Para penalistas tucumanos, la condena a 16 años dictada contra el ex gobernador José Jorge Alperovich por el juez Juan Ramos Padilla por abuso sexual no sólo es histórica, sino que es un importante mensaje para la sociedad de esta provincia en particular y la argentina, en general.
“Lo que le debe quedar de este fallo es una enseñanza para la sociedad. Los abusos sexuales no sólo se dan cuando una víctima es golpeada, atada y maltratada como nos muestran las antiguas películas referidas al tema. Hoy, la sociedad debe entender que la mujer, al ser vulnerable producto de una desigualdad que ha provocado el hombre durante siglos, es abusada sexualmente a través de distintas formas y esto es lo que debe comprenderse. Así lo comprendió el magistrado”, sostuvo el penalista Patricio Char.
“En Tucumán, es decir en el norte del país, somos mucho más conservadores que en el resto de las provincias y con respecto al mundo tenemos una mentalidad sumamente retrógrada y machista”, analizó. “El significado jurídico que tiene este caso es que se haya llegado a un debate oral en este caso es un buen síntoma de cara al futuro de la lucha de las mujeres contra los abusos de los hombres”, finalizó el profesional en una entrevista con LA GACETA.
Foto histórica
“La foto de Alperovich al borde de una condena por abuso sexual es histórica. Primero porque los poderosos no suelen sentarse en el banquillo de los acusados y el Poder Judicial es funcional muchas veces para que eso ocurra”, comentó la penalista Soledad Deza. “Segundo, porque la rapiña sexual de los cuerpos de las mujeres se ha naturalizado tanto, que es difícil para las denunciantes remontar las lógicas patriarcales de la prensa y la sociedad que estigmatizan”, añadió la abogada en una entrevista con LA GACETA.
Deza, por último, recalcó: “finalmente, es un hito porque el mensaje judicial que deja este caso es que los entornos políticos, el dinero y el poder no te garantizan impunidad. En estos momentos donde el gobierno nacional niega la violencia de género y desmantela las políticas públicas para prevenirla, es esperanzador que una denunciante acceda a Justicia porque no todas las víctimas pueden hacerlo”.
Transparencia
“Como no formé parte de la causa, no puedo dar una opinión sobre el proceso, pero sí puedo decir que siempre hay que creer en la Justicia”, destacó el abogado Carlos Garmendia. “En este caso en particular, los delitos de abuso sexual están íntimamente ligados al poder. Pocos creían que un hombre que supo acumular tanto poder en los últimos años podría llegar a ser enjuiciado”, añadió.
“La condena también es importante porque envía un mensaje claro: a la víctima hay que creerle, por más que sea mayor de edad”, explicó. “La condena también es otro mensaje para todos los argentinos y no sólo para los tucumanos. Le hace bien a la sociedad porque la sentencia se basó en lo que se pudo probar”, comentó.
Garmendia también destacó la decisión de que el proceso se haya realizado en Buenos Aires y no en Tucumán. “Como las denuncias se hicieron en ambos lados, podría haber actuado cualquiera, pero una sola. Que se haya desarrollado allá le dio mucha más transparencia. La sentencia tuvo mucha más credibilidad”, destacó.
Sorpresa
“Entiendo que el mensaje es que a pesar del poder, la Justicia hace su trabajo y nadie queda exento de ello. La Justicia muchas veces es lenta, pero al final llega”, sostuvo el penalista Aníbal Paz.
“Con respecto a la condena e inmediata detención sí me sorprendió, ya que por lo general , cuando el imputado compareció ante la Justicia de forma voluntaria en reiteradas oportunidades le permiten seguir en libertad hasta tanto quede firme. Seguramente el juez valoró los riesgos procesales por los años de la pena y por los recursos con los que cuenta Alperovich para escaparse”, finalizó el profesional.