Llegó a Atlético Tucumán gracias a un aviso en el diario, pero decidió buscar nuevos horizontes y hoy vive la "revolución Messi" en Miami

Llegó a Atlético Tucumán gracias a un aviso en el diario, pero decidió buscar nuevos horizontes y hoy vive la "revolución Messi" en Miami

El tucumano ataja en la liga universitaria de Florida y relata que en Estados Unidos el interés por el fútbol tomó impulso gracias al "10" de la selección argentina.

SEGURIDAD. Juan Manuel Fermoselle despeja con los puños durante un partido de la liga universitaria. SEGURIDAD. Juan Manuel Fermoselle despeja con los puños durante un partido de la liga universitaria.

Un aviso en LA GACETA fue el puntapié de un sueño que parece no tener límites. Con la llegada de Lionel Messi a Inter Miami, en Estados Unidos se generó una revolución futbolística que se acrecentó con el inicio de la Copa América. Por destino o por casualidad, unos años antes de que “Leo” decidiera dejar PSG para recalar en Miami, allí ya se encontraba Juan Manuel Fermoselle. El tucumano de 26 años se desempeña como arquero en la liga universitaria con “FNU Men’s Soccer”, equipo perteneciente a la Florida National University.

Desde muy chico, Fermoselle fue un apasionado por el futbol y tenía en claro que quería practicarlo en cualquier nivel. Así, leyó en un aviso en nuestro diario que informaba de una convocatoria que realizaba Atlético. “Mi papá estaba leyendo el diario, y nos llamó a mí y a mi hermano Gastón porque había encontrado ese aviso. Nos miramos entre los tres y no dudamos ni un segundo. Imaginate; soy fanático del ‘decano’ desde que tengo cuatro años”, aseguró. “Jugué en el club hasta los 20; me fui faltándome un año y medio para firmar contrato. Disputé la cuarta de AFA, Reserva y también Primera de Liga. Sin embargo, sentía que debía salir de mi zona de confort y justo me llegó una propuesta”.

Con varias dudas respecto a su futuro tuvo la idea de subir a las redes sociales un compilado con sus mejores atajadas; y recibió un mensaje inesperado. “Me habló una persona que se encargaba de conseguir universidades en Estados Unidos. La propuesta era muy seductora. Al principio no caía, no lo veía tan posible. Estados Unidos me parecía un destino lejano, pero se fue dando todo y cuando quedaba un mes para viajar me ‘cayó la ficha’”, afirmó. “Tuve un pequeño inconveniente con la persona que me trajo a Estados Unidos. Cuando me había presentado la propuesta, yo le había explicado que mi nivel de inglés no era bueno y que me hacía falta mejorar. Él me dijo que no había problemas; que podía ir aprendiendo sobre la marcha. Pero cuando faltaba un mes y medio para irme, me avisó que tenía que rendir un examen. Eso fue un antes y un después. De más de 20 universidades que me querían, quedaron sólo cuatro. Las opciones eran Oklahoma, una de California y dos de Miami. Me quedé con Florida National”, agregó.

ORGULLO. El tucumano posa con la bandera argentina. ORGULLO. El tucumano posa con la bandera argentina.

Cuando Fermoselle piso suelo estadounidense se perdió en el aeropuerto y posteriormente, ocurrió algo inédito. Pensaba que compartiría pensión con otros argentinos, pero le tocó convivir con brasileños.

“Había llegado por la noche y me perdí en el aeropuerto. Era muy grande y no sabía para donde ir”, recordó. “Una vez que me encontró la persona que había llegado de la universidad para recogerme, le pregunté qué tal se portaban los otros argentinos y me lleve una sorpresa. Me dijo que iba a vivir con brasileños. ‘No seas malo’, le dije. Viví con ocho brasileños hasta que me cambié a un departamento para convivir con dos argentinos y un chileno. Si bien me llevo bien con todos, nos pegamos un ‘poquito’ durante las prácticas”, bromeó.

Desde su llegada, en agosto de 2018, todo parecía ir de maravillas en la vida de Juan Manuel. Se había consolidado en el equipo y estaba cerca de jugar para el primer equipo de la liga universitaria. No obstante, en un intento de tapada a lo de “Dibu” Martínez contra Kolo Muani, se le quedó incrustado el tobillo en el césped. Se lesionó y debió alejarse de las canchas por un buen tiempo. “El primer año no podía jugar porque no sabía inglés. Como les gustaba mi forma de atajar, me hicieron estudiar y el técnico me aviso que el próximo año iba a estar. Pero unos partidos después de esa charla me quebré el tobillo”, relató.

Decidió volver a Tucumán para seguir con la recuperación y asegura que por primera vez en su vida se desconectó del fútbol y le dio importancia a otros aspectos. “Toda mi vida respire fútbol, pero en ese momento me di cuenta que había cosas más importantes como pasar más tiempo con la familia y los amigos”, analizó el licenciado en marketing y ventas, que actualmente está realizando un máster en business.

La llegada de Messi a Miami

El 11 de julio del año pasado el mundo futbolero quedó revolucionado con la llegada de Messi a Inter Miami. Fermoselle recuerda a la perfección cómo se enteró de la noticia que causó furor en Estados Unidos. “Teníamos una reunión con el equipo y uno de los chicos me mostró contó que ‘Leo’ firmaba. No lo podía creer”, dijo. “De repente todos los ‘yankees’ comenzaron a hablar de fútbol. Al recorrer las calles de Miami podés ver un montón de camisetas de la Selección y de Inter Miami”, agregó el tucumano, que el lunes celebró el cumpleaños de su hermano Gastón, también futbolista de la liga universitaria. Se desempeña como zaguero central y nació el mismo día que falleció Rodrigo Bueno. “Siempre le hago una broma por el cumple de Messi”, remató.

La vida en Estados Unidos

Fermoselle se muestra como un enamorado de Miami, pese que al comienzo le costó un poco la adaptación. “En el tema comida, el asado de mi papá era lo que más extrañaba. En Miami es muy diverso porque hay mucha cultura latinoamericana, pero apuestan mucho por la comida rápida como hamburguesas o panchos”, explicó. “Cenan muy temprano; tipo 18. Todavía no me acostumbro a eso”, sentenció.

Tal como sucede en las películas, Fermoselle explica que aprendió a desayunar de acuerdo a la cultura “yanqui”. “Comencé a comer huevos revueltos cuando llegue acá. Era una rutina que no tenía e incorporé”, concluyó el tucumano que en Norteamérica pudo darle rienda suelta a su pasión.

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