“¿En serio es factible que mi defendido pueda 'ocultarse' de modo efectivo? Ni Saddam Hussein pudo ocultarse en Irak. Apelo a la lógica, la experiencia, el sentido común, y el modo en que normalmente suceden las cosas”. Esta es una de las frases que el abogado Augusto Garrido usó hoy al apelar la resolución del juez Juan María Ramos Padilla, quien la semana pasada rechazó un pedido de excarcelación de su cliente, el ex gobernador José Alperovich, condenado a 16 años de prisión por delitos de índole sexual. En su planteo, Garrido consideró que la detención de Alperovich es “arbitraria”.
A una semana de la sentencia que envió a Alperovich al penal de Ezeiza, Garrido envió la apelación al Tribunal Oral Criminal n° 29 que preside Ramos Padilla, quien a su vez lo remitió a la Cámara Nacional de Casación. All primero un tribunal de admisibilidad debe determinar si cumple todos los requisitos procesales. De no ser así, se lo rechaza. En caso de admitirlo, se debe sortear una sala que llevará adelante su tratamiento.
Lo que Garrido apeló en este caso es la decisión de Ramos Padilla de ordenar la detención de Alperovich y convertirla en prisión preventiva basado, según él, en que “en caso de recuperar su libertad intentará eludir el accionar de la justicia y perjudicar los objetivos del proceso ya que cuenta además de su poder económico, con una inmensa red de contactos sociales y políticos que inexorablemente podrían facilitar su salida del país o, en su caso, su ocultamiento”. Garrido aún no puede apelar el fallo de fondo, es decir los 16 años de condena, ya que los fundamentos de la sentencia que leyó Ramos Padilla hace una semana se conocerán recién el 16 de agosto.
Alperovich fue condenado, tras un juicio que duró más de cuatro meses, a raíz de la denuncia presentada por una ex colaboradora, sobrina segunda, quien lo acusó por nueve casos de abuso: dos de ellos ocurridos en Capital Federal en diciembre de 2017 y otros siete en Tucumán, entre febrero y marzo de 2018. A lo largo del juicio pasaron por el Tribunal 80 testigos, cuyas declaraciones sirvieron de base para la sentencia. A la hora de los alegatos, el fiscal Sandro Abraldes pidió una pena de 16 años y seis meses de prisión, los querellantes solicitaron 22 años de cárcel y la defensa requirió la absolución.
Al dictar la prisión preventiva, Ramos Padilla afirmó que la libertad de Alperovich podría resultar en una revictimización de la denunciante, y aseguró que el ex senador tuvo actitudes, como supuestos intentos de extorsión y pedidos para que la víctima no hiciera la denuncia, que formaban parte de un plan para entorpecer la causa. Todo esto fue rechazado por Garrido en el escrito de más de 80 páginas que llegó a la Cámara. “Es absurdo que una persona pública como Alperovich, que producto de este juicio fue estigmatizada al extremo, tenga posibilidades reales de emprender una fuga. Tampoco se explicitó a qué red de contactos se refirió el Tribunal, lo cual constituye una completa falta de fundamentación”, dijo, y rechazó que Alperovich mantuviera contactos políticos actualmente: “si algo resultó del juicio fue, precisamente, que toda la política tucumana le dio la espalda. Se trata de una persona condenada por supuestos delitos sexuales, cuya red de contactos es nula, a excepción de su familia directa”.
Al igual que ya lo hizo durante el juicio, Garrido afirmó que su cliente siempre estuvo a disposición de la Justicia y que nunca trató de perturbar la investigación ni mucho menos de abandonar el país. “Hoy mi cliente tiene 69 años y problemas de salud”. “Al momento de su detención estaba atravesando un pozo post operativo de una cirugía neurológica asociada con su columna vertebral, y sufre varias afecciones a su salud, pendientes de constatación, pero evidenciadas en la cantidad de medicamentos prescriptos. Inclusive en la historia clínica que se transcribirá más abajo, acotada a la cirugía que se le realizó, surge que sufre de `hipertiroidismo` e `hipertensión` y me informan sus familiares que tiene antecedentes coronarios”, remarcó el abogado.
El letrado aseguró que “consta que durante el extenso trámite de esta causa no egresó del país en ninguna circunstancia, e indudablemente cuenta con sobrado arraigo, constituido por familia estable (que lo acompañó en la sala de audiencia durante todas las jornadas); domicilio en esta ciudad; y ocupaciones laborales”, al tiempo que recordó la falta de antecedentes penales del ex gobernador y el hecho de que Alperovich debe ser considerado inocente al menos hasta que la sentencia quede firme. “Si bien de confirmarse el pronunciamiento dictado implicaría la privación de la libertad del imputado por dieciséis años, en caso de no convalidarse (decisión que dependerá del Tribunal Superior) esa consecuencia habrá resultado abstracta y su encierro anticipado habrá comportado un perjuicio que ya no se podrá reparar”, se remarca en el escrito.
Finalmente el defensor advirtió que hay medidas que pueden reemplazar la estancia de Alperovich en Ezeiza como “la prohibición de salida del país; la entrega de documentos de viaje; un dispositivo de geolocalización, o directamente la prisión domiciliaria en esta ciudad”. “La absoluta subordinación a la jurisdicción de mi defendido surge que no recurrió (ni siquiera por vía de reposición) la custodia policial que se impuso durante las últimas jornadas del debate. Para ser claros, si no intentó una fuga con una guardia policial superficial, esilógico que lo haga si se le imponen restricciones más severas”, razonó Garrido.
Si el recurso es considerado admisible pasará a una sala, que debe ser sorteada, y seguirá el mismo trámite que otros planteos similares, por lo que no hay fecha para que sea resuelto. Mientras tanto, el ex gobernador permanecerá alojado en el módulo hospitalario del penal de Ezeiza.