“Resulta un momento clave para hablar de biocombustibles en el país, debido a las discusiones que se dan en el Gobierno nacional o en el Congreso, referidos a su empleo; es decir, si se mantienen los valores actuales de las mezclas del etanol y de biodiesel y si aumentan o no los volúmenes de producción. A raíz de ello, considero de extrema importancia conocer cómo se moverá el mundo en el decenio 2023/32 y, según ello, qué hará nuestro país”, destacó el asesor privado Franco Fogliata.
Añadió que el reciente informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés -Food and Agriculture Organization-) es el mejor exponente para mirar el futuro de los biocombustibles hacia el período sugerido. “Parte del conocimiento de las cifras y políticas que maneja la Agencia Internacional de Energía; y allí entran los biocombustibles. “En términos generales se prevé una baja en el consumo mundial de combustibles en los países desarrollados, pero sucederá a la inversa en países con menores recursos. En los países de ingresos medios habrá una expansión del consumo por normas nacionales obligatorias con las mezclas -quizás en la Argentina-; en otros países se dará mediante subsidios para alentar la producción. De todas formas se prevé un aumento en el consumo de biocombustibles a nivel mundial, para los próximos 10 años”, subrayó Fogliata.
Contó que Estados Unidos, el mayor productor mundial de biocombustibles -etanol en base a maíz- tendrá una demanda firme gracias a las medidas llamadas RFS (Norma de Combustibles Renovables). De esa manera, el consumo del etanol sufrirá pocos cambios. Por el contrario, el biodiesel aumentará mucho, debido a una política de los gobiernos federales en cada Estado.
“En la Unión Europea (UE), el biodiesel de aceite de palma -hoy, lo más empleado, a raíz de la política surgida en las Directivas de Energías Renovables (RED)- experimentará una fuerte merma. En Canadá duplicarán el consumo del bioetanol y del biodiesel hacia el 2032. En Asia y en el sudeste asiático, se dará un mayor consumo de biodiesel; en la India, de una mezcla etanol de un 16% para 2025, y de un 20% en 2032”, dijo.
Fogliata indicó que para Latinoamérica, los organismos internacionales prevén aumentos en el consumo en la Argentina, Brasil, Colombia y Paraguay; mayoritariamente con etanol. Añadió que en el caso de nuestro país se debe tomar en cuenta una flota de vehículos nafteros de poco más de 12,9 millones en 2022, y unos 1,9 millón con GNC, según Asociación Fabricante Automóviles. Es decir, casi 15 millones de vehículos livianos.
“Brasil ya promulgó la Ley para tener un 30% de mezcla mínima desde 202,5 con ambos alcoholes -anhidro e hidratado-. Como observamos, hay países que tienen muy bien definidos sus objetivos de crecimiento y progreso en este tema”, puntualizó el experto.
Remarcó que la caña de azúcar y el maíz seguirán siendo la materia prima básica para el bioetanol; y la soja, para el biodiesel. “Aunque un producto originado en aceite de cocina reciclado que va tomando protagonismo en la UE y en Singapur y, en menor medida, en EEUU”, advirtió.
Sobre los precios internacionales de ambos productos, Fogliata dijo que se espera un ajuste en dos años comparables a los máximos de 2022. “En Brasil están desglosados los precios, pues el alcohol hidratado vale R$ 3 el litro; al cambio actual serían U$S 0,584/l; y para el anhidro, U$S 0,974/l -una media de U$S 0,779/l-”, dijo.
Agregó que según Centro de Agricultores Cañeros de Tucumán (Cactu) al 15 del mes pasado el valor internacional estaba en U$S 1,559 el galón (3,785 litros) con lo cual resultaría U$S 0,418/l. “Según Global Price, los precios del bioetanol al 13 del mes pasado estaban, en Brasil, a U$S 0,745/l; en EEUU, a U$S 0,776/l. Respecto de la UE diferían: en Francia, a U$S 0,966/l; en Suecia, a U$S 1,313/l; en Suiza, a U$S 1,755/, y en España, a U$S 2,340/l. Finalmente, en Tailandia estaba a U$S 0,995/l. En Brasil y en la UE se reajustan semanalmente”, detalló.
A modo comparativo, recordó que en Tucumán la nafta súper de YPF cuesta $ 971/l. “Tomando un cambio de $ 904 por dólar, según Cactu, al 15 del mes pasado sería U$S 1,07/l. Pero si se toma el dólar Contado con Liquidación (CCL), de $ 1.104, resulta U$S 0,874/l. ¿Qué valor tomar?”, cuestionó Fogliata.