En Tucumán hubo dos casos similares al de Loan que tuvieron resoluciones totalmente diferentes. El de Duilio Fernández sigue abierto y el de Daiana Garnica concluyó con una dura condena que no pudo ocultar todas las dudas.
El 1 de enero de 1996, el niño de tres años había concurrido a un balneario bañado por las aguas del río Salí con sus familiares. En un momento les pidió permiso para comprarse un helado. Le entregaron el dinero. Esa fue la última vez que lo vieron.
A partir de ese momento, comenzaron a buscarlo por todos lados, pero nunca tuvieron éxito. Con el correr de los años surgieron algunos indicios, pero tampoco condujeron a nada. En 1998 encontraron restos óseos en la zona, pero unas pericias genéticas confirmaron que no eran de Duilio.
En diciembre de 2013, a través de las redes sociales, llegó un mensaje de una mujer de Estados Unidos. Dijo que conocía un joven que podría ser Duilio, ya que no sólo era parecido, sino que su edad era compatible con la edad del desaparecido. Después de una larga espera, se hizo una pericia de ADN y quedó descartado que haya sido él.
En tanto, Daiana fue vista por última vez el 6 de mayo de 2017 en Alderetes y siempre se sospechó que podría haber sido víctima de una red de trata. De su desaparición fueron acusadas varias personas, pero fue Darío Suárez el único que llegó a juicio.
El año pasado fue condenado a prisión perpetua por haber sido encontrado culpable del delito de privación ilegal de la libertad y homicidio agravado, por haber sido cometido por un hombre contra una mujer mediante violencia de género.
El tribunal integrado por los jueces Dante Ibáñez, Rafael Macoritto y Diego Lammoglia, además de aplicarle esa dura pena, ordenó que sean investigadas varias personas y que se continuara con la búsqueda de, al menos, el cuerpo de la adolescente. Ninguno de los dos pedidos prosperó.