El juez José Antonio Dias Toffoli comunicó que está a favor de la descriminalización, junto con otros cinco jueces que votaron de la misma manera desde que iniciaron las deliberaciones en 2015. Esto establece una mayoría en el tribunal, compuesto por 11 miembros. Los últimos dos jueces en votar deberán hacerlo antes de que el fallo sea definitivo, y se esperaba que lo hicieran pronto.
Los jueces también deben determinar la cantidad máxima de marihuana que se consideraría de uso personal, y cuándo entrará en vigor el fallo. Aún no se sabe cuánto tiempo les tomará hacerlo.
Toffoli describió su postura como intermedia entre el apoyo y la oposición a la descriminalización. Al inicio de la sesión del martes, aclaró que su voto debía interpretarse como a favor.
“Ya hay seis votos, incluido el mío, a favor de la descriminalización. Pero no puedo evitar presentar esta alerta: esto no resuelve el problema” del tráfico de drogas, dijo.
Todos los jueces que han votado a favor dijeron que la descriminalización se deberá restringir a la posesión de marihuana en cantidades adecuadas para el uso personal. La venta de drogas seguirá siendo ilegal.
En 2006, el Congreso de Brasil aprobó una ley que buscaba penalizar a las personas en posesión de cantidades pequeñas de drogas, incluida la marihuana, con castigos alternativos, como el servicio a la comunidad. Los expertos dicen que esa ley es demasiado imprecisa y que no establece una cantidad específica que ayude a los organismos de orden público y a los jueces a diferenciar entre el uso personal y el tráfico de drogas.
La Policía siguió arrestando a las personas que llevaban cantidades pequeñas de drogas, acusándolas de tráfico, y la población carcelaria de Brasil siguió aumentando.