“Me podría haber pasado cuando acababa de llegar como estudiante a España, hace casi 30 años. Con más razón cuando me tocó ocupar el cargo de vicealcalde de Barcelona o ya como diputado, en Madrid. Pero no: nunca fui objeto de un insulto tan singular como el que me dirigió un diputado de Vox, partido emblemático de la ultraderecha española, hace unas semanas: ‘¡tucumano!’”, dicen las primeras líneas de la columna que Gerardo Pisarello -diputado español, nacido en Tucumán y emigrado hace más de 20 años, hijo de un abogado desaparecido por la dictadura cívico militar en Argentina- escribió para el diario porteño “Página/12”.
El incidente que antecede a esta respuesta ocurrió en pleno recinto del Congreso de los Diputados de España, la semana pasada, cuando Santiago Abascal, líder del ultraderechista VOX y amigo personal del presidente Javier Milei, utilizó el término “tucumano” para insultar al diputado Pisarello. El martes, el partido de ultraderecha fue por más y a través de Javier Ortega Smith, volvió al ataque y le gritó “Montonero tucumano defensor de terroristas”.
Sobre el “insulto”, dijo: “Es verdad que la derecha neofranquista nos tiene acostumbrados a todo tipo de improperios clasistas, racistas o misóginos. Los mismos que cada semana dirige contra las personas migrantes, contra las mujeres, o simplemente contra cualquiera que no piense como ellos. La pregunta es: ¿por qué ‘tucumano’?”.
Se refirió a Ortega Smith como uno de los “herederos de Fernando VII, de pecho inflado y rodilla en tierra” y recordó que tiene el insultador también tiene pasaporte argentino, pero a diferencia de él, proviene de una rica familia porteña. “La cuestión relevante aquí es que la madre de este émulo simultáneo del Cid Campeador y de Hernán Cortés, era una muy rica señora anglo-argentina nacida en Buenos Aires, que hizo fortuna durante diferentes dictaduras en el negocio inmobiliario”, y que por eso, en vez de usar “argentino” o “sudaca”, encontró el sustituto ideal: “¡tucumano!”.
Pisarello recordó además que Ortega Smith defiende la dictadura de Francisco Franco, que generó más de 140.000 desaparecidos en España, “y no en vano es cercano a (la vicepresidenta Victoria Villarruel”, que a su vez defiende la dictadura argentina.
Orgullo
“A mí, debo admitirlo, me arranca una sonrisa. Porque donde Míster Smith y sus secuaces ven un insulto, yo veo una razón para el orgullo. La de sentirme heredero de ese pueblo del norte argentino que luchó junto a Belgrano porque no aceptaba ser súbdito de Fernando VII. De ese pueblo indomable que protagonizó el ‘Tucumanazo’ contra la dictadura de Onganía y que vio nacer a artistas enormes como Miguel Ángel Estrella o Mercedes Sosa”, respondió Pisarello en su columna. “Esa tierra, atravesada de injusticias, de rebeldía y de creatividad, fue la que amó mi madre, maestra rural e hija de andaluces. Y fue también la que amó mi padre, un modesto abogado correntino asesinado cobardemente por defender a presos políticos en 1976”, proclamó con orgullo.