El sector algodonero de Chaco enfrenta otro año consecutivo de pérdida. A pesar de que la intención de siembra para la temporada era de 15 mil hectáreas, solo se lograron sembrar 13 mil. De esta cantidad, la pérdida asciende a 6 mil hectáreas, es decir, casi la mitad de lo sembrado. Las condiciones climáticas adversas, caracterizadas por escasas precipitaciones y temperaturas extremas durante el verano, fueron las principales causas de esta situación, afectando gravemente la producción de algodón.
Según explicaron representantes del sector a Noticiero 9 de Resistencia, las pocas lluvias seguidas de un calor extremo provocaron que muchos cultivos no pudieran sostenerse. Aún con ello, destacaron que el cultivo algo pudo resistir pero debieron esperar al rebrote, ya que no se pudo cosechar la primera carga, que es la de mayor desarrollo y mejor calidad.
El rendimiento por hectárea fue muy variable, con algunos productores logrando entre 400 y 500 kilos, mientras que otros alcanzaron hasta 1.800 kilos por hectárea. No obstante, la calidad de la cosecha se consideró bastante mala.
La situación del mercado también complicó el panorama para los productores, ya que los precios internacionales han bajado, lo que ha hecho que el cultivo pierda interés. Algunos productores, debido a la baja carga y altos costos, decidieron no cosechar. A esa inestabilidad se suma la fluctuación del dólar, que afecta directamente los costos de producción, incrementando las dificultades para los agricultores.
Frente a este escenario, los productores ya están implementando la rotación de cultivos. Según se explicó, esta práctica es común en la región. El productor de esta zona hace rotación de cultivos y hoy en día prácticamente ha desaparecido el monocultivo de algodón sobre algodón.