Día Mundial del Cáncer de Riñón: cuatro hábitos diarios para prevenir esta enfermedad silenciosa

Día Mundial del Cáncer de Riñón: cuatro hábitos diarios para prevenir esta enfermedad silenciosa

Esta enfermedad se identifica en sus fases más avanzadas y existen varias razones que explican la falta de detección temprana.

Hoy se conmemora el Día Mundial del Riñón Hoy se conmemora el Día Mundial del Riñón Infobae
20 Junio 2024

Cada tercer jueves de junio, se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Riñón con el objetivo “de sensibilizar y concienciar a la población en general, cuidadores, organizaciones y profesionales de la salud acerca de esta patología que afecta a millones de personas en el mundo”.

Los riñones son dos órganos grandes con forma de frejol, del tamaño aproximado de un puño. Están situados en la parte superior trasera del abdomen, protegidos por las costillas en la zona baja de la caja torácica.

Un riñón se localiza a la izquierda y el otro a la derecha de la columna vertebral. Sobre cada riñón se encuentra una pequeña glándula denominada glándula suprarrenal.

La función principal de los riñones es filtrar el exceso de agua, sal y desechos de la sangre que llega a través de las arterias renales. Estas sustancias se convierten en orina, que se acumula en una zona central de cada riñón llamada pelvis renal.

La orina luego es transportada fuera de los riñones mediante tubos largos y delgados llamados uréteres. Los uréteres conducen la orina hasta la vejiga, donde se almacena hasta su eliminación durante la micción.

Cuáles son los síntomas del cáncer de riñón

Algunos de los síntomas del cáncer de riñón son sangre en la orina, dolor en un costado de la espalda baja, un bulto en el abdomen, cansancio o pérdida de apetito.

Sin embargo, usualmente el cáncer de riñón se identifica en fases más avanzadas de la enfermedad y existen varias razones que explican la falta de detección temprana. Por un lado, este cáncer puede crecer considerablemente sin causar dolor u otros síntomas.
Por otro lado, debido a que los riñones están ubicados en una zona profunda del cuerpo, los tumores renales pequeños no pueden verse ni palparse durante un examen físico.

Además, no existen pruebas de detección recomendadas para el diagnóstico precoz del cáncer de riñón en personas sin alto riesgo, ya que ninguna ha demostrado reducir el riesgo general de muerte por esta enfermedad.

Cuatro hábitos diarios para prevenir el cáncer de riñón

Entre esos hábitos, los 4 principales que pueden ser integrados a la rutina diaria son los siguientes:

Control del peso: mantener una presión arterial baja y un peso corporal saludable son factores cruciales para prevenir complicaciones en el organismo. Las personas con sobrepeso tienen aproximadamente un 20% más de riesgo de desarrollar cáncer de riñón en comparación con aquellos con un peso saludable. Para las personas obesas, este riesgo puede aumentar hasta un 70%.

Dieta saludable: una alimentación rica en frutas y verduras juega un papel fundamental en la prevención, ya que consumir alimentos de alto valor nutricional no solo ayuda a mantener un peso adecuado, sino que también aporta los nutrientes necesarios para fortalecer el sistema inmunológico y reducir la probabilidad de desarrollar cáncer.

Ejercicio regular: la actividad física regular es esencial para mantener un peso saludable y mejorar la salud general. El ejercicio ayuda a reducir el riesgo de cáncer de riñón al mejorar la función cardiovascular, fortalecer el sistema inmunológico y reducir la inflamación. Se recomienda realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada o 75 minutos de actividad física vigorosa cada semana.

Evitar el tabaco: el tabaquismo está estrechamente relacionado con la incidencia del cáncer de riñón, por lo que abandonar este hábito es fundamental para disminuir el riesgo. El humo del tabaco contiene numerosas sustancias químicas carcinógenas. Al inhalarse, estas sustancias entran al torrente sanguíneo y son filtradas por los riñones, lo que expone a las células renales a estos agentes dañinos. Los componentes tóxicos del tabaco pueden causar daño oxidativo a las células del riñón, lo que puede llevar a mutaciones y al desarrollo del cáncer.

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