-Muchas gracias, señor Presidente, por haber elegido a Tucumán para firmar el Pacto de Mayo.
-Es un 9 de Julio. ¿Si no lo hacemos en Tucumán, dónde entonces?
Osvaldo Jaldo tenía que romper el hielo con el poder central. Se encontró en el Salón de los Escudos de la Casa Rosada frente a Javier Milei. Era la primera vez que el Gobernador tucumano tenía un contacto tan directo con el Presidente de la Nación, más allá de que en ese encuentro estuvieran también el jujeño Carlos Sadir, el salteño Gustavo Sáenz y el catamarqueño Raúl Jalil, que ofició -otra vez- como taxi aéreo oficial del tucumano. Antes sólo hubo una reunión con todos los gobernadores, apenas el economista libertario asumió en diciembre pasado.
El 9 de julio está más cerca. Y los aspectos organizativos para celebrar el 208° Aniversario de la Declaración de la Independencia comenzarán a perfilarse esta semana. Al menos eso convinieron el viernes el gobernador y la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei. Jaldo viajará a Buenos Aires y, al menos, hasta el martes permanecerá en la metrópoli también como señal de garantía de que su bloque acompañará en la Cámara de Diputados la sanción de la ley Bases y del paquete fiscal que la Casa Rosada reclama para encarrilar la economía nacional.
La firma del Pacto de Mayo en la Casa Histórica marcará un antes y un después en la gestión del líder de La Libertad Avanza. Es posible que Milei modifique el esquema tradicional de las celebraciones en San Miguel de Tucumán, capital de la República para cada 9 de Julio, de acuerdo con el decreto firmado en 1991 por el entonces presidente Carlos Saúl Menem. Cuentan que el jefe de Estado llegará a esta ciudad por la tarde de ese día, ya que tiene previsto participar de los actos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. De esa manera, el izamiento, el Tedeum y hasta el acto del mediodía en el solar de calle Congreso sería una ceremonia netamente provincial. Así, el homenaje a los próceres de 1816 se concretaría en horario vespertino, antes de la firma del Pacto de Mayo.
“A las dos de la tarde (del martes 9 de Julio de 1816) tuvo lugar la Declaración de la Independencia; el día estaba lindísimo, sin una nube, y por la noche, de plena luna, se mantuvo el cielo como en el día, claro, sin una mancha”, había escrito Don José Gregorio de Aráoz, testigo de aquellas jornadas, según rememora el historiador José María Posse, recientemente designado director de la Casa Histórica. La simbología juega un rol fundamental en la estrategia del presidente libertario. Una de las primeras acciones de gestión de Posse ha sido la restauración de la Mesa de la Jura, una pieza original en la que los congresales firmaron el Acta de la Independencia. En la Nación saben del valor simbólico de ese mueble y por eso Milei expuso en Rosario la idea de rubricar los 10 lineamientos que la política argentina debería seguir para el despegue del país. Se trata de un complemento de la Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, una suerte de Pactos de La Moncloa, aquellos acuerdos que permitieron el despegue de España en la década de 1970, tras una profunda crisis económica, política y social. “Hace más de 200 años, en el peor momento de la revolución, Manuel Belgrano planteó que el acuerdo para la Independencia argentina era ahora o nunca. Creo que eso es lo que se propone ahora con el Pacto de Mayo”, afirma el abogado e historiador.
Como con la Ley Bases en el Congreso, la Casa Rosada porotea sobre la cifra de gobernadores que podrían concurrir a la cita tucumana. Las dudas se plantean respecto de lo que harán los mandatarios más cercanos al kirchnerismo o al núcleo duro del PJ. Es el caso del bonaerense Axel Kicillof, el riojano Ricardo Quintela, el formoseño Gildo Insfrán, el pampeano Sergio Ziliotto y el fueguino Gustavo Melella. En su momento, el chubutense Ignacio Torres planteó un “Pacto Federal” por fuera del propuesto por Milei e, incluso, mencionó diálogos con el santiagueño Gerardo Zamora y el santafesino Maximiliano Pullaro, referentes del Norte Grande y de la zona Centro, respectivamente. El número mágico es de 15 gobernadores. Mientras más alta sea la convocatoria, mayor será la fuerza de las reformas estructurales tanto en la economía como en la política.
El Partido Justicialista teme que un acuerdo intersectorial como el Pacto de Mayo termine catapultando a Milei electoralmente. Lo mismo sucede con la Ley Bases y el paquete fiscal. El razonamiento opositor pasa por las consecuencias de las medidas antes del electoral 2025. Si el Gobierno nacional logra cambiarle el humor al mercado, mejorar el poder adquisitivo de la sociedad y corregir los desequilibrios macroeconómicos, con la eliminación del cepo cambiario mediante, La Libertad Avanza se dirigirá a una victoria en los comicios de medio término. Esto implicaría un reacomodamiento oficialista en el Congreso Nacional. En una primera instancia, hay operadores que sostienen que Lisandro Catalán, el vicejefe de Gabinete del Interior de la Nación, puede ser un buen candidato para encabezar una lista para Diputados en Tucumán. De buen diálogo con distintos sectores políticos, académicos y empresariales, Catalán se proyecta como un dirigente capaz de sentar las bases libertarias en territorio tucumano, histórico bastión del peronismo. Hay algunos que le auguran un destino mayor en 2027. El tiempo dirá si una eventual candidatura a gobernador del funcionario nacional es posible o si, como viene sucediendo en cada elección, la oposición sigue jugando a sus internas. El Presidente está al tanto de estas conductas que no hicieron más que garantizar el triunfo al PJ.
Milei se muestra más pragmático por más que en sus discursos siga despotricando contra la casta política. Necesita de ella. Y, aún más, a su proyecto político y de gestión le hace falta una pata peronista. Si todo marcha viento en popa, no sería descabellado que promueve un adelanto de las elecciones. Jaldo fue un adelantado en ese sentido. El tucumano no se convertirá en libertario como tampoco lo hará Daniel Scioli (en su cuenta en “X” se definió como “peronista y libertario” y cosechó filípicas del núcleo duro del PJ, que pidió su expulsión del partido), pero sí buscará garantizarse tranquilidad en los tres años y medio de gestión que le quedan por delante. Hizo el ajuste apenas arrancó su gobierno. No le fue mal. De aquel déficit fiscal con el que Tucumán cerró 2023, este primer semestre cierra con un leve superávit, pero lo que era más urgente, dejó de lado el uso del descubierto bancario para gastos corrientes. Las cuentas públicas provinciales de esta primera mitad de 2024 no registrará deuda flotante. Todo está al día, indican en el Ministerio de Economía. Un dato que revela el tamaño de las restricciones financieras tucumanas: el gasto de funcionamiento pasó de un promedio de $ 60.000 millones mensuales del año pasado a unos $ 28.000 millones de promedio en estos últimos seis meses. No se compran insumos más de la cuenta. La Unidad de Control de Gestión sigue al minuto las autorizaciones de mayores gastos ministeriales. Casi nadie viaja en misiones oficiales. La flota aérea se usa lo mínimo indispensable, lo mismo que los vehículos oficiales, que son monitoreados diariamente. El peso de los salarios en las erogaciones totales de la Provincia sigue creciendo. En agosto, por ejemplo, con las recomposiciones, el gasto en Personal será de unos $ 102.000 millones mensuales para pagar los salarios de los 130.000 agentes del sector público provincial, incluyendo comunas rurales. Así, el salario promedio en Tucumán llegará a los $ 784.600, según las estimaciones oficiales. ¿Cómo se financia eso? Una buena parte con la coparticipación y con la esperanza de que Ganancias se restituya. Otra parte con el ajuste y una tercera vía es la actualización impositiva. En ese sentido, a partir del 1 de julio entrará en vigencia otro revalúo trimestral de los impuestos patrimoniales (Inmobiliario y Automotor).
La cuestión fiscal no es motivo de preocupación inmediata por parte del gobernador. Pero, como viene sosteniendo desde hace un tiempo, quiere salir del esquema de mandatario que sólo atiende las urgencias salariales. Necesita cortar cintas y que la obra pública se reactive. Manda a sus ministros a Buenos Aires para que gestionen financiamiento federal. Algunos trabajos ya cuentan con ese aval financiero. Otros siguen en negociaciones. Jaldo reclama más compromiso a su elenco gubernamental. En parte está satisfecho, pero nada garantiza que, en el mediano plazo, decida mover algunas piezas. Pero este proceso no se dará por el hecho de que la oposición ponga en jaque a sus funcionarios, como sucedió con los planteos de interpelación que la Legislatura reclamó primero al ministro del Interior, Darío Monteros, por la distribución de los fondos a municipios, y luego al secretario de Producción, Eduardo Castro, por las denuncias de contaminación provenientes de Santiago del Estero. El tranqueño cree que el bloque oficialista, y las autoridades del cuerpo, no han tenido la suficiente capacidad de respuesta para frenar ambos planteos. Hubo duras charlas y un ajuste en la defensa de la gestión. Es poco el tiempo transcurrido de mandato para llevar funcionarios a dar explicaciones, entienden en el edificio de San Martín y 25 de Mayo.
Los pactos no sólo deben ser externos, sino también internos, es el razonamiento del mundillo oficialista. Jaldo se va a Buenos Aires a definir los actos del 9 de Julio. Está trabajando para que la visita de Milei a Tucumán se realice sin contratiempos. Esa fue la otra promesa que el tucumano les hizo a los funcionarios nacionales. Como le dijo Milei, si el Pacto de Mayo no se firma el 9 de Julio en Tucumán, ¿dónde entonces?