte determinó que, aunque el acta de nacimiento es fundamental, no es el único medio de prueba.
En estos casos, y apoyándose en los estándares de la ley italiana (Circular K28), el tribunal adopta un enfoque de prueba "flexible", basado en el Código Civil italiano (artículos 236, 237 y 241) y abriendo la posibilidad de se presenten otros niveles de evidencia para demostrar la relación paterno-filial.
Ciudadanía italiana: por qué será más sencillo completar el trámite a partir de ahora
El fallo judicial en cuestión elimina barreras burocráticas y le facilita el trámite a todos aquellos cuyos nacimientos no se registraron adecuadamente o cuyos registros, propios o de familiares, se han perdido o dañado.
De esta manera, se abre la posibilidad de incluir otros documentos probatorios, ya sean eclesiásticos (partidas de bautismo, registros de matrimonio o defunciones) o de testimonios jurados (testimonio de personas que pueden aportar información relevante sobre el linaje y la conexión del solicitante con sus ancestros).
Si bien la aplicación de esta histórica sentencia por parte de las autoridades italianas podría variar y tomar tiempo, le abre la puerta más personas a solicitar la ciudadanía italiana por ius sanguinis que antes no lo consideraban debido a las dificultades para conseguir la documentación necesaria.