Pasaron 30 años de aquel nefasto día en que a Diego Armando Maradona lo fotografiaron yéndose de la cancha del Foxboro Stadium de Boston de la mano de una mujer vestida de enfermera para hacerse el control antidoping. El episodio, que después se convertiría en histórico, se produjo luego de vencer por 2-1 a Nigeria, con dos goles de Claudio Caniggia, por la segunda fecha del grupo D de la Copa del Mundo de Estados Unidos.
Tras ese control, Maradona había dado positivo de pseudoefedrina y efedrina. Quedaba suspendido. El 29 de junio, la FIFA en conferencia de prensa habló de “cóctel de drogas”. En su primera entrevista post suspensión, Maradona, entre lágrimas, fue contundente: “no quiero dramatizar pero te juro que me cortaron las piernas“.
“Yo llegué al Mundial limpio como nunca, como nunca… Porque sabía que era la última oportunidad de decirles a mis hijas: ‘soy un jugador de fútbol, y si ustedes no me vieron, me van a ver acá’”, explicó el propio "Pelusa" en su libro. El 10 se refería a aquel desahogo frente a la cámara luego de convertir uno de sus goles más icónicos, aquel frente a Grecia en el debut triunfal por 4-0.
Tras la victoria ante Nigeria, una mujer asignada por la FIFA como una de las cuatro auxiliares médicas que debían acompañar a los jugadores para presentar la muestra de orina acompañó a Maradona. Sue Ellen Carpenter ni se debe haber imaginado que, literalmente de la mano con Diego, iniciaba una de las mayores tragedias en el país. A Sergio Vázquez, el otro jugador argentino elegido para realizarse el antidoping, no fueron a buscarlo al campo de juego para llevárselo de la mano. Eso levantó la sospecha de que a Maradona quisieron excluirlo del certamen.
“Juro por mis hijas que no me drogué. No entiendo nada. Me preparé muy bien para este Mundial, me preparé como nunca. Hablan de la efedrina y yo después del partido corrí 10 kilómetros. Me duele mucho porque me cortan las piernas. Me dan por la cabeza en un momento donde uno tiene la posibilidad de resurgir“, expresó durante el diálogo con la prensa post suspensión.
Maradona estaba en gran forma para ese certamen que fue el último en su carrera que disputó con la camiseta argentina. No sólo física, sino mentalmente bien . "En la concentración, iba por las mesas, tirando buena onda a todos", contó Roberto Peidró, integrante del cuerpo médico de la Selección que dirigía Alfio Basile. "Incluso lo que se habló de la enfermera el día del doping con Nigeria es mentira. Él la tomó de la mano a ella y no al revés. Estaba tan feliz que fueron hasta donde estaba Claudia y él le decía: ‘mirá con quién me voy'. Hacía chistes, estaba perfecto, al punto que cuando fuimos al antidoping, se encontró con el rival que lo había marcado y el tipo quería un autógrafo a toda costa y Diego le repetía: ‘sos un perro, sos un perro. Guau, guau’. No tenía ni idea que podía dar positivo, porque no había tomado nada a conciencia", afirmó Peidró en un reportaje publicado por Infobae. "
"Se lo habían dado… Se le acabaron los aminoácidos que había llevado desde Argentina y compraron allá. Con la diferencia que en Estados Unidos tienen efedrina. Fue exactamente eso. Vi detalladamente el análisis. Por eso cuando dicen que había consumido un cóctel de efedrina, es una guachada. Nada que ver”, sentenció el profesional que hace 30 años llevaba bigotes y es el que aparece en las fotos junto a Maradona y la enfermera.