Mantener el “ancla fiscal” sigue siendo la obsesión de Milei

Mantener el “ancla fiscal” sigue siendo la obsesión de Milei

El gasto previsional y la obra pública fueron los más afectados por las restricciones presupuestarias adoptadas por el Gobierno nacional.

Mantener el “ancla fiscal” sigue siendo la obsesión de Milei

¿Cuáles fueron las claves para que la gestión del presidente Javier Milei consolidara su meta de déficit cero? Las cuentas públicas evidenciaron un sobrecumplimiento de las metas pactadas por la Argentina con el FMI, un factor esencial para la recuperación de la credibilidad por parte del mercado. Así, en los primeros cinco meses del año se acumuló un superávit fiscal de $ 6,5 billones y un superávit financiero de $ 2,3 billones, alcanzado a través de un ajuste significativo en el gasto, y no por aumento en la recaudación, advierte el Centro de Economía Política Argentina (CEPA).

¿Cómo se logró esa meta? “En los primeros cinco meses de 2024, de cada $ 100 ajustados, $ 31,5 correspondieron a recortes en jubilaciones. El segundo lugar en relevancia lo ocupa la obra pública con $ 23,20. Le siguen los subsidios, que aportaron $ 12,80, gastos de funcionamiento del Estado (principalmente salarios) con $ 10,70 y prestaciones sociales con $ 9,40 entre las que se incluyen asignaciones, pensiones no contributivas y servicios del PAMI, entre otros”, dice el informe al que accedió LA GACETA.

Desde el inicio de la gestión, el Poder Ejecutivo enfatizó la necesidad del ordenamiento de las cuentas públicas y estableció el ancla fiscal como driver de la política económica. En este contexto, el resultado financiero que acumula en lo que va del año le dio un respiro al gobierno de cara a los próximos meses. Sin embargo, advierte Ecolatina, las características del ajuste implementado sobre el gasto, la dinámica que podría adoptar la recaudación, la indexación de las partidas previsionales y los proyectos de Ley con impactos fiscales siembran incertidumbre sobre la sostenibilidad. “Típicamente, la estacionalidad del gasto y los ingresos genera mayores presiones sobre el fisco en los segundos semestres”, proyecta la consultora.

En lo inmediato, este mes, podría evidenciarse el primer déficit fiscal del año, tal y como fue adelantado por las autoridades en más de una oportunidad, alerta. El rojo se explicaría tanto por cuestiones estacionales (pago de aguinaldos) como por una regularización de la deuda con Cammesa. Sin embargo, no se descarta que los números vengan mejor que lo esperado: no sólo se postergaron los ingresos por las últimas suscripciones de Bopreal (utilidades y dividendos) desde mayo a junio, sino también parte de lo recaudado por el Impuesto sobre los créditos y débitos en cuentas bancarias en el mes.

En este contexto, el nuevo Paquete Fiscal y la Ley Bases podrían dotar de mayores recursos al fisco producto de la reincorporación de Ganancias (Ingresos Personales) y el blanqueo. No obstante, acota Ecolatina, aún falta resolver lo que sucederá en la Cámara de Diputados con las modificaciones realizadas en el Senado. Todo indicaría que Ganancias sería restituido porque brindaría más recursos a la Nación y a las provincias. Si no es así, el Gobierno deberá continuar con el marcado recorte sobre el gasto para no desviarse del sendero fiscal anunciado. “Por otro lado, habrá que seguir de cerca las resoluciones ligadas al Impuesto PAIS, uno de los pilares de la recaudación durante los primeros meses, aunque en algún momento deberá reducirse si se pretende salir del cepo”, subraya la consultora.

El gasto

En cuanto al gasto, será crucial mejorar la calidad del ajuste en los próximos meses. Con respecto al Social (más de la mitad de las erogaciones), el cambio en la fórmula de la movilidad previsional (actualiza mensualmente las prestaciones por la inflación de dos meses previos) le puso un piso al ajuste sobre prestaciones, pero también un techo frente a una eventual recuperación de la economía, señala Ecolatina. Como respuesta, Diputados aprobó un proyecto impulsado por la UCR que eleva la recomposición inicial a las jubilaciones y, por ende, el gasto previsional. En números, si se logra el aval del Senado implicaría un incremento en el gasto de 0,3 puntos porcentuales del PBI en 2024 y 0,5 puntos porcentuales del PBI en 2025.

Según la consultora, será crucial seguir de cerca lo que ocurra en materia legislativa, la estabilidad del mercado de deuda en pesos, las actualizaciones de tarifas, la dinámica que adopte el consumo privado por su impacto en recaudación, la posible baja en la alícuota del impuesto PAIS, las eventuales modificaciones en las restricciones cambiarias y el contexto social.

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