Alperovich, condenado: gobernadores marcados por finales trágicos, abruptos o judicializados

Alperovich, condenado: gobernadores marcados por finales trágicos, abruptos o judicializados

En la historia reciente dos ex mandatarios tuvieron que escuchar la sentencia de un juez.

CONDENA. Domato cumplió su pena y luego fue sobreseído. CONDENA. Domato cumplió su pena y luego fue sobreseído.

En el análisis de la historia política de la provincia, un hilo conductor parece unir el destino que tuvieron distintos dirigentes que supieron ocupar el máximo cargo de representación como José Alperovich, que en la noche del martes fue condenado a 16 años de prisión por abuso sexual. 

Si nos ubicamos en la primera mitad del Siglo XIX, el desenlace de Bernabé Aráoz, Javier López, Alejandro Heredia y Marco Avellaneda parece haber quedado marcado por la tragedia y la violencia de aquellos años.

Bernabé Aráoz, varias veces gobernador de Tucumán, guerrero de la Independencia y fundador de la República del Tucumán en 1820, fue derrotado en batalla y puesto en fuga, en un periplo que culminó con su encarcelamiento en Salta. En el camino de regreso a Tucumán, frente al muro de la antigua Iglesia de Trancas, fue fusilado.

Javier López también fue varias veces gobernador de Tucumán, además de ser un reconocido hombre público y bravo militar que peleó a las órdenes del general José María Paz en las batallas de La Tablada y Oncativo.

López fue uno de los principales detractores de Aráoz y en 1825, Gregorio Aráoz de La Madrid, junto a un grupo de antiguos partidarios del asesinado Aráoz, derrocaron a López. En 1836, Alejandro Heredia ordenó su fusilamiento.

CASTIGO. Bussi recibió condena a prisión perpetua en 2008. CASTIGO. Bussi recibió condena a prisión perpetua en 2008.

En 1832, Alejandro Heredia fue elegido gobernador y cuatro años después resultó reelecto, En 1938, a mitad de su segundo mandato, fue asesinado. Más allá de haberse destacado por reorganizar la justicia, la policía y realizar un censo general de población, Heredia no pudo ser esquivo a la conflictividad que azotaba a la nación en desarrollo. Cuando iba en carruaje hacia su hacienda, acompañado de su hijo, fue interceptado y asesinado en Lules.

Si nos contextualizamos en la disputa que protagonizaron unitarios y federales, el asesinato de Marco Avellaneda puede ubicarse entre los episodios más salvajes de dicho enfrentamiento. Avellaneda accedió a la gobernación luego del asesinato de Heredia.

Luego de la derrota de Famaillá, en septiembre 1841, Avellaneda es traicionado y atrapado en una estancia, camino a Jujuy, y ejecutado en Metán, Salta. A Avellaneda no solo lo mataron, sino además, lo decapitaron.

En el Siglo XX también encontramos casos de gobernadores que terminaron abruptamente su mandato o desfilando por los pasillos del Poder Judicial una vez concluidos sus mandatos.

En este listado más contemporáneo, Amado Juri fue víctima del Proceso de Reorganización Nacional que irrumpió la vida institucional y democrática del país en 1976. Mientras en Buenos Aires la Junta Militar, compuesta por Jorge Videla, Emilio Massera y Orlando Agosti, deponía a la Presidenta, María Estela de Perón, en Tucumán Antonio Domingo Bussi, a cargo de la V Brigada de Infantería, encabezó el movimiento que se alzó con el poder. Juri, gobernador elegido por el voto ciudadano, fue encarcelado. Después de casi tres años en el penal de Villa Urquiza, Juri fue liberado en los últimos días de 1978.

José Domato, dirigente histórico del peronismo, se hizo cargo de la gobernación entre 1987 y 1991, cuando el presidente Carlos Menem decidió intervenir la provincia. Domato fue enjuiciado y procesado en una causa por malversación de fondos y el 4 de febrero de 1991 fue detenido en el aeropuerto Benjamín Matienzo cuando regresaba de Buenos Aires. El dirigente cumplió la pena en su domicilio y el juicio terminó con su sobreseimiento en el año 2000; once años más tarde.

El destino del exgobernador Bussi también estuvo signado por un tribunal de justicia. El hombre que gobernó dos veces Tucumán, primero designado por la dictadura y luego elegido en democracia fue condenado en 2008 a prisión perpetua por el crimen de lesa humanidad contra el ex senador peronista Guillermo Vargas Aignasse.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios