La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, inició ayer una visita de cuatro días a El Salvador para conocer el "método" aplicado por el presidente Nayib Bukele para enfrentar a las pandillas y que pretende poner en práctica en Argentina.
Bullrich recorrió la megacárcel inaugurada en 2022 con capacidad para 40.000 reclusos junto al ministro de Justicia y Seguridad Pública de El Salvador, Gustavo Villatoro, quien le dio la "bienvenida" a la funcionaria "al país más seguro de América Latina".
"Juntos contra los criminales que asesinan masivamente y se creían dueños de nuestros países y sociedades", apuntó Bullrich en la red social X tras visitar el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), la megacárcel símbolo de la lucha contra las pandillas en El Salvador.
En un comunicado sobre la gira, el Gobierno señaló que Bullrich está "interesada en toda la estructura que permitió bajar drásticamente el delito en El Salvador".
Durante su estancia en centroamericana, la funcionaria del Gobierno de del presidente Javier Milei se reunirá con Bukele y con otros altos funcionarios de seguridad, defensa e inteligencia.
De un paÃs tomado por la violencia, el narcotráfico y por las maras que asesinaron 150 mil salvadoreños, a uno de los paÃses más seguros del mundo, donde las familias recuperaron su vida y viven en paz.
— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) June 17, 2024
Este es el camino. Duros contra los criminales. Libertad para los argentinos⦠pic.twitter.com/oo2JnXBQUM
Bukele, en el poder desde 2019, libra una "guerra" contra las pandillas bajo un régimen de excepción vigente desde 2022 que permite detenciones sin orden judicial.
Según cifras oficiales, hasta febrero de este año, en la megaprisión estaban encarcelados 12.500 pandilleros de la Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18 detenidos bajo ese régimen cuestionado por organismos de derechos humanos por la detención de "inocentes que sufren" en la cárcel.
El régimen de excepción, con el cual han sido detenidos más de 80.000 supuestos pandilleros, fue decretado por el Congreso a petición de Bukele como respuesta a una escalada de violencia que cobró la vida de 87 personas entre el 25 y 27 de marzo de 2022.