Tras haber recuperado su libertad, el periodista y fundador de WikiLeaks, Julian Assange, llegó a su ciudad natal, Camberra (Australia), donde fue recibido por su padre y su esposa, con quien se fundió en un emotivo abrazo y un beso. El reencuentro fue transmitido en directo por distintas cadenas de medios internacionales.
"Julian sale del tribunal federal de Saipan como un hombre libre. No puedo parar de llorar", escribió en X Stella Assange, la mujer suecoespañola del activista australiano que esta mañana se declaró culpable de espionaje en un tribunal en las Islas Marianas del Norte, a cambio de su libertad.
El activista salió este miércoles del territorio estadounidense en un avión privado y llegó a la capital de su país, Australia, después de siete horas de vuelo. Quedó libre, después de haber cumplido 62 meses de su condena aislado, esperando una extradición por violación de secretos de estado de la ley de espionaje americana en la peor cárcel británica, al revelar documentos confidenciales militares norteamericanos, que demostraban abusos a los derechos humanos en la guerra de Irak y Afganistán.
Assange salió del avión poco después del aterrizaje enfundado en un traje oscuro, con camisa blanca y corbata, y con el puño en alto saludó a decenas de medios de comunicación y seguidores que lo aguardaban y vitoreaban en el aeropuerto.
Las palabras de Stella, la esposa de Julian Assange
Fue Stella Assange, su esposa, quien habló en nombre de Julian, con su salud demasiado fragilizada para enfrentar por ahora la prensa.
“Creo que es importante reconocer que la liberación de Julian y el gran avance en las negociaciones se produjeron en un momento en que se había producido un gran avance en el caso legal en el Reino Unido, en la extradición, donde el Tribunal Superior había otorgado permiso para apelar” dijo.
“Había una fecha de audiencia fijada para el 9 y 10 de julio, una próxima fecha de audiencia en la que Julian podría plantear el argumento de la primera enmienda ante el Tribunal Superior. Y es en este contexto que las cosas finalmente empezaron a moverse”, prosiguió.
“Creo que reveló lo incómodo que se siente el gobierno de los Estados Unidos, de hecho, al tener estos argumentos ventilados. Porque este caso... el hecho es que este caso es un ataque al periodismo”, declaró.
Stella alertó sobre los riesgos para la libertad de prensa y la necesidad de que los periódicos la apoyen en la búsqueda de perdón para Assange, que no puede visitar Estados Unidos por ahora.
“Julian tiene que recuperarse. Esa es la prioridad. Y el hecho de que Julian siempre defenderá los derechos humanos. Siempre defenderá a las víctimas. Él siempre ha hecho eso. Y eso es sólo parte de quién es él. Tiene profundos principios. Y sigue teniendo profundos principios. Y sin miedo”, dijo la esposa, con la que tiene dos hijos que lo esperaban en Australia.